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Belgrano y una victoria que tuvo valor agregado: las razones del 4-2 a Atlético Tucumán

Belgrano consiguió ayer un gran triunfo 4-2 sobre Atlético en Tucumán de valor incalculable, que trasciende los tres puntos en juego.

El equipo que dirige Juan Cruz Real rompió una importante racha sin triunfos y, al menos por una semana, distendió los ánimos luego de un período de asperezas.

La “B” venció a un equipo que llegaba derrotado por River Plate, pero que podía alcanzar el segundo lugar en la Copa de la Liga si se hacía fuerte de local. Sin embargo, el Decano se encontró con un adversario práctico y contundente.

Belgrano abrió el marcador con una jugada trabajada en la semana, y tras conseguir el segundo tanto con otro golpe de cabeza, liquidó el partido con dos bonitas jugadas que adornaron su importante victoria en el norte del país.

El gol inicial de Aníbal Leguizamón lo hizo entrar en confianza en un trámite que en las especulaciones previas amenazaba con tornarse difícil. Esa conquista lo llevó a defender los tibios embates tucumanos, casi siempre liderados por Renzo Tesuri, quien movedizo e incisivo se convirtió en el arma más peligrosa de los dirigidos por Facundo Sava.

Tesuri y sus compañeros empezaron a presionar sobre el área celeste, que empezó a vivir alguna que otra zozobra. En una de esas situaciones de peligro, Mateo Bajamich igualó el marcador. Fue la culminación de un lapso de 15 minutos en los que el medio campo de Atlético prevaleció en dinámica sobre los celestes.

Sin embargo, Atlético no pudo acercarse a la ilusión del triunfo por sus graves fallas defensivas. Ya en el final de la etapa inicial, Facundo Quignon, también con un cabezazo, abrió aún más la grieta en la zaga de los locales.

Esa pequeña diferencia hizo que el panorama en el inicio del complemento fuera el mismo que el del periodo anterior. Atlético intentó presionar, algo que se fue diluyendo de a poco por la casi nula generación de buenas jugadas. El encuentro pareció definido luego de una bonita definición de “Uvita” Fernández, tras una buena jugada colectiva, sensación que desapareció tras el nuevo tanto de Bajamich.

Quedaban unos cuantos minutos por jugar, y de la tranquilidad por una diferencia a favor de dos goles a poco del final, Belgrano pasó a la tensión por un empate posible que preocupó a todos. Sin embargo, en otra jugada bien elaborada, Bryan Reyna la concedió la posibilidad de cerrar el partido a Pablo Chavarría, al cederle la pelota para que éste anotara el cuarto gol.

Los abrazos finales por la victoria llevaban en su energía la felicidad por un triunfo muy valioso y porque sin duda podría elevar el optimismo de Juan Cruz Real y sus dirigidos ante Boca Juniors, en un Gigante que lucirá más amplio que nunca.

Belgrano jugó un partido correcto; se benefició de la pobre propuesta de su rival, aunque eso no fue de su incumbencia y sumó, además de tres puntos que valen oro, mucha confianza como para mirar más allá del cruce ante los golpeados xeneizes.

Luego de Boca llegará Talleres. Otro buen motivo para olvidar recientes escaramuzas y pensar que aquel buen momento de Real al llegar a Alberdi, bien podría repetirse.

​La Voz

​Belgrano consiguió ayer un gran triunfo 4-2 sobre Atlético en Tucumán de valor incalculable, que trasciende los tres puntos en juego. El equipo que dirige Juan Cruz Real rompió una importante racha sin triunfos y, al menos por una semana, distendió los ánimos luego de un período de asperezas.La “B” venció a un equipo que llegaba derrotado por River Plate, pero que podía alcanzar el segundo lugar en la Copa de la Liga si se hacía fuerte de local. Sin embargo, el Decano se encontró con un adversario práctico y contundente. Belgrano abrió el marcador con una jugada trabajada en la semana, y tras conseguir el segundo tanto con otro golpe de cabeza, liquidó el partido con dos bonitas jugadas que adornaron su importante victoria en el norte del país.El gol inicial de Aníbal Leguizamón lo hizo entrar en confianza en un trámite que en las especulaciones previas amenazaba con tornarse difícil. Esa conquista lo llevó a defender los tibios embates tucumanos, casi siempre liderados por Renzo Tesuri, quien movedizo e incisivo se convirtió en el arma más peligrosa de los dirigidos por Facundo Sava.Tesuri y sus compañeros empezaron a presionar sobre el área celeste, que empezó a vivir alguna que otra zozobra. En una de esas situaciones de peligro, Mateo Bajamich igualó el marcador. Fue la culminación de un lapso de 15 minutos en los que el medio campo de Atlético prevaleció en dinámica sobre los celestes.Sin embargo, Atlético no pudo acercarse a la ilusión del triunfo por sus graves fallas defensivas. Ya en el final de la etapa inicial, Facundo Quignon, también con un cabezazo, abrió aún más la grieta en la zaga de los locales.Esa pequeña diferencia hizo que el panorama en el inicio del complemento fuera el mismo que el del periodo anterior. Atlético intentó presionar, algo que se fue diluyendo de a poco por la casi nula generación de buenas jugadas. El encuentro pareció definido luego de una bonita definición de “Uvita” Fernández, tras una buena jugada colectiva, sensación que desapareció tras el nuevo tanto de Bajamich.Quedaban unos cuantos minutos por jugar, y de la tranquilidad por una diferencia a favor de dos goles a poco del final, Belgrano pasó a la tensión por un empate posible que preocupó a todos. Sin embargo, en otra jugada bien elaborada, Bryan Reyna la concedió la posibilidad de cerrar el partido a Pablo Chavarría, al cederle la pelota para que éste anotara el cuarto gol.Los abrazos finales por la victoria llevaban en su energía la felicidad por un triunfo muy valioso y porque sin duda podría elevar el optimismo de Juan Cruz Real y sus dirigidos ante Boca Juniors, en un Gigante que lucirá más amplio que nunca.Belgrano jugó un partido correcto; se benefició de la pobre propuesta de su rival, aunque eso no fue de su incumbencia y sumó, además de tres puntos que valen oro, mucha confianza como para mirar más allá del cruce ante los golpeados xeneizes. Luego de Boca llegará Talleres. Otro buen motivo para olvidar recientes escaramuzas y pensar que aquel buen momento de Real al llegar a Alberdi, bien podría repetirse. 

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