Alerta mundial por los incendios: la singular razón por la que aumentarían en el Hemisferio Norte
El estudio fue presentado en la revista Nature Communications por un equipo internacional de científicos del clima y expertos en permafrost. La investigación se basa en simulaciones de modelos climáticos por computadora. Los resultados arrojan que las condiciones cálidas e inusualmente secas ya han intensificado los incendios forestales en la región ártica.
El permafrost controla fuertemente el contenido de agua del suelo. El deshielo acelerado es un factor clave cuando hablamos de incendios forestales en la zona ártica.
El nuevo estudio utiliza datos de permafrost e incendios forestales generados por uno de los modelos de sistemas terrestres más completos: el Community Earth System Model. Se trata del primer modelo de este tipo que captura de forma integrada el acoplamiento entre el agua del suelo, el permafrost y los incendios forestales.
Con este enfoque de modelado conjunto, el equipo evidenció que, a mediados o finales del siglo XXI, el deshielo causado por actividades humanas en el permafrost de las regiones subártica y ártica será considerable. En numerosas áreas, el exceso de agua en el suelo puede drenarse rápidamente, lo que resulta en una disminución abrupta de la humedad del suelo, seguido por un calentamiento de la superficie y un aumento del secado atmosférico.
“Estas condiciones intensificarán los incendios forestales”, afirma en un comunicado la Dra. In-Won Kim, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en el Centro de Física del Clima del IBS en Busan, Corea del Sur. “En la segunda mitad de este siglo, nuestras simulaciones de modelos muestran un cambio abrupto de prácticamente ningún incendio a incendios muy intensos en tan solo unos pocos años”, añade.
“Para simular mejor la degradación futura del complejo paisaje del permafrost, es necesario mejorar aún más los procesos hidrológicos a pequeña escala en los modelos del sistema terrestre utilizando conjuntos de datos de observación ampliados”, afirma en un comunicado la profesora asociada Hanna Lee, coautora del estudio en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
Que es el permafrost
Conforme a un estudio realizado por la BBC, se trata de una capa de subsuelo de la corteza terrestre que se encuentra congelada de manera permanente -de ahí su nombre- en algunas de las regiones más frías del mundo.
El permafrost se extiende por una cuarta parte del hemisferio norte, incluyendo muchas regiones que no están cubiertas de nieve y albergando alrededor de 23 millones de km2 según la National Snow and Ice Data Center (NSIDC).
Esta capa congelada se encuentra en grandes partes de Alaska, Canadá, Groenlandia y Siberia. En cuanto al hemisferio sur, puede encontrarse en lugares como los Andes, los Alpes del Sur o las islas Georgias del Sur, entre otros.
¿El karma de vivir al norte?
Hoy en Córdoba, Argentina, los incendios están en el ojo de la tormenta por los desastres que están causando. El problema es mucho más grande e involucra a ambos hemisferios.
Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), a 29 de julio de 2023, ya se han quemado más de 234 516 hectáreas de terreno en toda la Unión Europea solo en este año. La situación exige una atención urgente y medidas eficaces para combatir el creciente peligro que suponen estos incendios forestales.
Según reveló el Instituto Brasileño de Investigación Espacial (Inpe). Entre enero y el 12 de septiembre, se han reportado más de 350.000 incendios forestales en la región, con Brasil, Bolivia, Perú y Colombia entre los más afectados. Varios de estos países se encuentran ahora en estado de emergencia.
El Banco Interamericano de Desarrollo calcula que Canadá ha visto arder más de 3,3 millones de hectáreas el último año.
La problemática es global y depende de todos los agentes de la sociedad para lograr reducir el peligro inminente de los incendios forestales. La ONU sostiene que es fundamental que exista una cooperación internacional para actuar de manera concertada a escala mundial con el objeto de reducir los incendios descontrolados.
Estos desastres suponen un grave riesgo para el desarrollo sostenible debido a sus efectos en la salud de las personas, el clima, la contaminación y las economías.
La Voz
