Qué fenómenos meteorológicos amenazan a EE.UU. tras el impacto del huracán Helene
El Huracán Helene provocó al menos 100 muertes y múltiples destrozos en un radio de 800 kilómetros a lo largo del suroeste de Estados Unidos. Luego de la devastación que causo este fenómeno, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) se mantiene alerta sobre la actividad ciclónica del océano Atlántico y el Golfo de México, debido a que preocupa la aparición de otro fenómeno meteorológico de tal magnitud.
Según reporta el NHC, durante el último fin de semana la Tormenta Tropical Isaac alcanzó la categoría 2 en el medio del océano Atlántico Norte, es decir, lejos de tierra firme. Sin embargo, con el correr de los días perdió intensidad y actualmente se está desplazando hacia el norte de Azores, en Portugal, por lo que no representa una amenaza directa para el territorio norteamericano.
De todas formas, según prevén los meteorólogos, este ciclón podría convertirse en un sistema extratropical en los próximos días. Si bien no se espera que tenga un impacto directo, esto podría provocar fuertes oleajes y peligrosas corrientes en las costas del norte de Europa.
Se espera que la tormenta tropical Joyce, que se encuentra a más de 1600 kilómetros al este-noroeste de las Islas Barlovento, se debilite antes de llegar a tierra y se convierta en un sistema de baja presión remanente. El NHC comunicó que este fenómeno podría generar marejadas y corrientes peligrosas en algunas áreas.
La depresión tropical Doce actualmente se encuentra a unos 1120 kilómetros al oeste de las Islas de Cabo Verde y se espera que se fortalezca durante los próximos días hasta convertirse en el huracán Kirk. Los primeros días después de la formación se desplazará con dirección hacia el oeste, pero según las estimaciones del Centro Nacional de Huracanes permanecerá en aguas abiertas sin poner en riesgo directo a zonas habitadas.
Por otro lado, los meteorólogos están preocupados con un sistema de baja presión que se encuentra actualmente en el Caribe Occidental, pero que con el correr de los días podría ingresar en el golfo de México y el sureste de Estados Unidos. Las probabilidades de que se produzca una formación ciclónica aumentan un 50% los primeros siete días, hecho que pone en alerta a las autoridades sobre posibles impactos a lo largo de la costa.
Además, también se está monitoreando una onda tropical que surgió en la costa oeste del continente africano. A pesar de que tenga una probabilidad de desarrollo ciclónico del 10% en los primeros dos días, la proyección a siete días aumenta las chances del 50%. Esto obligará a las autoridades meteorológicas a quedar atentos al avance del fenómeno climático.
Según el servicio, es posible que se vuelva a producir un nuevo desarrollo ciclónico en la zona del Caribe Occidental o del Golfo de México que podría agravar los daños causados por el Huracán Helene. Con este contexto, las autoridades piden estar preparados ante cualquier posible amenaza e informarse sobre las medidas a tomar ante la llegada de un nuevo evento climático.
LA NACION