Lima recibe a Paul McCartney en medio de una ola de violencia que azota a Perú

Desde hace un mes, la Policía Nacional del Perú (PNP) trabaja a destajo día y noche en la capital del país andino debido a la ola de criminalidad que tiene sumida en la zozobra y con los nervios crispados a buena parte de los vecinos limeños, sobre todo a quienes viven en los suburbios de la que fuera la Ciudad de los Reyes en la época precolombina.

La inestabilidad política (seis presidentes ocuparon el despacho mayor de la Casa de Pizarro en la última década), el narcotráfico y la lucha sin cuartel que libran grupos criminales de toda laya por el control territorial y los “negocios” del hampa han exacerbado la violencia hasta tornarla agobiante.

La situación llevó el miércoles último a gremios de transportistas y a comerciantes de Lima a realizar un paro general en protesta contra la inseguridad creciente, especialmente las extorsiones y el sicariato que afecta a empresarios de esos sectores económicos de manera constante.

Inseguridad, sin freno

La espiral de delincuencia no mermó demasiado pese al estado de emergencia por el lapso de 60 días en 14 de los 43 distritos de Lima y Callao que dispuso por decreto a fines de septiembre la presidenta Dina Boluarte. La medida otorga a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas poderes ampliados para realizar operativos de saturación. También establece el toque de queda nocturno y limitaciones a derechos como la libertad de tránsito, de reunión y a la inviolabilidad de domicilio en las zonas indicadas en el instrumento legal.

Además, creó el Grupo Operativo de Respuesta Inmediata a la Extorsión (Gorex), un equipo especial de la PNP constituido por un centenar de efectivos que trabajan en coordinación con el Ministerio Público y cuatro fiscalías especializadas en el crimen organizado a nivel nacional cuyo objetivo principal es identificar y desmantelar redes de extorsión.

El jueves último, al día siguiente de la huelga general dispuesta por transportistas y comerciantes para exigir mayor seguridad y que motivó el despliegue de unos 13 mil efectivos de la Regional Policial capitalina para evitar desbordes en las concentraciones convocadas en la capital (la más importante se dio en la Plaza 2 de Mayo) y en las movilizaciones hacia el Congreso Nacional, las autoridades de Lima confirmaron que al menos ocho personas resultaron muertas en incidentes con armas de fuego, pese al estado de emergencia que rige desde hace un mes.

Tres de las víctimas fatales se encontraban en Ate, uno de los distritos de mayor extensión territorial y población de Lima habitado en gran proporción por familias de nivel socioeconómico medio, medio bajo y con altos índices de pobreza e indigencia.

En tanto, en San Juan de Miraflores murió un camionero acribillado por delincuentes que intentaron robarle su vehículo de trabajo. El mismo final tuvo una persona baleada por supuestos sicarios cuando se encontraba en el interior de su automóvil en Villa María del Triunfo.

En vilo

El desmadre de la inseguridad mantuvo en estado de alerta máxima el jueves último al alcalde de Lima, Rafael Lópe Aliaga, al jefe de la Regional Policial limeña, Enrique Monrroy y al ministro del Interior, Juan Santivañes Antúnez. Los tres funcionarios públicos monitorearon el operativo de seguridad especial montado para recibir a Paul McCarney y custodiarlo desde el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en el Callao -donde arribó en horas de la noche- hasta el Belmond Miraflores Park Hotel de Lima (a unos 18 kilómetros de la estación aérea) donde una multitud de fans aguardaba al legendario hijo de Liverpool, de 82 años..

Luego de sus actuaciones memorables en la Argentina, a estadio lleno en el Más Monumental de River Plate y en el mundialista Mario Kempes, en Córdoba, el ex-Beatle ofrecerá un concierto este domingo, desde las 20 (hora de Perú) en el estadio Nacional de Lima, sede oficial de la selección peruana de fútbol y recinto predilecto para albergar a las propuestas deportivas y a los shows de artistas internacionales. El coliseo tiene una capacidad aproximada de 50 mil espectadores.

​La Voz