Talleres dejó pasar otro tren en la Liga Profesional: crónica del 1-2 ante Lanús
Lo más fácil es decir que a Talleres se le cerró el arco y que por eso perdió 2 a 1 contra Lanús, en el Kempes; que lo que antes entraba ahora da en el palo y sale. Algo de eso hubo ayer, pero la derrota no se puede explicar sólo por eso. La “T” se dejó llevar por la ansiedad desde el inicio del partido y otra vez “el Ruso”, con el método Zielinski, se llevó el premio mayor, aprovechando que el Albiazul se terminó complicando solo.
El Matador dejó pasar otra oportunidad, no pudo ganar para acercarse a Vélez y quedó la sensación en su gente, en la hinchada, de que no va a poder. El “jugadores, la c…” del final fue una muestra palpable del disconformismo de sus hinchas, que se fueron otra vez con una mezcla de bronca y resignación.
No fue bueno el arranque de la “T” en el partido. El equipo lucía incómodo y no hacía pie en el medio, un sector en el que Lanús sumaba hasta cinco jugadores, establecía superioridad numérica y hacía sentir su presión alta a la defensa del Albiazul. Talleres trataba de salir jugando desde atrás, pero no hacía más que facilitarle la presión arriba al Granate, que en pocos minutos hizo equivocar a Navarro, primero, y a Suárez, después, dejando claro que iba a jugar con el error en el retroceso albiazul para facturar. En esa dinámica, Marcelino Moreno era el motor del juego del equipo del “Ruso”, pidiéndola y buscando asociar con Bou, con “el Laucha” Acosta y con Salvio.
Además, ni Galarza ni Ortegoza planteaban el juego hacia adelante. Cuando la recuperaban, lucían lentos, demoraban en buscar con algún pase profundo a Palacios, a Depietri, a Botta o a Tarragona, los cuatro jugadores que “el Cacique” Medina puso con la intención de tener un ataque y contragolpes más rápidos y verticales.
Ese gol que no alcanzó
Pero Talleres se complicaba sin necesidad. Y con Botta tirado por la banda y sin poder incidir en la elaboración de juego, porque su espacio por el medio lo ocupaba Palacios, fue necesario que el pase profundo y entre líneas que pudiera sorprender viniera de otro lado.
Y llegó del “Sicario” Portillo, a los 24, quien desde atrás le metió una asistencia perfecta y larga al “Tucu”, que, de contra, quedó de frente a Losada y lo venció. Pero aun con el gol a favor, el Matador siguió sin hacerse dueño del partido. Y a los 37 Lanús elaboró una jugada asociada impecable entre Moreno y Bou, que el “10″ granate definió muy bien frente a Herrera.
De ahí hasta el final del PT, hubo tiempo para que Herrera pasara otro momento de zozobra ante Moreno, que, afortunadamente para el Matador, no se convirtió en el segundo gol.
El partido quedó así con un pronóstico incierto para el complemento, prometiendo más acciones y goles.
Historia repetida
Siempre a Talleres le costó ganarle a Lanús y la historia se repitió ayer. En el arranque del ST, lo tuvo Palacios y se lo sacó Losada. Pero, a los 4, una asociación entre Moreno y Bou casi termina en el segundo del Granate.
A los 8, se la bajó de pecho Botta a Palacios, que metió un zurdazo que se fue apenas arriba del travesaño. Parecía que el segundo llegaría, porque la “T” iba e iba, lo buscaba, quería, creaba situaciones, pero no podía. Y, así, a los 17, de una pelota parada, una especialidad de Zielinski, y desde un córner, Muñoz metió el segundo.
Talleres intentó empatarlo, pero quedó la sensación de que hubo una respuesta tardía del “Cacique” Medina en los cambios. Sostuvo en cancha a Galarza y a Ortegoza, pero no respondieron con algo de elaboración de juego o con algún pase entre líneas.
Cuando Botta jugó de lo que más sabe, de enganche, el equipo mejoró. Y, con su influjo, dos veces Tarragona lo tuvo para empatarlo.
Y en una, a los 35, Losada le sacó una pelota increíble.
Que Talleres mereció empatar, no caben dudas. Situaciones como para lograrlo, las creó. Pero también es cierto que, sin juego, sin sorpresa, sin pases filtrados o que sorprendan, le será cada vez más difícil.
Las tablas de la Liga Profesional
La Voz
Lo más fácil es decir que a Talleres se le cerró el arco y que por eso perdió 2 a 1 contra Lanús, en el Kempes; que lo que antes entraba ahora da en el palo y sale. Algo de eso hubo ayer, pero la derrota no se puede explicar sólo por eso. La “T” se dejó llevar por la ansiedad desde el inicio del partido y otra vez “el Ruso”, con el método Zielinski, se llevó el premio mayor, aprovechando que el Albiazul se terminó complicando solo.El Matador dejó pasar otra oportunidad, no pudo ganar para acercarse a Vélez y quedó la sensación en su gente, en la hinchada, de que no va a poder. El “jugadores, la c…” del final fue una muestra palpable del disconformismo de sus hinchas, que se fueron otra vez con una mezcla de bronca y resignación.No fue bueno el arranque de la “T” en el partido. El equipo lucía incómodo y no hacía pie en el medio, un sector en el que Lanús sumaba hasta cinco jugadores, establecía superioridad numérica y hacía sentir su presión alta a la defensa del Albiazul. Talleres trataba de salir jugando desde atrás, pero no hacía más que facilitarle la presión arriba al Granate, que en pocos minutos hizo equivocar a Navarro, primero, y a Suárez, después, dejando claro que iba a jugar con el error en el retroceso albiazul para facturar. En esa dinámica, Marcelino Moreno era el motor del juego del equipo del “Ruso”, pidiéndola y buscando asociar con Bou, con “el Laucha” Acosta y con Salvio.Además, ni Galarza ni Ortegoza planteaban el juego hacia adelante. Cuando la recuperaban, lucían lentos, demoraban en buscar con algún pase profundo a Palacios, a Depietri, a Botta o a Tarragona, los cuatro jugadores que “el Cacique” Medina puso con la intención de tener un ataque y contragolpes más rápidos y verticales.Ese gol que no alcanzóPero Talleres se complicaba sin necesidad. Y con Botta tirado por la banda y sin poder incidir en la elaboración de juego, porque su espacio por el medio lo ocupaba Palacios, fue necesario que el pase profundo y entre líneas que pudiera sorprender viniera de otro lado. Y llegó del “Sicario” Portillo, a los 24, quien desde atrás le metió una asistencia perfecta y larga al “Tucu”, que, de contra, quedó de frente a Losada y lo venció. Pero aun con el gol a favor, el Matador siguió sin hacerse dueño del partido. Y a los 37 Lanús elaboró una jugada asociada impecable entre Moreno y Bou, que el “10″ granate definió muy bien frente a Herrera.De ahí hasta el final del PT, hubo tiempo para que Herrera pasara otro momento de zozobra ante Moreno, que, afortunadamente para el Matador, no se convirtió en el segundo gol.El partido quedó así con un pronóstico incierto para el complemento, prometiendo más acciones y goles.Historia repetidaSiempre a Talleres le costó ganarle a Lanús y la historia se repitió ayer. En el arranque del ST, lo tuvo Palacios y se lo sacó Losada. Pero, a los 4, una asociación entre Moreno y Bou casi termina en el segundo del Granate.A los 8, se la bajó de pecho Botta a Palacios, que metió un zurdazo que se fue apenas arriba del travesaño. Parecía que el segundo llegaría, porque la “T” iba e iba, lo buscaba, quería, creaba situaciones, pero no podía. Y, así, a los 17, de una pelota parada, una especialidad de Zielinski, y desde un córner, Muñoz metió el segundo.Talleres intentó empatarlo, pero quedó la sensación de que hubo una respuesta tardía del “Cacique” Medina en los cambios. Sostuvo en cancha a Galarza y a Ortegoza, pero no respondieron con algo de elaboración de juego o con algún pase entre líneas. Cuando Botta jugó de lo que más sabe, de enganche, el equipo mejoró. Y, con su influjo, dos veces Tarragona lo tuvo para empatarlo. Y en una, a los 35, Losada le sacó una pelota increíble. Que Talleres mereció empatar, no caben dudas. Situaciones como para lograrlo, las creó. Pero también es cierto que, sin juego, sin sorpresa, sin pases filtrados o que sorprendan, le será cada vez más difícil.Las tablas de la Liga Profesional