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La escuela de Pablo Kratina cumplió 25 años, el concepto de “enseñar jugando, no con el resultado”

Antes que un medio de vida, el fútbol es comunicación, aprendizaje permanente e integración. Pablo Kratina lo vio así desde que vestía de corto y luego de largo. Como reclutador-scouting (volvió a River), DT de inferiores o manager, las distintas funciones que cumplió luego de colgar los botines.

Sin embargo, no se quedó en eso y dio un paso adelante. En 1999, creó la escuelita de fútbol que lleva su nombre, bien cerquita de su Huracán de barrio La France, donde se formó como delantero hasta llegar a Belgrano y a Racing Club), pero el concepto que le aplicó fue distinto a emprendimientos similares, algo que le permitió mantenerse durante tanto tiempo.

Escuela de fútbol Pablo Kratina cumplió su 25 aniversario. (José Gabriel Hernández / La Voz)

-¿Cómo nació la escuelita y qué concepción tenías?

-Hice el curso técnico, me recibí. Tenía algunas imágenes de la escuela. Supo tener una “Tito” Cuellar, que había sido mi DT en Belgrano, estaba la de Marangoni. No había muchas escuelas, eran mucho menos las que son ahora. Ya estaba en el tema de scouting y bueno, quise poner una escuela, la puse en Villa Cabrera, en Costanera y Julián Paz. Ahí puse la escuela y con una idea totalmente distinta a la que tengo ahora.

-¿Sí?

-Pensaba que la escuela podía enseñar, que podía hacer trabajos difíciles, trabajos complicados para los chicos, que yo creía que eso lo iba a enseñar a jugar al fútbol, una metodología, un trabajo bien hecho, donde después, y competíamos en ese momento, nosotros cuando había un campeonato en el verano o algún campeonato, yo iba y competía. Después, con el paso del tiempo, uno fue entendiendo que la metodología y todas esas cosas no tienen nada que ver. Creo que la única forma de que los chicos aprendan, es jugando. Entonces cambié todo. A los cuatro años, cinco años, me di cuenta que todos estos trabajos difíciles que hacía, que a lo mejor tenía mucho de táctica o de técnica, no ayudaba a crecer. al contrario, muchos de los chicos que no podían jugar, dejaban de venir. Entonces ahí me hice un paréntesis y dije, no, acá tengo que enseñar. ¿Cómo es la forma de enseñar? Siempre el lema después de la escuelita fue: “Enseñamos jugando”.

Escuela de fútbol Pablo Kratina cumplió su 25 aniversario. (José Gabriel Hernández / La Voz)

No compite, organiza encuentros

Kratina y su grupo de trabajo hace encuentros de fútbol. No compite en la liga local ni en otros torneos. Eso la hace distinta.

-Cambiaste….

-Por ahí hacemos algunos trabajitos, pero mayoría del tiempo la pasan en la escuela. Los chicos se la pasan jugando, juegan partiditos. Como era en otros tiempos, que se jugaba en un potrero, que podían jugar en la calle. Nosotros tratamos que ese tiempo, lo tengan jugando. Un chico para aprender tiene que jugar, no hay otra metodología en este juego. Si alguien tiene una metodología y que diga cómo hacer para sacar jugadores, que la diga. Entonces todos seguimos esa metodología y llegan a jugar en primera. Creo que la única forma de que los chicos aprendan a jugar es jugando. Los profesores en esa edad, donde los chicos recién están aprendiendo a jugar, tienen que ser ayudadores de los chicos. Fue cambiando. Nosotros no competimos, solamente hacemos encuentros. En la escuela, a nadie le importa ganar, sino divertirse. Y bueno, la diversión es esa, tratar de jugar todos los sábados, tratar de jugar los días que tenemos entrenamiento. Complementar la infancia con juegos, no con temas que pasan por otras cosas, como así tener que ganar, porque si no esto, si no lo otro. Ver tablas de posiciones, verse chicos que van primero, segundo, ver partidos que han perdido por goleada o verse ganar por goleada. Eso no cambia. No cambia porque yo sé que los jugadores en la primera división tienen otros conceptos, totalmente distintos. Vos podés ser campeón en las seis divisiones inferiores y eso no te acredita que puedas jugar en primera. La escuela se fue haciendo, la fui pensando, a medida que fui trabajando en distintos clubes y la hice totalmente lúdica. Para jugar. Totalmente para jugar. Para divertirse, para estar ahí con los chicos. Que los chicos se diviertan, no que se enojen. Donde el resultado no interese. Solamente que le importe que llegue el sábado para jugar y divertirse.

-¿Cómo te ha ido?

-Bastante bien. De hecho este año tenemos casi 250 chicos y hemos llegado a tener hasta 300 y pico. La verdad, no me tengo por qué enojar por este concepto que estoy tirando y que prácticamente ha sido mi lema en la escuela, aprender jugando. Enseñando jugando la pelota, yo creo que no hay otra metodología que no sea esa. Un chico de 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 años va con el aprendizaje de un nene jugar. Todas las demás metodologías me parece que están mal, no estoy de acuerdo y si alguien tiene algo para decirme, me lo diga. Yo refuto, pero me parece que los chicos lo que tienen que hacer es jugar, jugar más a la pelota. Hoy es complicado por el tema de que no hay muchos lugares para jugar al fútbol. No hay lugar. Antes vos salías a la calle tranquilamente y podías jugar. Hoy se ve complicado por una cuestión de que hay mucha inseguridad, entonces todas esas cosas y que los chicos salgan menos jugar a la pelota y encima si hacemos trabajo complicado para los chicos, menos posibilidad de tener un aprendizaje tienen. Así que bueno, trato de ver si me entiende y esa es la metodología que tenemos en la escuela, enseñamos jugando.

Escuela de fútbol Pablo Kratina cumplió su 25 aniversario. (José Gabriel Hernández / La Voz)Escuela de fútbol Pablo Kratina cumplió su 25 aniversario. (José Gabriel Hernández / La Voz)

​La Voz

​Antes que un medio de vida, el fútbol es comunicación, aprendizaje permanente e integración. Pablo Kratina lo vio así desde que vestía de corto y luego de largo. Como reclutador-scouting (volvió a River), DT de inferiores o manager, las distintas funciones que cumplió luego de colgar los botines.Sin embargo, no se quedó en eso y dio un paso adelante. En 1999, creó la escuelita de fútbol que lleva su nombre, bien cerquita de su Huracán de barrio La France, donde se formó como delantero hasta llegar a Belgrano y a Racing Club), pero el concepto que le aplicó fue distinto a emprendimientos similares, algo que le permitió mantenerse durante tanto tiempo. -¿Cómo nació la escuelita y qué concepción tenías? -Hice el curso técnico, me recibí. Tenía algunas imágenes de la escuela. Supo tener una “Tito” Cuellar, que había sido mi DT en Belgrano, estaba la de Marangoni. No había muchas escuelas, eran mucho menos las que son ahora. Ya estaba en el tema de scouting y bueno, quise poner una escuela, la puse en Villa Cabrera, en Costanera y Julián Paz. Ahí puse la escuela y con una idea totalmente distinta a la que tengo ahora. -¿Sí?-Pensaba que la escuela podía enseñar, que podía hacer trabajos difíciles, trabajos complicados para los chicos, que yo creía que eso lo iba a enseñar a jugar al fútbol, una metodología, un trabajo bien hecho, donde después, y competíamos en ese momento, nosotros cuando había un campeonato en el verano o algún campeonato, yo iba y competía. Después, con el paso del tiempo, uno fue entendiendo que la metodología y todas esas cosas no tienen nada que ver. Creo que la única forma de que los chicos aprendan, es jugando. Entonces cambié todo. A los cuatro años, cinco años, me di cuenta que todos estos trabajos difíciles que hacía, que a lo mejor tenía mucho de táctica o de técnica, no ayudaba a crecer. al contrario, muchos de los chicos que no podían jugar, dejaban de venir. Entonces ahí me hice un paréntesis y dije, no, acá tengo que enseñar. ¿Cómo es la forma de enseñar? Siempre el lema después de la escuelita fue: “Enseñamos jugando”. No compite, organiza encuentrosKratina y su grupo de trabajo hace encuentros de fútbol. No compite en la liga local ni en otros torneos. Eso la hace distinta. -Cambiaste….-Por ahí hacemos algunos trabajitos, pero mayoría del tiempo la pasan en la escuela. Los chicos se la pasan jugando, juegan partiditos. Como era en otros tiempos, que se jugaba en un potrero, que podían jugar en la calle. Nosotros tratamos que ese tiempo, lo tengan jugando. Un chico para aprender tiene que jugar, no hay otra metodología en este juego. Si alguien tiene una metodología y que diga cómo hacer para sacar jugadores, que la diga. Entonces todos seguimos esa metodología y llegan a jugar en primera. Creo que la única forma de que los chicos aprendan a jugar es jugando. Los profesores en esa edad, donde los chicos recién están aprendiendo a jugar, tienen que ser ayudadores de los chicos. Fue cambiando. Nosotros no competimos, solamente hacemos encuentros. En la escuela, a nadie le importa ganar, sino divertirse. Y bueno, la diversión es esa, tratar de jugar todos los sábados, tratar de jugar los días que tenemos entrenamiento. Complementar la infancia con juegos, no con temas que pasan por otras cosas, como así tener que ganar, porque si no esto, si no lo otro. Ver tablas de posiciones, verse chicos que van primero, segundo, ver partidos que han perdido por goleada o verse ganar por goleada. Eso no cambia. No cambia porque yo sé que los jugadores en la primera división tienen otros conceptos, totalmente distintos. Vos podés ser campeón en las seis divisiones inferiores y eso no te acredita que puedas jugar en primera. La escuela se fue haciendo, la fui pensando, a medida que fui trabajando en distintos clubes y la hice totalmente lúdica. Para jugar. Totalmente para jugar. Para divertirse, para estar ahí con los chicos. Que los chicos se diviertan, no que se enojen. Donde el resultado no interese. Solamente que le importe que llegue el sábado para jugar y divertirse. -¿Cómo te ha ido?-Bastante bien. De hecho este año tenemos casi 250 chicos y hemos llegado a tener hasta 300 y pico. La verdad, no me tengo por qué enojar por este concepto que estoy tirando y que prácticamente ha sido mi lema en la escuela, aprender jugando. Enseñando jugando la pelota, yo creo que no hay otra metodología que no sea esa. Un chico de 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 años va con el aprendizaje de un nene jugar. Todas las demás metodologías me parece que están mal, no estoy de acuerdo y si alguien tiene algo para decirme, me lo diga. Yo refuto, pero me parece que los chicos lo que tienen que hacer es jugar, jugar más a la pelota. Hoy es complicado por el tema de que no hay muchos lugares para jugar al fútbol. No hay lugar. Antes vos salías a la calle tranquilamente y podías jugar. Hoy se ve complicado por una cuestión de que hay mucha inseguridad, entonces todas esas cosas y que los chicos salgan menos jugar a la pelota y encima si hacemos trabajo complicado para los chicos, menos posibilidad de tener un aprendizaje tienen. Así que bueno, trato de ver si me entiende y esa es la metodología que tenemos en la escuela, enseñamos jugando. 

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