Audios revelan que altos oficiales presionaron a Bolsonaro para dar un golpe de Estado
SAO PAULO. Una serie de grabaciones de audio de finales de 2022 que han sido filtradas dejan ver que miembros de alto rango del Ejército de Brasil sopesaron formas de presionar al entonces presidente Jair Bolsonaro para que diera un golpe de Estado y permaneciera en el poder.
Los 53 audios, obtenidos por la Policía Federal y a los que tuvo acceso The Associated Press el lunes, ofrecen una inusual oportunidad de escuchar a miembros militares expresando de propia voz su deseo de impedir que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo.
Detenidos por conspiración en Brasil
El juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes, que supervisa la extensa investigación de la policía, citó algunos de esos audios en su fallo de la semana pasada, en el cual ordenó la detención de cinco personas por conspirar para asesinar al entonces presidente electo Lula en 2022 y luego intentar destituirlo del poder el 8 de enero de 2023, cuando los partidarios de Bolsonaro vandalizaron edificios gubernamentales en la capital Brasilia.
Audios de un exoficial del ejército —que no estaba entre los que De Moraes ordenó arrestar la semana pasada— respaldan particularmente el dar un golpe de Estado, y no fueron mencionados en la orden de De Moraes.
El coronel Roberto Raimundo Criscuoli, exsubcomandante de las fuerzas especiales del Ejército, le dijo al general de brigada retirado Mario Fernandes —quien entonces era el segundo al mando en la secretaría general de la presidencia— que el gobernante derechista tenía una opción clara después de que Lula ganara su tercer mandato no consecutivo.
“Será una guerra civil ahora o una guerra civil más tarde. Tenemos ahora una justificación para la guerra civil; la gente está en las calles, tenemos un apoyo masivo”, dijo Criscuoli en uno de los audios. “Hagámoslo ahora. Habla con el 01″.
El 01 es una referencia común al presidente de Brasil.
Ni el expresidente ni sus ministros se escuchan hablando en las grabaciones. Los audios no están directamente relacionados con la acusación formal de la policía brasileña, emitida el 21 de noviembre, de que Bolsonaro y otras 36 personas intentaron dar un golpe de Estado.
El Ejército brasileño no respondió a una solicitud de comentarios sobre la investigación de la Policía Federal.
Bolsonaro frecuentemente puso en duda los resultados electorales sin proporcionar evidencia alguna de ello, y nunca reconoció su derrota. Partió hacia Estados Unidos días antes de la toma de posesión de Lula el 1 de enero de 2023 y se quedó allí durante meses, procurando no llamar la atención. El Tribunal Superior Electoral ha declarado que Bolsonaro es inelegible para postularse a la presidencia hasta 2030 por abuso de poder, y también es objeto de varias investigaciones por una serie de posibles delitos.
Otros audios son menos explícitos en sus palabras sobre la necesidad urgente de dar un golpe de Estado. En un mensaje de voz al general Fernandes, el coronel Reginaldo Vieira de Abreu usó una expresión frecuentemente repetida por Bolsonaro para argumentar que deberían hacer caso omiso de la Constitución del país. “Estamos en guerra, ellos están ganando. Casi ha terminado y no han disparado ni un solo tiro. Es debido a nuestra incompetencia”, manifestó.
En un audio del 8 de diciembre, el ayudante de campo de Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cid, se escucha diciéndole al general Fernandes que el tiempo se estaba agotando para mantener a su jefe en el cargo.
“El 12… tendría que ser antes del 12, ¿verdad?”, dijo Cid, haciendo referencia al día en que el tribunal electoral certificaría la victoria de Lula. “Hablaré con el presidente. A veces la cuestión es su personalidad. Aguarda, aguarda, aguarda, aguarda a ver hacia dónde va la cosa. A ver quién lo apoya. Pero a veces el tiempo es corto, ¿verdad? No podemos esperar mucho más”.
La orden de arresto emitida por De Moraes la semana pasada hace referencia al comentario de Cid, pero no incluyó su declaración completa.
Cid ya estaba bajo arresto domiciliario luego de que el año pasado firmó un acuerdo con las autoridades en el que se declaró culpable. Su testimonio ha ayudado a las autoridades a recopilar evidencia en diferentes casos dirigidos contra Bolsonaro y algunos de sus principales asesores, incluido Walter Braga Netto, jefe de gabinete de Bolsonaro y compañero de fórmula para la reelección.
En los audios, el general Fernandes, quien estaba entre los que De Moraes ordenó arrestar la semana pasada, afirmó repetidamente que las elecciones presidenciales de Brasil habían sido manipuladas a favor de Lula, e insistió en que el alto mando militar enfrentaba presiones para ayudar a la causa de Bolsonaro antes de que su rival izquierdista asumiera el poder.
“Cualquier solución, ya sabes, no ocurrirá sin romper huevos”, dijo. “Tenemos que lanzarnos. Tenemos apoyo popular”.
Miles de seguidores de Bolsonaro acamparon afuera de las instalaciones del Ejército para presionar a los líderes militares a que apoyaran al entonces presidente. Informes de prensa en ese momento dijeron que no había suficiente apoyo en el alto mando para dar un golpe de Estado. Los partidarios de Bolsonaro sólo regresaron a casa después del motín del 8 de enero, por órdenes del nuevo comandante del Ejército.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
La Voz