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Sin carnes ni manteles. Cómo es el restaurante de Villa Crespo que eligió Lenny Kravitz y qué comió

Lenny Kravitz llegó el domingo a la Argentina para tocar en el Movistar Arena el miércoles 27 y el jueves 28 de noviembre, que en esta gira presenta su último álbum Blue Electric Light. El músico aprovechó los días previos a sus dos shows para pasear por Buenos Aires y disfrutar de su amplia oferta gastronómica y, según pudo saber LA NACION, dos de los lugares elegidos fueron Naranjo Bar, en Chacarita, y Chuí, uno de los restaurantes vegetarianos del momento, en Villa Crespo.

Kravitz arribó al local gastronómico que ofrece un menú sin carnes ni manteles acompañado por un grupo reducido de seguridad en los primeros turnos de reserva, alrededor de las 19.47. Allí, el artista se reunió con algunos realizadores y productores y recorrió los alrededores del restaurante. Respetuoso y sonriente, interactuó con los vecinos y con los comensales del lugar y accedió a sacarse fotos con la gente que se le acercó.

Lenny Kravitz

LA NACION accedió al menú solicitado por Kravitz en Chuí. Para acompañar su cena en Buenos Aires, el cantante estadounidense eligió un vino blanco de la Patagonia y un tinto ligero de Maimará. Como tentempié, Kravitz degustó la focaccia de masa madre a la leña y quedó encantado por su sabor ahumado, tanto que pidió una segunda ronda.

Además, el músico degustó la palta quemada y el queso llanero. Como plato principal, optó por un ceviche de sandía ahumada y un ramillete de gírgolas a la leña. Para cerrar la velada, el artista se animó a saborear uno de los favoritos de la carta del lugar “el Doble Magic”, un brioche de gírgolas y salsa de chiles tatemados. “Se fueron felices y agradecidos. Prometió volver”, le comentó un representante de Chuí a LA NACION.

Disciplinado, el cantante estadounidense suele mantener un perfil bajo y los días que tiene shows programados prefiere mantener su agenda libre de distracciones. Es probable que por el momento sus paseos por la ciudad se suspendan y que priorice su descanso.

Kravitz se presentó por última vez en nuestro país en 2019, en el marco del festival Lollapalooza. “Kravitz habla de celebrar la vida, el amor, de pararse del lado correcto de la historia. Y acto seguido arremete con un himno soul novísimo que conecta con Curtis Mayfield y el mismísimo Sam Cooke. Se trata de ´It’s Enough´, de su celebrado nuevo álbum Raise Vibration. ‘Es suficiente’, canta una y otra vez, como en un mantra pacifista y certero. No es casual que la canción llegue inmediatamente después de un pasaje en el que Lenny y su banda hilvanaron ‘American Woman´ con ´Get Up Stand Up´, de Marley y Tosh”, señaló la crónica de LA NACIÓN, que no dudó en calificar al show de Kravitz como uno de los más contundentes de aquella edición de Lollapalooza.

Zanahoria, labne, gremolata de pecanas.

Chuí, de terreno baldío a boom gastronómico

Hasta hace pocos años, el terreno donde hoy se encuentra este restaurante, considerado una de las experiencias gastronómicas del momento, era tan solo un terreno baldío junto a las vías del tren, en el límite entre Villa Crespo y Chacarita. Pero su historia, y la del barrio, cambió cuando el gobierno de la Ciudad levantó las vías con un viaducto, liberando así grandes terrenos, muchos de los cuales pasaron a albergar restaurantes y bares, reconvirtiendo al barrio, históricamente residencial, en una zona culinaria de moda.

Así surgió Chuí. “Cuando lo vimos por primera vez, supimos que era el lugar. Era todo muy trash, había un Fiat Spazio arrumbado, había chapas por todos lados”, contó a LA NACION uno de sus cuatro creadores, en mayo de 2022.

En invierno, las mesas exteriores de Chuí son calefaccionadas con pequeñas estufas de exterior

A más de tres años de su inauguración, este restaurante recibe a unos 500 comensales por día. No solo se distingue por la experiencia de cocina abierta, sino también por su menú vegetariano, en el que abundan los platos cocinados a partir de productos primarios de diferentes extremos del país.

Chuí fue un éxito desde sus inicios. Los cuatro socios detrás de este proyecto se conocían poco cuando decidieron aventurarse a trabajar juntos. Son los gastronómicos Hernán Buccino y Martín Salomone, socios también de los bares Soria y Festival, en Palermo; el arquitecto Ivo Lepes, hermano de Narda Lepes, y Nicolás Kasakoff, cineasta y director de la agencia Landia. Consultados por LA NACION, los dueños prefirieron no decir cuánta propina dejó la mesa del emir de Qatar

Los cuatro socios: Hernán Buccino, Martín Salomone, Ivo Lepes y Nicolás Kasakoff

El emir llegó a la Argentina el miércoles pasado, a bordo del Aquarius, un lujoso yate que alquiló en Brasil. Venía de pasar las fiestas de fin de año en los mares de Punta del Este. Su buque llegó al país acompañado por una segunda embarcación, el Alpha, donde viajaban agentes de seguridad y funcionarios qataríes. Al día siguiente, el jueves pasado, arribó al Aeropuerto Internacional de Bariloche, en compañía de Gaudio. Según revelaron fuentes a LA NACION, se espera que se reúna con el expresidente Mauricio Macri, que se encuentra de vacaciones en su casa de Cumelén, en Villa La Angostura. Mientras, el buque Aquarius permanece anclado en el Puerto La Plata, esperando el regreso de su inquilino a la Capital. El monarca paga un millón y medio de dólares por semana de alquiler.

La carta completa de Chuí

LA NACION

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