Siria: con primer ministro interino, el país trata de recuperar la normalidad
El hasta ahora jefe del gobierno paralelo instaurado por Hayat Tahrir al Sham (HTS) en las zonas bajo su control en la provincia de Idlib, Mohamed el Bashir, fue nombrado como primer ministro interino para un proceso de transición que debería terminar el 1 de marzo de 2025, según confirmó él mismo tras una reunión para abordar la situación luego del colapso del régimen de Bashar al Assad.
Al Bashir dijo que recibió el encargo de “encabezar el gobierno sirio hasta marzo de 2025″, antes de afirmar que se trata de “un gobierno de salvación” que estará integrado por un número indeterminado de ministros, cuyas identidades serán reveladas en los próximos días
Señaló que la decisión se tomó tras una reunión con altos cargos del gobierno de Al Assad para “abordar el período de transición”, luego del encuentro del lunes entre el líder de HTS, Abu Mohamed al Golani, y el primer ministro. saliente, Muhamad al Yalali.
Calles transitadas
Damasco, la capital siria, regresó este martes a una relativa normalidad, con una reapertura casi total de los comercios y el retorno del tráfico caótico apenas tres días después de la caída de Bashar al Assad, de cuyo derrocamiento quedan aún carteles en la calle en forma de coches quemados, carteles vandalizados y una ausencia casi total de autoridades.
Tiendas de alimentos, restaurantes, hoteles ahora plagados de periodistas extranjeros, taxistas y talleres de autos, entre otros cientos de negocios, reabrieron como si no hubiera pasado nada, entre alguna que otra celebración callejera, algún tiro al aire y transeúntes que mostraron la bandera siria con tres estrellas emblema de este derrocamiento.
Los insurgentes del Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS, en árabe) son ahora la fuerza que controla la ciudad y la única autoridad “visible”, mientras el gobierno provisional que encabeza desde este martes el Al Bashir como primer ministro comienza a asumir funciones.
La nueva policía es el Servicio General de Seguridad, que ya sirve en los territorios del noroeste dominados por los insurgentes y que ahora, de momento en muy poco número, asumirá la responsabilidad de guardar la seguridad pública.
Mientras se despliegan, son los milicianos quienes se han dejado ver más. Muy jóvenes, barbados, armados con fusiles automáticos y vestido con camperas de camuflaje, pantalones y zapatillas de deporte y con pañuelos de muchas formas y colores anudados en la cabeza, su presencia en las calles es discreta pero constante.
Coches policiales y militares calcinados son la única presencia de los viejos poderes en las calles, en contraste con las camionetas completamente cubiertas de barro, el rasgo que distingue a los vehículos que, desde el inicio de la ofensiva el pasado 27 de noviembre bajaron desde su reducto de la provincia norteña de Idlib hasta la capital siria.
¿Quién es el nuevo primer ministro)
Nacido en Jabal Zawiya (noroeste de Siria ) en 1983, Mohamed al Bashir es ingeniero de profesión
Se graduó en Ingeniería Eléctrica y Electrónica en la Universidad de Alepo en 2007 y, posteriormente, en Sharía (ley islámica) en la Universidad de Idlib, la provincia nororiental que sirvió de principal feudo opositor del Gobierno de Al Assad. en los últimos años y de donde es oriundo.
En 2011, trabajó en la Compañía Siria de Gas como responsable del departamento de instrumentos de precisión, de acuerdo a su currículo.
También cuenta con diferentes diplomas, entre los que destacan sus cursos en inglés avanzado, así como certificados en gestión de proyectos y planificación administrativa.
Pero el salto a la política lo dio tras las revueltas populares de 2011 contra Al Assad, en el marco de la llamada Primavera Árabe que, posteriormente, se extendieron por toda Siria y fueron reprimidas por el régimen y sus aliados, entre ellos Irán y Rusia.
Al Bashir fue nombrado el pasado enero como jefe del Gobierno de Salvación, una suerte de rama política que está vinculada al Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), y cuya sede está en Idlib.
Antes de pasar a ser el jefe del Gobierno de Salvación, estuvo como ministro de Desarrollo y Asuntos Humanitarios bajo el que era entonces el cabecilla de esa administración en Idlib, Ali Keda.
Durante ese período, se centró en modernizar esta región tan castigada por la guerra y atender las necesidades humanitarias de unos tres millones de personas en esa provincia, la mitad de ellas desplazadas y que sufrieron terribles ataques del Gobierno sirio y bombardeos. de la aviacion rusa.
La Voz