Desenterraron en Nápoles un sarcófago de 2000 años de antigüedad y la momia de su interior tenía algo inesperado
La región sur de Italia volvió a ser noticia esta semana luego del hallazgo milenario dentro de la famosa Tumba de Cerbero. Se trató de un sarcófago oculto en la ciudad de Giugliano, al noroeste de Nápoles, que sobrevivió más de 2.000 años en condiciones climáticas adversas. Cuando destaparon el cajón, los arqueólogos se toparon con una sorpresa.
Este tipo de descubrimientos suelen darse en toda la península itálica de forma periódica. Recientemente, en la isla de Sicilia se encontró una vasija de hace más de 20 siglos con alimento intacto en su interior. A ese hito se le suma el de los restos óseos de un hombre que fue enterrado con un ritual particular y llamativo para esa región antes de la consolidación del Imperio Romano.
Cuando los expertos de Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje del Área Metropolitana de Nápoles encontraron un pasadizo secreto en la Tumba de Cerbero, avanzaron por él hasta que dieron con la majestuosa necrópolis. Al retirar el sarcófago, que permaneció sellado por miles de años, notaron que la momia estaba en perfecto estado.
El cuerpo del difunto fue cubierto con un sudario y ungüento, que con el paso del tiempo se mineralizó debido a las condiciones climáticas. Para sorpresa de los arqueólogos, a su lado ubicaron utensilios de limpieza y otras preparaciones orgánicas para mantener la estabilidad del cuerpo antes de ser depuesto en el mausoleo.
Marian Nuzzo, superintendente del Ministerio de Cultura italiano, dijo en un comunicado oficial: “Los análisis de laboratorio realizados en muestras tomadas de los enterramientos y los lechos de deposición han devuelto una cantidad considerable de datos sobre el tratamiento del cuerpo del difunto y los rituales funerarios implantados, enriqueciendo considerablemente el panorama de nuestros conocimientos”.
Los científicos tomaron muestras de la cámara funeraria, en particular del sudario, para determinar el tipo de tejido y también ADN para ser analizado, con el fin de determinar la ascendencia y origen de la persona que depositó allí. Por lo pronto, ya averiguaron que el cuerpo fue tratado con cremas de Chenopodium -más conocido en la zona como ‘pata de ganso’- y ajenjo, destinadas a mejorar su conservación.
Se espera que para el próximo año obtengan los datos certeros acerca de este sujeto, en particular por el estado casi perfecto de su estructura ósea que no se deterioró. Aquella información contribuirá a que se conozca a fondo la composición social y cultural de la región hace 2000 años.
LA NACION