El chavismo acusa al gendarme de formar parte de un plan para rescatar a los asilados de la embajada argentina en Caracas

Días después de reconocer que tiene detenido al gendarme Nahuel Gallo en algún lugar del territorio venezolano, el número 2 del gobierno chavista, Diosdado Cabello, sostuvo hoy que el joven miembro de la fuerza de seguridad era parte de un “plan” para sacar de la embajada argentina en Caracas a los seis opositores al régimen bolivariano, que desde marzo se encuentran asilados en esa sede diplomática, hoy bajo bandera brasileña.

Según un cable de la agencia de noticias ANSA, Cabello aseguró que Gallo, capturado por el gobierno venezolano cuando ingresaba a Venezuela, presuntamente desde Colombia, “articulaba un plan para sacar de la embajada de Argentina a los seis dirigentes opositores”, que responden a la dirigente opositora María Corina Machado.

Según Cabello, el gendarme argentino “estaba coordinado” con un equipo del criminalista, ex preso político y hoy exiliado Iván Simonovis, a quien denomina El Reno, para llevar a cabo esa supuesta operación de rescate. Y da una fecha tentativa para la ejecución del plan: entre el 13 y el 25 de diciembre.

Gallo está detenido en Venezuela desde el 8 de este mes, sin que hasta ahora el Gobierno sepa de su paradero, ni haya logrado avanzar en su liberación por la gestión de terceros países, como Brasil y Francia. También hoy, el embajador de Brasil en Buenos Aires, Julio Bitelli, reconoció en declaraciones radiales que su país realizó un pedido formal por el paradero del gendarme al gobierno de Nicolás Maduro el viernes pasado, hasta ahora sin respuesta. Para Argentina, se trata de una “detención arbitraria e injustificada”.

Días atrás, Cabello había desafiado al gobierno argentino, al afirmar que Gallo “venía a cumplir una misión” a Venezuela, y dudando de la veracidad de la versión de Buenos Aires, que argumenta que el gendarme llegó a ese país a visitar a su pareja y un hijo de ambos. “Les ha dolido (la detención) …te metes en su Instagram y da la vuelta al mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Cómo lo logra? ¿Qué vino a hacer a Venezuela?”, había dicho Cabello, con tono amenazante, el lunes, con una imagen del fallecido presidente Hugo Chávez a sus espaldas.

“Todos los detenidos en Venezuela se les garantiza sus derechos fundamentales”, se atajó Cabello, y tildó de “fascista” a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien cuestionó duramente a Maduro y Cabello por la detención del gendarme.

“Liberá a Nahuel Gallo o atenete a las consecuencias”, le advirtió la ministra de Seguridad a través de las redes sociales. “Sos el lacayo de una dictadura criminal y cobarde”, agregó la ministra. Em defensa de la postura del Gobierno, el canciller Gerardo Werthein, con quien Bullrich coordina los pedidos de negociación con terceros países, sostuvo el martes que “el gendarme tiene una hija argentina de dos años y su mujer se fue a ayudar a su madre a Venezuela. Él las fue a visitar y lo detuvieron arbitrariamente, y lo acusan de cumplir misiones”, dijo Werthein a LN+.

Ante las dudas del chavismo-que afirma que Gallo no provenía de Colombia, como dice el Gobierno-Werthein aseguró que “los movimientos de Nahuel Gallo están asentados por la Dirección de Migraciones. También se quejó de tener “empleados de la embajada que han sido llevados a la cárcel, acusados o imputados de un montón de crímenes, y con familias amenazadas”, agregó el canciller.

Sin diálogo directo con Venezuela-la delegación diplomática fue expulsada de ese país en agosto pasado, luego de los cuestionamientos a las elecciones del 28 de julio en la que Maduro lograra su reelección-el Gobierno apeló ayer a la “colaboración” del kirchnerismo. “Llama la atención y es vergonzoso que, hasta esta hora, el kirchnerismo, que tiene una profusa amistad con Maduro, no ha condenado su dictadura ni el proceso electoral y el fraude. No se ha pronunciado para pedir la liberación del gendarme. Todos los argentinos deberíamos hacer causa común. Tanta amistad que tienen, deberían estar reclamándole la liberación”, dijo el ministro de Defensa, Luis Petri.

LA NACION