Gustavo Costas, DT de Racing: del “a Papá Noel es al único vestido de rojo que dejo entrar en mi casa” al plantel que tiene: “hoy todos tienen un valor superior al que se los compró”
Gustavo Costas está viviendo un momento soñado como DT. Luego de ganar con Racing la Copa Sudamericana y darle al club un título internacional luego de 36 años, recibe elogios y la admiración de los hinchas. Pero no se queda en los laureles conseguidos, sino que va por más, redobla desafíos para 2025.
En la víspera de Navidad, sorprendió, fiel a su estilo, negando a cualquiera que esté vestido de rojo, en clara alusión a los colores de Independiente, el rival de toda la vida: “A Papá Noel es al único vestido de rojo que dejo pasar en mi casa, por los nenes”. Y con respecto a los pedidos para 2025, dijo en la entrevista que le hicieron para ESPN: “Sólo voy a agradecer lo que nos tocó vivir. No voy a pedirle nada. Concretar este sueño de ser campeón con Racing… No hay ni millones de dólares ni euros que pueda equiparar este logro. Racing me dio la posibilidad de demostrar que no sólo soy capaz de ser campeón en otro país, sino en la Argentina también”.
No se fue a ningún lado, sigue en Buenos Aires, pendiente de los refuerzos y posibles salidas: “Suspendí las vacaciones y me quedo acá. Tenemos que resolver muchos temas, todavía no había arreglado la renovación con Racing y estaban otros equipos… Igual nunca dejamos de trabajar porque hablábamos con los dirigentes de la pretemporada porque el tiempo no te alcanza. El plantel lo hizo muy bien y merecen el descanso pero si me voy de vacaciones me iba a empezar a pelear con todos, empezando por mi mujer, jaja”.
“Hace un mes estábamos festejando en Paraguay… Fue increíble. El hincha de Racing se sintió identificado. Los jugadores lograron estar a la altura del hincha, que es algo muy difícil de lograr. Todos juntos, en el partido con Corinthians allá, cuando le hicimos el empate y el festejo fue hermoso. La gente no tenía plata y viajó igual, con el calor. Superó la Libertadores por cómo lo vivimos. Me encantó que mi gente esté feliz”.
“Volvía a ver la final, sí. El primer tiempo ya lo podíamos haber definido con Cruzeiro. Cuando anularon el gol de Martirena el primero… me cagué todo. Fuimos con una confianza enorme. No agrandados, sino confiados. Después son partidos, pero estábamos muy confiados. Veía a los chicos que te daban esa tranquilidad y toda la fe. Pero fuimos muy superiores y lo ganamos en el primer tiempo”.
Tuvo la chance de pelear el bicampeonato, pero las derrotas con Estudiantes y Central Córdoba lo condicionaron en la Liga Profesional: “El de Estudiantes (caída por 5-4 en el último minuto) fue esos partidos que lo jugás diez veces y no lo perdés. Defensivamente no estuvimos mal pero ya estábamos muy desgastados. No sólo en lo físico sino desde lo mental. Fue un año dificilísimo. Llegaron jugadores sobre la marcha del arranque del campeonato. Nos costó armar el equipo porque Carbonero y Roger estuvieron mucho tiempo lesionados; Juanfer tuvo problemas familiares. En un momento parecíamos el Barcelona y en otro nos teníamos que ir todos. Lo bueno que llegamos al final con jugadores infiltraron para poder jugar… A los jugadores no le puedo decir nada porque dejaron todo”.
¿Le molestaron las críticas en las semanas previas a la victoria ante Boca? “Lo que más me molestaba eran las críticas de los periodistas partidarios. He salido campeón en todos lados y me trataban como si no hubiera dirigido nunca. Yo estaba tranquilo porque teniendo este grupo y uno haciendo las cosas como teníamos que hacerlas, estaba tranquilo. Sabíamos cómo teníamos que jugar, cómo nos teníamos que parar. Jugábamos con línea de 3 siempre, a veces cambiábamos. Perdimos a García Basso por lesión, pero yo estaba tranquilo por el grupo que tenía”.
Las continuidades de Juanfer Quintero y Roger Martínez son la prioridad para la nueva dirigencia. ¿Van a seguir? “Es difícil. Hablé mucho con Juanfer, con los dos ya. Son jugadores que a veces lograron algo y capaz no quieren seguir. Hay que dejarlo que él elija. Como Roger. Ojalá se queden. Lo que demostró Roger con Corinthians y en la final fue impresionante, dejó la vida como jugador. Yo los motivé para que sigan, pero después está el tema personal y económico. Si les ofrecen más en otros lados. Les hablé a todos pero sabemos que va a ser difícil que se queden todos”. ¿Hay un jugador como Juanfer? “Estamos hablando con Seba Saja, qué posibilidades hay… Es muy difícil tener 12 jugadores que hoy te los piden todos. Tiene que ser un mimo y un orgullo para todo Racing. El plantel nos salió dos pesos… y hoy tienen un valor superior a los que se los compró”.
Adrián Maravilla Martínez hizo 30 goles en el año para Racing, pero a los 32 años no hizo todavía una gran diferencia económica. Entonces, es una de las figuras que puede emigrar: “Todos los días hablo con él. Es difícil porque aparecen ofertas. Lo más raro era que Maravilla me pida un cambio. En la final me dijo ‘hasta acá llegué’. Estaba fusilado, dejó todo, hasta lo que no tenía. Pero él no quiere salir nunca; otro se te queda parado. El piensa en el equipo, otro se quedaría parado hasta el final, pero él no. Ojalá se quede”.
Cuando le preguntaron si se sentía el máximo ídolo de Racing, lo descartó: “No, soy hincha. Es más, cuando me muera quiero que me reconozcan por ser hincha… ïdolos son Maschio, Rulli, Basile, yo soy hincha de Racing. Y hago todo para que Racing esté bien. Quiero que sea un club serio porque pasamos por momentos muy malos. Entonces ahora hay que pensar en Racing poruqe a veces no se piensa en Racing. Si Diego Milito o Víctor (Blanco) buscaban otro DT, no me importaba porque yo quería que Racing le vaya bien”.
Subida la vara no bien asumió, diciendo que había que conquistar un campeonato, y ganado luego el título internacional con la Copa Sudamericana…, ¿y ahora? “Nosotros tenemos que seguir ganando. Tenemos que exigirnos, porque la historia la escriben los que salen primero. Yo lo que hablé en mi presentación hablé como hincha, por que sé que se quejaba la gente porque nunca ganábamos nada internacional. Y eso me salió como hincha, porque no suelo preparar las declaraciones”.
“Agradezco al grupo haberme regalado esto. Lo agradezco como DT, pero más como hincha”, dijo con respecto a la obtención del certamen internacional luego de 36 años. “Para sacarle lo mejor al jugador, tenés que estar encima de ellos las 24 horas. Son humanos que tienen problemas. Siempre trato de estar con todos y preguntarles qué les pasa. A mí me fue bien así, en Paraguay, en Perú, en Colombia. Nunca le miento a un jugador. Si fuiste un desastre también se los digo. Y ellos me dicen que les gusta que les hable así. El jugador tiene que estar bien de la cabeza y yo tengo una pasión bárbara. Yo lo siento así al fútbol y la estamos perdiendo… A veces tenemos la culpa los DT, los preparadores físicos. Lo más lindo es que vos sientas para quien jugás”.
“No me dieron la camioneta”, cuando le mostraron el premio de la Copa Sudamericana. Y aclaró: “recién hablé con Almendra, de la vida, no de fútbol. Estoy muy contento con el grupo que tenemos”, ya que el volante fue uno de los que les había reclamado la “camioneta” para que la sortee con el plantel. “Nunca me la dieron”, reclamó.
“Desde chico que no uso nada rojo. Yo tenía 25, 26 años y un compañero me trae para mi cumpleaños una remera roja… Ojo que me siento mal porque hay hasta gente de Independiente que me pide una foto, que me abraza, los de Boca y River también. Siempre fui rival y siempre la pasábamos mal en la década del 70 y gracias a Dios ahora puedo disfrutar esto, que nosotros estemos en la Copa (Libertadores) y ellos no”. Y agregó: “No quiero que a Independiente le vaya bien, digo en serio. Pero sí… Le quiero ganar en la cancha. Lo que me molesta es que reventaron el club, después hablamos de sociedades anónimas. De corazón. Que vayan y te derrumben una institución. ¡Y son hinchas! Pero destruyen todo. a Racing nos mandaron a la quiebra!”.
“Con Lautaro Martínez y Rodrigo De Paul hablé cuando vinieron a ver la reserva al predio Tita y les dije: “Ustedes tienen que volver a casa. Hagan la plata que tengan que hacer pero vuelvan. El sentido de pertenencia no se puede perder. Ellos dos son los que le siguen a Diego Milito y Licha López”.
LA NACION