La competencia en el fútbol argentino ya empezó y se juegan tiempos clave
La competencia en las dos principales categorías del fútbol argentino ya empezó. Con todos los planteles de las hiperpobladas Liga Profesional (30) y Primera Nacional (36) metidos de lleno en el trabajo, luego del receso y las vacaciones (más cortas en Primera que en la principal categoría de ascenso), los clubes ya comenzaron a jugar uno de los partidos clave, ese que marcará gran parte de los destinos anuales.
Son días de armados de plantel, de formación de grupo, de definir objetivos, de evaluaciones, de inculcar convicciones y de lograr la mejor puesta a punto mental, física y futbolística posible pese al poco tiempo antes del inicio de los torneos. Es una etapa determinante para encarar todo lo que viene.
El desafío se juega en diferentes ámbitos, porque mientras entrenadores, preparadores físicos, equipos de colaboradores y futbolistas transitan sus preparaciones, las dirigencias trabajan con frenesí en la resolución de altas y bajas para terminar de definir los planteles. Son horas y horas invertidas en negociaciones desgastantes en un mercado de pases que hasta ahora asoma tranquilo y con River como punta de lanza por la cantidad y la calidad de refuerzos rutilantes ya confirmados, aunque nada asegure nada, algo que en Núñez pueden dar fe.
Esta época es fundamental porque se trata de colocar, con incorporaciones y elecciones de jugadores, la piedra basal para casi todo el resto del año. Pero además, una vez que ya se sumaron los futbolistas que se tenían en el radar hay que conseguir que lo más rápido posible se empapen de la idiosincracia y de los objetivos del club para el cual van a desempeñarse, algo que muchas veces es más difícil de lo pensado.
Con los campeonatos en el horizonte ya que empezarán a fin de mes, son más que cortos los plazos que corren para contratar jugadores, lograr que entren rápido en sintonía con el grupo y el equipo y tenerlos e plenitud para el día y la hora que se largue la competencia. Pero estos son los tiempos que maneja el fútbol argentino y hay que participar en esas condiciones, que les competen a todos, sin distinción de camisetas y pergaminos.
Lo trascendente es intentar hacer lo mejor y tener la convicción de que se puso hasta lo imposible para que el resultado fuera el ideal. Porque si así fue, la tranquilidad de conciencia será absoluta más allá de si alguna meta quedó sin cumplir.
La Voz
La competencia en las dos principales categorías del fútbol argentino ya empezó. Con todos los planteles de las hiperpobladas Liga Profesional (30) y Primera Nacional (36) metidos de lleno en el trabajo, luego del receso y las vacaciones (más cortas en Primera que en la principal categoría de ascenso), los clubes ya comenzaron a jugar uno de los partidos clave, ese que marcará gran parte de los destinos anuales.Son días de armados de plantel, de formación de grupo, de definir objetivos, de evaluaciones, de inculcar convicciones y de lograr la mejor puesta a punto mental, física y futbolística posible pese al poco tiempo antes del inicio de los torneos. Es una etapa determinante para encarar todo lo que viene.El desafío se juega en diferentes ámbitos, porque mientras entrenadores, preparadores físicos, equipos de colaboradores y futbolistas transitan sus preparaciones, las dirigencias trabajan con frenesí en la resolución de altas y bajas para terminar de definir los planteles. Son horas y horas invertidas en negociaciones desgastantes en un mercado de pases que hasta ahora asoma tranquilo y con River como punta de lanza por la cantidad y la calidad de refuerzos rutilantes ya confirmados, aunque nada asegure nada, algo que en Núñez pueden dar fe.Esta época es fundamental porque se trata de colocar, con incorporaciones y elecciones de jugadores, la piedra basal para casi todo el resto del año. Pero además, una vez que ya se sumaron los futbolistas que se tenían en el radar hay que conseguir que lo más rápido posible se empapen de la idiosincracia y de los objetivos del club para el cual van a desempeñarse, algo que muchas veces es más difícil de lo pensado.Con los campeonatos en el horizonte ya que empezarán a fin de mes, son más que cortos los plazos que corren para contratar jugadores, lograr que entren rápido en sintonía con el grupo y el equipo y tenerlos e plenitud para el día y la hora que se largue la competencia. Pero estos son los tiempos que maneja el fútbol argentino y hay que participar en esas condiciones, que les competen a todos, sin distinción de camisetas y pergaminos.Lo trascendente es intentar hacer lo mejor y tener la convicción de que se puso hasta lo imposible para que el resultado fuera el ideal. Porque si así fue, la tranquilidad de conciencia será absoluta más allá de si alguna meta quedó sin cumplir.