Las chicas solo quieren su “Wirkin”
NUEVA YORK.– Visitar familia y amigos en Argentina y Uruguay es el mejor plan de fin de año para esta cronista, y cada día en la playa es un deleite. Entonces, ¿por qué, por qué, está maldiciéndose por no haber vuelto al frío, el estrés y la nieve ligeramente gris de Manhattan un poco antes?
Es porque se perdió no solo una tendencia para reportar, sino “la” tendencia que arrasó aquí en la época de fiestas. Era (¡qué terrible tener que usar, por la diferencia de apenas unos días, el tiempo verbal pasado!) una cartera que se vendía a través de las cadenas de supermercados Walmart. Y que reavivó un análisis del consumo que suele quedar adormecido en la época que gira sobre los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos.
La cartera en cuestión inmediatamente recibió el mote de “Wirkin”, una mezcla de “Walmart” con “Birkin,” la cartera más emblemática de Hermès, por su parecido con ésta.
En el mundo de los accesorios de lujo están los “fakes” (copias abiertamente “truchas”, que son perseguidas por infringir las leyes de propiedad intelectual) y los “dupes”. Estos últimos son diseñados para confundir (“dupe”), pero no tienen la marca ni ciertos detalles identificatorios del original, y legalmente existen en una zona gris
La Birkin es, en las palabras de The New York Times, un “emblema de estatus y riqueza reconocido mundialmente”, con precios entre 10.000 y 400.000 dólares. Se volvió tan cara y difícil de conseguir, con largas listas de espera, que su valor creció más rápido que el índice S&P 500 y el precio del oro, con un retorno de la inversión del 500% en 35 años.
Walmart no se refirió ni una sola vez al bolso que ofrecía online por menos de 100 dólares como una Birkin. Pero desató un desenfreno en TikTok, donde las influencers se volvieron locas por el producto, muy bien hecho y que lucía similar al original, pero que no se compraba en un puestito oscuro de cosas “truchas” en la calle, sino a través de una de las grandes tiendas en las que el norteamericano medio confía.
Dirigiéndose a las celebrities millonarias que se quejaban, les recriminó: “Ustedes hicieron alarde del estilo de vida que implica tener estas carteras, hicieron que pareciera que nunca llegaríamos a ser parte de él, pero ahora podemos serlo y de manera justa”
Esa fue la gran diferencia. En el mundo de los accesorios de lujo están los “fakes” (copias abiertamente “truchas”, que son perseguidas por infringir las leyes de propiedad intelectual) y los “dupes”. Estos últimos son diseñados para confundir (“dupe”), pero no tienen la marca ni ciertos detalles identificatorios del original, y legalmente existen en una zona gris. El Wirkin es considerado un “dupe”, y según Forbes, “llevó los engaños a un nivel completamente nuevo”, ya que la conexión con Walmart le daba tanta más respetabilidad.
Las críticas, así como las defensas, fueron feroces. Por un lado, estaban los que insistían en el costo que la moda rápida tiene para el medio ambiente, y las malas condiciones que suele significar para los trabajadores –si bien, una vez más, la conexión con Walmart debería haber sido una mínima garantía–.
Luego estaban las celebridades que se mostraban horrorizadas en los medios sociales y temerosas de que se devaluaran las carteras originales que tanto les había costado conseguir. Pero también estaban las que celebraban las Wirkin como un logro social. En TikTok, la estrella del reality Real Housewives, Bethenny Frankel, dijo que la Wirkin “rompió el techo de cristal” de la industria del lujo. “Básicamente esto es la turba que asalta el castillo”, sintetizó a sus millones de seguidores. Dirigiéndose a las celebrities millonarias que se quejaban, les recriminó: “Ustedes hicieron alarde del estilo de vida que implica tener estas carteras, hicieron que pareciera que nunca llegaríamos a ser parte de él, pero ahora podemos serlo y de manera justa”, dijo.
También estaban los consumidores que no usarían ni un original ni una versión abiertamente trucha, pero que –como esta cronista– hubieran llevado encantados la Wirkin de manera irónica o ligeramente provocadora.
Las Wirkin se agotaron para Reyes y Hermès no inició ninguna demanda –si no pudo o no quiso, no se sabe–. El tema salió en todos los medios, y fue un golpe de efecto para Walmart. La cadena no solo logró aparecer en los radares de los fashionistas de la Gran Manzana, sino que muchos neoyorquinos permanecen a la espera de qué novedad ofrecerán dichos supermercados en 2025 para evitar lo peor que puede pasar en esta ciudad, que es quedar afuera. Esta cronista, por lo pronto, ya está en las gateras.
LA NACION