NACIONALES

Feminismo versus realidad

En 2023, el ex Ministerio de la Mujer dilapidó 300 mil millones de pesos de hoy, y, sin embargo, los asesinatos de mujeres alcanzaron un récord histórico en Argentina. Desde el Ministerio de Justicia, siguiendo las instrucciones del Presidente Javier Milei, adoptamos un enfoque diferente: cerrar el Ministerio de la Mujer y ser implacables con los violentos. Así, en solo un año se redujeron los asesinatos de mujeres en más de un 10% y la tasa de homicidios general bajó a 3.8, la más baja en 25 años.

Hablo de asesinatos de mujeres ya que el concepto de “femicidio” ha sido distorsionado por las élites feministas, quienes dicen que cada homicidio de una mujer es motivado únicamente en su condición de ser mujer. Este diagnóstico arbitrariamente distorsionado nos dificulta combatir el delito y perjudica a quien dice proteger. La estrategia que adoptamos desde el Gobierno se trata de sentido común. Enfrentamos todas las formas de violencia, no solo contra las mujeres sino también contra hombres, niños, adolescentes y personas mayores. Además, les damos las herramientas a la Justicia para encarcelar a los delincuentes rápidamente. Por ejemplo, implementamos el Sistema Acusatorio, en 12 provincias (la mitad del país) que permitió dictar sentencias en 48 horas.

También enviamos al Congreso de la Nación leyes fundamentales para el sistema penal como la baja de edad de imputabilidad, porque quien tenga la audacia de empuñar un arma y arrebatar una vida, debe enfrentar las consecuencias legales y cumplir una condena en prisión. En igual sentido, se presentó la Ley de Reiterancia para terminar con la puerta giratoria y que aquellos delincuentes que tienen varias causas en trámite y no tienen condena firme no puedan ser liberados por la justicia de forma simple y automática si cometen otro delito. Esta es nuestra forma de proteger a los argentinos. Los gobiernos anteriores creían que para evitar el asesinato de una mujer había que gastar millones de dólares en cursos feministas ideologizados contra el “patriarcado”, que en el fondo no eran más que una excusa para designar empleados militantes y pagarle el sueldo a amigos, ñoquis o personas sin idoneidad ni mérito. Y para colmo, con los agresores eran blandos porque su ideología los hace creer que los delincuentes son víctimas. Este absurdo fue evidente durante la pandemia, cuando liberaron cientos de presos.

También tuvieron otras ideas ridículas como el dogma de “yo te creo hermana” que motivó muchos casos de falsas denuncias, llevando a condenas injustas, suicidios y destrucción de vidas y familias. Estas políticas destruyeron el principio de presunción de inocencia y de igualdad ante la ley. Lejos de estas agendas importadas, las mujeres argentinas están preocupadas por que sus hijos tengan algo para comer, que no los atrape la droga en la calle y poder comprarles los útiles para la escuela. No están preocupadas por cambiarle el sexo a sus hijos. Esta agenda extranjera nos impuso prioridades desconectadas de la realidad, gastando recursos millonarios. Por ejemplo, despilfarraron 80 mil dólares en la Asamblea Nacional de Mujeres Afrodescendientes y Lesbianas, Bisexuales, Travestis, Trans y No Binaries. Habría que pensar qué es empoderar a la mujer. El feminismo plantea que empoderar a la mujer es promover el aborto. Para nosotros, empoderar a la mujer es proteger a la vida y la familia, que es el núcleo y sostén de nuestra sociedad. El feminismo plantea que empoderar a la mujer es gastar millones de dólares en cursos que se probaron que no cambiaron nada. Nosotros pensamos que empoderar a la mujer es ser implacables con los que las agreden. El feminismo plantea que empoderar a la mujer es querer transformarlas en hombres. Nosotros creemos que empoderarlas es valorarlas como mujeres, con sus características y grandes virtudes distintas a los hombres. Y sin promover el odio entre sexos, sino una convivencia pacífica en la que el Estado se preocupe de garantizar tres cosas: la vida, la libertad y la propiedad.

(*) El autor es Ministro de Justicia de la Nación

LA NACION

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