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La CGT recibe a Taty Almeida y se involucra en los despidos de los centros de la memoria

Tras varias semanas de protestas y asambleas en distintos centros de memoria, la CGT se involucra en el conflicto por la reducción de personal en la Secretaría de Derechos Humanos y las entidades que tiene a su cargo. Esta mañana, se reunirá con Taty Almeida, presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, para informarse sobre los recientes recortes.

“Este miércoles 29/01 recibimos a referentes de DDHH para interiorizarnos sobre la situación de las y los trabajadores y el funcionamiento de los Espacios de Memoria y otros organismos dependientes de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación”, indicaron en un comunicado. La reunión comienza a las 11 en el salón Saúl Ubaldini de la sede de la central obrera (Azopardo 802).

El encuentro con referentes de organismos de derechos humanos llega luego de semanas de protestas y asambleas en la cartera que dirige el exjuez Alberto Baños y algunos centros de memoria de la ciudad de Buenos Aires. A principios de año, Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, había denunciado que el gobierno nacional “quiere cerrar la ex-ESMA” (Libertador 8151) y, semanas más tarde, durante el anuncio de la restitución de la nieta 139, llamó a preservar los empleos en la secretaría de Derechos Humanos.

En aquella oportunidad, la entidad sindical que conducen Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello había lanzado un comunicado en rechazo a los recortes escalonados definidos por la gestión de La Libertad Avanza. “Manifestamos nuestro repudio a las medidas del presidente Javier Milei que apuntan a la destrucción de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, conquistadas por el pueblo argentino a lo largo de cuatro décadas de democracia y que son reconocidas mundialmente”, expresó la central en redes sociales.

Hasta entonces, sin embargo, la CGT se había mantenido al margen de los reclamos contra el Gobierno. A diferencia de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la CTA, entre otras organizaciones gremiales y sociales, la CGT no había convocado ni participado de las protestas en distintos centros de memoria como Virrey Cevallos, donde denuncian un vaciamiento de la institución y dificultades para mantenerla operativa.

La central obrera tampoco estuvo presente en la manifestación que se realizó en el predio de la ex-ESMA (Libertador 8151) el 2 de enero para exigir la reincorporación de los trabajadores del centro cultural Haroldo Conti. Varios empleados habían recibido un mensaje de WhatsApp en el que se les informaba que debían pasar a “guardia pasiva” por un plan de “reestructuración interna” dispuesto por la administración libertaria.

La ausencia de la entidad obrera no pasó desapercibida para aquellos que asistieron a dicha protesta contra los recortes de personal. Así, durante la asamblea que se llevó a cabo en el edificio donde funciona la secretaría a cargo de Baños, se alcanzaron a oír reclamos contra la CGT, a cuyas autoridades acusaban que haber “pactado” con la administración libertaria por la reforma laboral.

LA NACION

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