Alerta en Rusia: el volcán Krashenínnikov entró en erupción tras 450 años, tras el terremoto de magnitud 8,8
La península de Kamchatka, en Rusia, vive horas de tensión y monitoreo constante tras la erupción del volcán Krashenínnikov, inactivo por más de 450 años.
Este fenómeno ocurre días después de un potente terremoto de magnitud 8,8 que generó alertas de tsunami en el Pacífico, desatando una combinación de actividad sísmica y volcánica sin precedentes recientes en la región.
La erupción del Kracheninnikov en Rusia
El volcán Kracheninnikov, con más de 1.800 metros de altura, lanzó una impresionante columna de cenizas de casi 6.000 metros.
Según informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia en Telegram, la nube de cenizas se extendió hacia el este, en dirección al océano Pacífico. Afortunadamente, las autoridades han precisado que no hay zonas habitadas ni grupos de turistas en la trayectoria inmediata de esta nube, aunque mantienen la zona bajo vigilancia constante.
La última erupción documentada de este volcán fue en el año 1550, lo que significa que había permanecido dormido durante siglos, aproximadamente 450 años.
Kamchatka bajo asedio sísmico: el gran terremoto de 8,8
La reactivación del Kracheninnikov ocurrió en un contexto de intensa actividad telúrica. El pasado miércoles, la región de Kamchatka fue sacudida por un terremoto de magnitud 8,8, uno de los más intensos registrados en los últimos tiempos.
Este sismo, considerado el mayor desde 1952, generó alertas de tsunami en más de una decena de países del Pacífico, desde Japón hasta Hawái, México, Colombia y Ecuador, obligando a evacuar zonas costeras.
En territorio ruso, se reportaron daños significativos en la ciudad portuaria de Severo-Kurilsk, donde el tsunami arrasó infraestructura costera y sumergió una planta pesquera.
El evento fue comparado por su potencia con el terremoto de magnitud 9,1 que en 2011 sacudió Japón, causando el devastador tsunami y el desastre nuclear en Fukushima.
Actividad volcánica aumentada y réplicas constantes, la situación en Rusia
Expertos científicos advirtieron que en zonas de alta convergencia geológica como Kamchatka, pequeños cambios pueden desatar fenómenos naturales extremos.
El director del Instituto de Vulcanología y Sismología del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexéi Ózerov, afirmó que el reciente gran seísmo aumentó considerablemente la actividad volcánica en la península. “Asociamos las erupciones con el último terremoto, que activó los centros magmáticos y les bombeó energía adicional”, explicó Ózerov.
Además del Kracheninnikov, la región también vio la reactivación del Kliuchevskoi, el volcán más alto de Eurasia, que expulsó lava y columnas de cenizas días antes. Mientras tanto, las réplicas del terremoto continúan.
En las últimas veinticuatro horas, se sintieron 10 temblores en Petropávlosk-Kamchatski, la capital de la península, elevando el número de réplicas a más de 65 desde el sismo del 30 de julio. Un terremoto de magnitud 6,8 se registró recientemente junto a las costas de Kamchatka, siendo otra réplica del sismo principal. Los científicos rusos anticipan que el proceso de réplicas podría extenderse durante varios meses.
Kamchatka, una de las zonas sísmicas y volcánicas más activas del mundo
La península de Kamchatka es una de las zonas sísmicas y volcánicas más activas del planeta.
Allí convergen dos grandes placas tectónicas, la del Pacífico y la de América del Norte, una interacción constante que genera una enorme cantidad de volcanes –unos 30 activos– y frecuentes terremotos.
A pesar de ser una región escasamente poblada, Kamchatka atrae a miles de aventureros por sus espectaculares paisajes: montañas nevadas, géiseres, glaciares, ríos salmoneros y hábitats repletos de osos.
Las nubes de ceniza expulsadas periódicamente por los volcanes activos incluso representan un peligro para la aviación civil. Las autoridades continúan monitoreando la situación de cerca, ya que nuevas erupciones o cambios en el patrón sísmico regional podrían producirse en las próximas horas o días.
La península de Kamchatka, en Rusia, vive horas de tensión y monitoreo constante tras la erupción del volcán Krashenínnikov, inactivo por más de 450 años. Este fenómeno ocurre días después de un potente terremoto de magnitud 8,8 que generó alertas de tsunami en el Pacífico, desatando una combinación de actividad sísmica y volcánica sin precedentes recientes en la región.La erupción del Kracheninnikov en RusiaEl volcán Kracheninnikov, con más de 1.800 metros de altura, lanzó una impresionante columna de cenizas de casi 6.000 metros. Según informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia en Telegram, la nube de cenizas se extendió hacia el este, en dirección al océano Pacífico. Afortunadamente, las autoridades han precisado que no hay zonas habitadas ni grupos de turistas en la trayectoria inmediata de esta nube, aunque mantienen la zona bajo vigilancia constante. La última erupción documentada de este volcán fue en el año 1550, lo que significa que había permanecido dormido durante siglos, aproximadamente 450 años. Kamchatka bajo asedio sísmico: el gran terremoto de 8,8La reactivación del Kracheninnikov ocurrió en un contexto de intensa actividad telúrica. El pasado miércoles, la región de Kamchatka fue sacudida por un terremoto de magnitud 8,8, uno de los más intensos registrados en los últimos tiempos. Este sismo, considerado el mayor desde 1952, generó alertas de tsunami en más de una decena de países del Pacífico, desde Japón hasta Hawái, México, Colombia y Ecuador, obligando a evacuar zonas costeras. En territorio ruso, se reportaron daños significativos en la ciudad portuaria de Severo-Kurilsk, donde el tsunami arrasó infraestructura costera y sumergió una planta pesquera. El evento fue comparado por su potencia con el terremoto de magnitud 9,1 que en 2011 sacudió Japón, causando el devastador tsunami y el desastre nuclear en Fukushima.Actividad volcánica aumentada y réplicas constantes, la situación en RusiaExpertos científicos advirtieron que en zonas de alta convergencia geológica como Kamchatka, pequeños cambios pueden desatar fenómenos naturales extremos. El director del Instituto de Vulcanología y Sismología del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexéi Ózerov, afirmó que el reciente gran seísmo aumentó considerablemente la actividad volcánica en la península. “Asociamos las erupciones con el último terremoto, que activó los centros magmáticos y les bombeó energía adicional”, explicó Ózerov.Además del Kracheninnikov, la región también vio la reactivación del Kliuchevskoi, el volcán más alto de Eurasia, que expulsó lava y columnas de cenizas días antes. Mientras tanto, las réplicas del terremoto continúan. En las últimas veinticuatro horas, se sintieron 10 temblores en Petropávlosk-Kamchatski, la capital de la península, elevando el número de réplicas a más de 65 desde el sismo del 30 de julio. Un terremoto de magnitud 6,8 se registró recientemente junto a las costas de Kamchatka, siendo otra réplica del sismo principal. Los científicos rusos anticipan que el proceso de réplicas podría extenderse durante varios meses.Kamchatka, una de las zonas sísmicas y volcánicas más activas del mundoLa península de Kamchatka es una de las zonas sísmicas y volcánicas más activas del planeta. Allí convergen dos grandes placas tectónicas, la del Pacífico y la de América del Norte, una interacción constante que genera una enorme cantidad de volcanes –unos 30 activos– y frecuentes terremotos. A pesar de ser una región escasamente poblada, Kamchatka atrae a miles de aventureros por sus espectaculares paisajes: montañas nevadas, géiseres, glaciares, ríos salmoneros y hábitats repletos de osos. Las nubes de ceniza expulsadas periódicamente por los volcanes activos incluso representan un peligro para la aviación civil. Las autoridades continúan monitoreando la situación de cerca, ya que nuevas erupciones o cambios en el patrón sísmico regional podrían producirse en las próximas horas o días. La Voz