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Los Pumas vs. All Blacks en Córdoba: empezar a pagar una deuda con una provincia que ama el rugby

Franco Molina tuvo que gritarle a la cámara para que sus palabras no se perdieran sepultadas por la bulliciosa algarabía de la multitud. Una foto, un autógrafo o un saludo, cualquier cosa era válida con tal de que esa tarde quedara grabada para siempre en la memoria. Con el entrenamiento abierto que realizaron el sábado pasado en el estadio Mario Alberto Kempes, los Pumas empezaron a saldar la deuda que tienen con Córdoba. Una de las regiones donde este deporte está más arraigado en el país albergará este fin de semana un partido del Rugby Championship por primera vez, 11 años después de la última presentación de la selección argentina allí. La espera valió la pena. El invitado será nada menos que Nueva Zelanda, el equipo más poderoso del mundo, en el partido más esperado por el público argentino año tras año.

Los Pumas llegaron el jueves pasado a Córdoba y tuvieron su primera concentración con el equipo íntegro en 2025. Tras realizar algunos movimientos livianos al día siguiente, el sábado realizaron un entrenamiento de alta intensidad en el mismo escenario del partido y a puertas abiertas. Unos 10.000 cordobeses acudieron para ver de cerca a sus jugadores favoritos, alentar al equipo y llevarse algún recuerdo. Los más requeridos, naturalmente, fueron los seis cordobeses que integran el plantel albiceleste: Juan Cruz Mallía y Franco Molina, del Jockey de la capital; Santiago Carreras, Joaquín Oviedo y Agustín Moyano, de Córdoba Athletic, y Boris Wenger, del Jockey de Villa María.

Una forma de acercar el equipo a la gente y, al mismo tiempo, de difundir el rugby. “Hace once años, cuando era chico, vinieron los Pumas y fui a verlos en un entrenamiento cerrado, y ahora me toca estar del otro lado”, dijo el ‘Lungo’ Molina tras el multitudinario evento. “Se nota, por la cantidad de gente que hay, la alegría que trae este partido a Córdoba. Va a ser una semana muy linda, por todo lo que está generándose en todos lados; todo el mundo está expectante. En la cancha va a ser increíble, contra un seleccionado de tanta mística. Un lindo desafío”.

Franco Molina, Marcos Kremer y Lucas Paulos durante la práctica pública; el segunda línea fue espectador de la selección hace 11 años en Córdoba y ahora es parte del plantel.

Será tan solo la sexta presentación de los Pumas en Córdoba en un partido oficial. Una cifra ridículamente exigua para uno de los centros neurálgicos del rugby argentino, amén de tratarse de una de las tres principales metrópolis del país, la segunda en población. Será, también, la primera vez que una selección de la magnitud de los All Blacks se presentará allí para un test match. No obstante, los hombres de negro ya jugaron en La Docta, en tres ocasiones. Lo hicieron en 1976, cuando se enfrentaron con el Seleccionado del Interior en la cancha de Belgrano, y en 1985 y 1991, cuando se midieron con el seleccionado de Córdoba, primero en el estadio mundialista y luego nuevamente en Barrio Alberdi.

El único que estuvo en los dos partidos representando a los Dogos fue el fullback/wing de La Tablada Javier Caminotti. “La sensación antes del partido en el ’85 era de miedo”, recuerda en diálogo para LA NACION. Con figuras como Wayne Shelford, los hermanos Allan y Gary Whetton, Grant Fox, David Kirk y Robbie Deans, enfrente estaba el equipo que dos años más tarde sería campeón del mundo, uno de los más grandes de la historia. La victoria por 72-9 en el mundialista dejó en claro las diferencias. “Fuimos unos sparrings. Había poca gente, alrededor de 10.000 personas. Pero en ese momento no tomamos dimensión de contra quién estábamos jugando. Para el segundo partido nos preparamos mejor, nos entrenamos, nos concentramos en un hotel y entonces sí fuimos competitivos”.

El capitán de los Pumas, Julián Montoya, con la tribuna popular Luis Artime de fondo; nunca actuó la selección argentina por el Rugby Championship en la capital cordobesa.

La revancha tuvo lugar seis años más tarde, en la cancha de Belgrano. Fox, John Kirwan, Ian Jones, Kieran Crowley y Warren Gatland fueron algunas de las figuras vestidas de negro. Jugaban los campeones del mundo. Estaban todos”, rememora José ‘Turco’ Simes, recordado segunda línea cordobés de los Pumas (12 caps entre 1989 y 1996) y padre de Lautaro, también segunda línea, que actúa en Dogos XV y estuvo en el plantel de la selección en julio. “Se generó una gran expectativa y salió un lindo partido, de ida y vuelta. Córdoba tuvo un lindo desempeño. Todos salimos satisfechos de la cancha. Fue una hermosa experiencia. La cancha de Belgrano estuvo llena y la gente de Córdoba alentó mucho, y eso hizo que fuera una noche inolvidable”.

La derrota por 38-9 dejó una sensación distinta en el orgullo de los locales. “La cancha explotaba. Nosotros teníamos un equipo más experimentado y les hicimos un lindo partido. Nos matamos a tackles, nos plantamos de igual a igual y nos quedó la sensación de haberles jugado mano a mano”, agrega Caminotti, que a partir de la relación que forjó con los visitantes después del primer enfrentamiento fue invitado a jugar un año en Nueva Zelanda. Llegó a representar a Taranaki y se convirtió en el primer argentino en jugar el NPC (National Provincial Championship), el certamen por excelencia de ese país.

Este sábado, estadio ¿lleno?

La anécdota a la que refiere Molina, el que vio de pequeño a los Pumas, corresponde a 2014, la última vez que la selección actuó en Córdoba. Lo hizo con una derrota por 21-19 frente a Escocia en el Kempes, en el tercer partido de la ventana de junio. El equipo estaba conformado por una mayoría de jugadores del medio local que daban sus primeros pasos en el profesionalismo, en Pampas XV. Dos años antes habían vencido por 23-20 a Francia gracias a un try de Manuel Montero (asistido con el pie por Joaquín Tuculet) sobre el final.

Felipe Contepomi, hoy entrenador de los Pumas, disputa la pelota con Fulgence Ouedraogo en junio 2012, cuando Argentina se impuso a Francia por 23 a 20 en La Docta; fue una de las escasas cinco actuaciones oficiales de la selección allí.

La primera vez que la selección argentina jugó en Córdoba fue en 2003, en una victoria por 49-30 sobre Fiji con dos tries de cada uno de sus pilares: Martín Scelzo y Rodrigo Roncero. Los dos enfrentamientos restantes fueron con Italia, dolorosas caídas por un punto: 30-29 en 2005, con una actuación deslumbrante del cordobés nacionalizado azzurro Ramiro Pez, autor de un try y una asistencia, y 13-12 en 2008 merced a un try del hooker Leonardo Ghiraldini en el desenlace. Todos los partidos tuvieron lugar en el hoy Kempes, todavía denominado entonces “Estadio Château Carreras”.

Álvaro Tejeda intenta zafar de un tackle, pero será cazado, en el 12-13 de 2008 a manos de Italia; la Azzurra sorprendió a los argentinos con dos triunfos por un punto en el entonces Château Carreras en la primera década del siglo.

Al contrario de lo sucedido en esos partidos, cuando el mundialista quedó un poco grande, el estadio promete esta vez estar pleno. El gran momento del equipo al que conduce Felipe Contepomi, la magnitud del rival y la fuerte promoción que se realizó garantizan un marco espectacular. Hasta el miércoles a la noche había disponibles solamente plateas en el sector Ardiles por un valor de 180.000 pesos, por lo que se espera que las 57.000 localidades habilitadas para el encuentro estén ocupadas. La capacidad hotelera y de alquileres temporales está casi agotada. Quedan opciones de bajo rango, y muchos visitantes eligieron alojarse en Villa Carlos Paz.

“La ciudad está empapelada”, describe Caminotti, que jugó tres partidos en los Pumas en 1987. “Va a venir mucha gente de todos lados, delegaciones de clubes de todo el país. El estadio está hermoso. Córdoba se ha preparado muy bien y hay muchos eventos alrededor del partido, como un encuentro de rugby infantil en el Jockey, y vamos a entregar juguetes al Hospital Infantil de Córdoba por el Día del Niño. Con el grupo de los Pumas Classic, que tiene a Chapa [Eliseo] Branca, Diego Cash, Juan José Angelillo, armamos un tercer tiempo”.

El estadio Mario Alberto Kempes, uno de los más grandes del país, tiene 57.000 localidades; quedan pocas disponibles para el Argentina vs. Nueva Zelanda de este sábado.

Otros acontecimientos que se desarrollarán en Córdoba en torno al cruce de la primera fecha del Rugby Championship son una clínica prejuvenil a cargo de Martín Gaitán, Sergio Abbate, Rodrigo Zapata y Horacio Iglesias, el jueves en La Tablada; una capacitación para referís liderada por Cristian Sánchez Ruiz en la Facultad de Educación Física IPEF; charlas sobre “el bienestar del jugador” y “el camino al alto rendimiento”; una clínica de rugby infantil en el Jockey y una de seven en Córdoba Athletic, y un torneo benéfico de golf y el tradicional almuerzo anual de recaudación previo al encuentro, el jueves, a cargo de la FUAR. Patricio Albacete, Eusebio Guiñazú, Manuel Carizza y Julio Farías Cabello, creadores del vino 2456, realizarán un meet & greet pre y post partido con otros ex jugadores de los Pumas.

Cuando en 2012 se expandió la cantidad de presentaciones de los Pumas en la Argentina, la UAR tomó la loable iniciativa de llevar a la selección por todo el país para promocionar el deporte. No obstante, privilegió el rédito económico y entonces plazas neurálgicas como Córdoba, Rosario y Tucumán quedaron al margen de la rotación. Las condiciones cambiaron este año, apalancadas por la creación de la franquicia Dogos XV en el Súper Rugby Américas, y confluyeron para que el rugby argentino empiece a pagar la deuda con los cordobeses. Para que así como Franco Molina lo vivió desde la tribuna 11 años atrás y hoy es protagonista en la cancha, miles de chicos sueñen con ser como él.

​Este sábado la selección actuará en La Docta luego de 11 años, y por primera vez allí por el Championship; 6 jugadores locales en el plantel  LA NACION