RIO CUARTO AYER Y HOY

NUESTRO TURCO WHEBE

hace cinco años nos dejaba el emperador del micrófono

Ya nada es lo mismo…Un 13 de agosto nuestros corazones se paralizaron con la noticia.

Desde aquél nefasto jueves nada sería igual sin esos relatos épicos qué llegaban por el éter de la radio desde cualquier lugar del mundo. Tipo sencillo qué amaba a su Río Cuarto natal, era común verlo caminar sus calles y el saludo amable con los parroquianos cómo solía llamarnos, autor de frases célebres cómo » la pelota se hizo luna » o » le pegó con el diario » hacían qué sus transmisiones fueran entretenidas y hasta con humor por sus ocurrencias.

Siempre eligió quedarse, nunca estuvo en sus planes emigrar, viajaba cientos de kms, recorría el mundo pero siempre regresaba a sus raíces.

El Maestro de Rio Cuarto, así lo llamaron en Continental, trabajó con los grandes, José María Muñoz, Victor Hugo Morales, el » Negro Brizuela » llamado así por él con el qué formó una de las mejores duplas radiales, de todos aprendí manifestaba, dejó su legado.

Osvaldo, para muchos el Turco, hincha confeso de San Lorenzo fué nuestro embajador, siempre nombraba a «su» Río Cuarto en el evento que sea, todos conocimos sus costumbres y a su familia, su sra, sus hijas, su hermano, sus padres, el Estudiantes de la Plata de su hermano, el Lobo Fischer, su perro el Patascortas, su Arsenal de Holmberg, su simpatía con el club de su padre, el Celeste del Imperio, la merceria, el colegio Nacional, la cancha del Talar, su Montecarlo y Xanadú, su emoción cuándo en el año 83 Estudiantes se hacia Nacional y arengaba » nos vamos al Nacional, nos vamos al Nacional…» en esa inolvidable noche del Chateau, o más acá en el tiempo con su San Lorenzo Campeón de la Libertadores…La defensa y la queja de lo qué sucedia en la ciudad, lo qué está bien y lo qué hacen los cachafases decía, era su bandera.

Sus programas eran eso, de lenguaje sencillo, atrapaba escucharlo, su primer mundial en España allá por 1982, era en definitiva su segundo laburo cómo manifestaba, ya qué fué corresponsal de Rivadavia en el 78 cuándo era estudiante de abogacía en su Córdoba querida al manejar muy bien el inglés.

Dejé de escuchar radio cuándo se fué, nadie con su estilo logró atraparme, aunqué hay buenos relatores qué han seguido su camino, es una especie de rebelión, ya nada es lo mismo.

Hoy no está entre nosotros, pero seguro estará orgulloso sentado a la mesa con sus amigos y su familia qué se adelantaron disfrutando el presente de la Selección, del Pablito llevando también la bandera de la ciudad, de Messi porqué finalmente lo logró y triste por lo de Diego y su final seguramente.

Mi humilde recuerdo, un guiño al cielo qué encierra un gracias por tanto Doctor, ud ha sido digno, la pucha qué lo logró, siempre nos representó….

F.S.fernandopizza4@gmail.com