TECNO&VIRAL

Crean IA que predice 1.000 años de clima en tiempo récord: “Precisión inigualable”

El mundo de la climatología es testigo de una revolución silenciosa pero impactante con la creación del Deep Learning Earth System Model (DLESyM). Desarrollado por un equipo liderado por Nathaniel Cresswell-Clay de la Universidad de Washington, este modelo de inteligencia artificial logra lo que parecía inalcanzable: simular mil años completos del sistema climático terrestre en menos de 12 horas, utilizando una fracción mínima de la energía que requieren los superordenadores tradicionales.

Este avance no es solo una mejora incremental, sino un cambio paradigmático que promete democratizar la investigación climática de alta precisión.

Una revolución en la predicción climática

El modelo DLESyM marca un antes y un después en la predicción climática, superando a los sistemas tradicionales con un 99% menos de consumo energético y una precisión sin precedentes en fenómenos meteorológicos extremos.

Mientras que las simulaciones tradicionales de mil años podrían requerir meses de tiempo de supercomputadora, DLESyM completa la misma tarea en horas usando hardware convencional. Este nuevo modelo utiliza inteligencia artificial para simular condiciones meteorológicas con pocos recursos, diferenciándose de las herramientas actuales.

Más allá de las métricas técnicas, DLESyM representa un cambio filosófico fundamental en cómo se aborda la comprensión del clima.

A diferencia de los modelos tradicionales que requieren formular explícitamente cada proceso físico mediante ecuaciones, el aprendizaje profundo permite que el sistema descubra automáticamente las relaciones complejas entre variables climáticas, capturando dinámicas emergentes que los científicos aún no comprenden completamente.

Tormenta en Filipinas. (AP)

La arquitectura dual del DLESyM combina dos redes neuronales especializadas: una dedicada a los océanos con actualizaciones cada cuatro días y otra enfocada en los procesos atmosféricos con ciclos de 12 horas. Esta división del trabajo optimiza tanto la precisión como la eficiencia computacional, publica Meteored.

Precisión inigualable en fenómenos extremos

Los resultados de DLESyM son contundentes: no solo iguala el rendimiento de los modelos CMIP6, el estándar dorado actual en modelación climática, sino que los supera significativamente en la simulación de fenómenos críticos.

  • Ciclones tropicales: DLESyM simula estos gigantes atmosféricos con una fidelidad espacial y temporal que supera consistentemente a los sistemas CMIP6, estableciendo un nuevo estándar en la predicción de estos eventos devastadores.
  • Monzones: Estos sistemas climáticos, cruciales para la agricultura de miles de millones de personas, son otro triunfo del modelo. DLESyM captura las sutiles interacciones entre océanos, atmósfera y patrones de circulación, replicando no solo la intensidad promedio sino también la variabilidad interanual que determina años de sequía o inundaciones catastróficas.
  • Eventos de bloqueo atmosférico: Responsables de olas de calor extremas y sequías prolongadas, estos fenómenos altamente no lineales son notoriamente difíciles de simular. DLESyM iguala la precisión de CMIP6 en el hemisferio norte y muestra mejoras prometedoras en regiones donde los modelos tradicionales han tenido dificultades históricamente.

El modelo DLESyM fue entrenado con datos históricos de reanálisis y observaciones satelitales, y Dale Durran, un pionero en la integración de la IA en la predicción meteorológica, destaca que lograron enseñar al modelo a captar variaciones estacionales a pesar de haber sido inicialmente diseñado para pronósticos a corto plazo.

Temporal en Bahía Blanca. (AP)

Democratizando la ciencia y la sostenibilidad computacional

Tradicionalmente, las simulaciones climáticas de alta resolución han sido un privilegio exclusivo de instituciones con acceso a supercomputadoras que consumen megavatios de energía y requieren presupuestos millonarios.

DLESyM rompe estas barreras, permitiendo que universidades pequeñas, países en desarrollo y grupos de investigación independientes accedan a capacidades de modelación climática de clase mundial.

El impacto ambiental de esta eficiencia computacional es inmenso. Mientras que una simulación CMIP6 de mil años podría requerir meses de supercomputadora y generar toneladas de CO2, DLESyM completa la misma tarea en 12 horas utilizando hardware convencional, reduciendo la huella de carbono de la investigación climática en órdenes de magnitud.

Esta democratización tecnológica promete acelerar dramáticamente el ritmo de descubrimientos en ciencias climáticas, multiplicando exponencialmente la velocidad de las pruebas de hipótesis y permitiendo que investigadores de todo el mundo contribuyan al conocimiento global. El modelo, además, está completamente accesible para su descarga desde el sitio web de los investigadores.

Cambio climático. Tormenta en EE.UU. (AP)

Este proyecto, detallado en un estudio publicado en AGU Advances, representa un salto significativo en la comprensión del modelado climático, brindando una herramienta poderosa para distinguir las señales del calentamiento global de la variabilidad interanual y ayudándonos a comprender el clima como nunca antes.

​El mundo de la climatología es testigo de una revolución silenciosa pero impactante con la creación del Deep Learning Earth System Model (DLESyM). Desarrollado por un equipo liderado por Nathaniel Cresswell-Clay de la Universidad de Washington, este modelo de inteligencia artificial logra lo que parecía inalcanzable: simular mil años completos del sistema climático terrestre en menos de 12 horas, utilizando una fracción mínima de la energía que requieren los superordenadores tradicionales. Este avance no es solo una mejora incremental, sino un cambio paradigmático que promete democratizar la investigación climática de alta precisión.Una revolución en la predicción climáticaEl modelo DLESyM marca un antes y un después en la predicción climática, superando a los sistemas tradicionales con un 99% menos de consumo energético y una precisión sin precedentes en fenómenos meteorológicos extremos. Mientras que las simulaciones tradicionales de mil años podrían requerir meses de tiempo de supercomputadora, DLESyM completa la misma tarea en horas usando hardware convencional. Este nuevo modelo utiliza inteligencia artificial para simular condiciones meteorológicas con pocos recursos, diferenciándose de las herramientas actuales.Más allá de las métricas técnicas, DLESyM representa un cambio filosófico fundamental en cómo se aborda la comprensión del clima. A diferencia de los modelos tradicionales que requieren formular explícitamente cada proceso físico mediante ecuaciones, el aprendizaje profundo permite que el sistema descubra automáticamente las relaciones complejas entre variables climáticas, capturando dinámicas emergentes que los científicos aún no comprenden completamente. La arquitectura dual del DLESyM combina dos redes neuronales especializadas: una dedicada a los océanos con actualizaciones cada cuatro días y otra enfocada en los procesos atmosféricos con ciclos de 12 horas. Esta división del trabajo optimiza tanto la precisión como la eficiencia computacional, publica Meteored.Precisión inigualable en fenómenos extremosLos resultados de DLESyM son contundentes: no solo iguala el rendimiento de los modelos CMIP6, el estándar dorado actual en modelación climática, sino que los supera significativamente en la simulación de fenómenos críticos.Ciclones tropicales: DLESyM simula estos gigantes atmosféricos con una fidelidad espacial y temporal que supera consistentemente a los sistemas CMIP6, estableciendo un nuevo estándar en la predicción de estos eventos devastadores.Monzones: Estos sistemas climáticos, cruciales para la agricultura de miles de millones de personas, son otro triunfo del modelo. DLESyM captura las sutiles interacciones entre océanos, atmósfera y patrones de circulación, replicando no solo la intensidad promedio sino también la variabilidad interanual que determina años de sequía o inundaciones catastróficas.Eventos de bloqueo atmosférico: Responsables de olas de calor extremas y sequías prolongadas, estos fenómenos altamente no lineales son notoriamente difíciles de simular. DLESyM iguala la precisión de CMIP6 en el hemisferio norte y muestra mejoras prometedoras en regiones donde los modelos tradicionales han tenido dificultades históricamente.El modelo DLESyM fue entrenado con datos históricos de reanálisis y observaciones satelitales, y Dale Durran, un pionero en la integración de la IA en la predicción meteorológica, destaca que lograron enseñar al modelo a captar variaciones estacionales a pesar de haber sido inicialmente diseñado para pronósticos a corto plazo.Democratizando la ciencia y la sostenibilidad computacionalTradicionalmente, las simulaciones climáticas de alta resolución han sido un privilegio exclusivo de instituciones con acceso a supercomputadoras que consumen megavatios de energía y requieren presupuestos millonarios. DLESyM rompe estas barreras, permitiendo que universidades pequeñas, países en desarrollo y grupos de investigación independientes accedan a capacidades de modelación climática de clase mundial.El impacto ambiental de esta eficiencia computacional es inmenso. Mientras que una simulación CMIP6 de mil años podría requerir meses de supercomputadora y generar toneladas de CO2, DLESyM completa la misma tarea en 12 horas utilizando hardware convencional, reduciendo la huella de carbono de la investigación climática en órdenes de magnitud. Esta democratización tecnológica promete acelerar dramáticamente el ritmo de descubrimientos en ciencias climáticas, multiplicando exponencialmente la velocidad de las pruebas de hipótesis y permitiendo que investigadores de todo el mundo contribuyan al conocimiento global. El modelo, además, está completamente accesible para su descarga desde el sitio web de los investigadores.Este proyecto, detallado en un estudio publicado en AGU Advances, representa un salto significativo en la comprensión del modelado climático, brindando una herramienta poderosa para distinguir las señales del calentamiento global de la variabilidad interanual y ayudándonos a comprender el clima como nunca antes.  La Voz