INTERNACIONALES

Trump presiona a Netanyahu por un acuerdo de paz en Gaza

El activista palestino-estadounidense Bishara Bahbah, quien desde hace meses actúa como puente informal entre Hamas y Washington, aseguró que la administración de Donald Trump redobló la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que acepte los términos de un acuerdo integral que contemple la liberación de todos los rehenes en poder del grupo islamista y el fin inmediato de la guerra en Gaza.

La revelación fue publicada ayer por The Times of Israel a partir de declaraciones de Bahbah en una entrevista con el canal árabe Al-Arabiya. Según relató, en Washington se celebró recientemente una reunión de seis horas en la que se resolvió presentar una “propuesta final”: el cese de hostilidades a cambio de la entrega de todos los secuestrados.

Bahbah, aunque no integra formalmente el equipo negociador estadounidense, ha servido como enlace entre la Casa Blanca y Hamas. Indicó que los líderes del grupo mostraron escepticismo inicial, dudando del carácter oficial de la iniciativa. Sin embargo, tras la publicación de Trump en Truth Social pidiendo el retorno inmediato de los rehenes, “se convencieron de que era real y respondieron favorablemente”.

Horas antes de sus declaraciones, Hamas difundió un comunicado en el que manifestó estar dispuesto a un “acuerdo integral” que incluya la liberación de los rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes. El texto añadió que el movimiento aceptaría formar “una administración nacional independiente de tecnócratas” para gobernar Gaza.

El pronunciamiento fue recibido con escepticismo en Israel. La oficina de Netanyahu lo descalificó como “otra tergiversación de Hamas, sin nada nuevo”. Al mismo tiempo, las Fuerzas de Defensa de Israel prosiguieron sus operaciones sobre la ciudad de Gaza, pieza clave de su ofensiva.

Netanyahu reiteró que la guerra sólo podrá concluir bajo cinco condiciones: liberación de todos los rehenes, desarme de Hamas, desmilitarización de Gaza, control de seguridad israelí y creación de una administración civil que no represente amenaza.

El ministro de Defensa, Israel Katz, reforzó esa línea dura al advertir que, si Hamas no acepta esos términos, Gaza sufrirá el mismo destino que Rafah o Beit Hanoun.

Qué quiere Donald

En su publicación en Truth Social, Trump exigió: “Díganle a Hamas que devuelva inmediatamente a los 20 rehenes (¡no a 2 o 5 o 7!), y las cosas cambiarán rápidamente. ¡Terminará!”. El presidente aludía al número que, según Israel, corresponde a los cautivos que aún estarían vivos.

Oficialmente, 26 de los 48 rehenes secuestrados han sido declarados muertos, aunque las autoridades temen por la suerte de al menos otros dos. Las familias de las víctimas expresan preocupación ante un acuerdo que deje los restos de sus seres queridos en Gaza.

Bahbah sostiene que el impulso estadounidense puede abrir una vía inédita para cerrar el conflicto. “La guerra podría terminar en dos semanas si ambas partes se toman en serio las conversaciones”, aseguró.

Las declaraciones de Bahbah también repercutieron en la política israelí. El líder opositor Yair Lapid reclamó retomar de inmediato las negociaciones para asegurar el regreso de los secuestrados. “El Ejecutivo no tiene que aceptar las condiciones de Hamas, pero sí debe volver a la mesa y cerrar un acuerdo. Ni siquiera están intentando traer a nuestros rehenes a casa”, acusó.

El contraste entre la dureza de Netanyahu y la apertura de Hamas al “acuerdo integral” revela la creciente presión internacional. Aunque Israel insiste en la rendición total del grupo armado, la supuesta intervención decidida de Trump introduce un factor que podría alterar los cálculos de Tel Aviv.

Señales cruzadas

Bahbah subraya que, por primera vez desde octubre, hay “más señales positivas que nunca” respecto de un entendimiento, destaca The Time of Israel. La clave estaría en conjugar la exigencia israelí de seguridad con la disposición de Hamas a entregar a los rehenes a cambio de garantías políticas y humanitarias.

Sin embargo, la realidad en el terreno muestra lo contrario: escalada constante de la violencia, avances militares en la ciudad de Gaza y un saldo de víctimas creciente. Así las cosas, la brecha entre diplomacia y guerra sigue siendo profunda.

​El activista palestino-estadounidense Bishara Bahbah, quien desde hace meses actúa como puente informal entre Hamas y Washington, aseguró que la administración de Donald Trump redobló la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que acepte los términos de un acuerdo integral que contemple la liberación de todos los rehenes en poder del grupo islamista y el fin inmediato de la guerra en Gaza.La revelación fue publicada ayer por The Times of Israel a partir de declaraciones de Bahbah en una entrevista con el canal árabe Al-Arabiya. Según relató, en Washington se celebró recientemente una reunión de seis horas en la que se resolvió presentar una “propuesta final”: el cese de hostilidades a cambio de la entrega de todos los secuestrados.Bahbah, aunque no integra formalmente el equipo negociador estadounidense, ha servido como enlace entre la Casa Blanca y Hamas. Indicó que los líderes del grupo mostraron escepticismo inicial, dudando del carácter oficial de la iniciativa. Sin embargo, tras la publicación de Trump en Truth Social pidiendo el retorno inmediato de los rehenes, “se convencieron de que era real y respondieron favorablemente”.Horas antes de sus declaraciones, Hamas difundió un comunicado en el que manifestó estar dispuesto a un “acuerdo integral” que incluya la liberación de los rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes. El texto añadió que el movimiento aceptaría formar “una administración nacional independiente de tecnócratas” para gobernar Gaza.El pronunciamiento fue recibido con escepticismo en Israel. La oficina de Netanyahu lo descalificó como “otra tergiversación de Hamas, sin nada nuevo”. Al mismo tiempo, las Fuerzas de Defensa de Israel prosiguieron sus operaciones sobre la ciudad de Gaza, pieza clave de su ofensiva.Netanyahu reiteró que la guerra sólo podrá concluir bajo cinco condiciones: liberación de todos los rehenes, desarme de Hamas, desmilitarización de Gaza, control de seguridad israelí y creación de una administración civil que no represente amenaza.El ministro de Defensa, Israel Katz, reforzó esa línea dura al advertir que, si Hamas no acepta esos términos, Gaza sufrirá el mismo destino que Rafah o Beit Hanoun. Qué quiere DonaldEn su publicación en Truth Social, Trump exigió: “Díganle a Hamas que devuelva inmediatamente a los 20 rehenes (¡no a 2 o 5 o 7!), y las cosas cambiarán rápidamente. ¡Terminará!”. El presidente aludía al número que, según Israel, corresponde a los cautivos que aún estarían vivos.Oficialmente, 26 de los 48 rehenes secuestrados han sido declarados muertos, aunque las autoridades temen por la suerte de al menos otros dos. Las familias de las víctimas expresan preocupación ante un acuerdo que deje los restos de sus seres queridos en Gaza.Bahbah sostiene que el impulso estadounidense puede abrir una vía inédita para cerrar el conflicto. “La guerra podría terminar en dos semanas si ambas partes se toman en serio las conversaciones”, aseguró.Las declaraciones de Bahbah también repercutieron en la política israelí. El líder opositor Yair Lapid reclamó retomar de inmediato las negociaciones para asegurar el regreso de los secuestrados. “El Ejecutivo no tiene que aceptar las condiciones de Hamas, pero sí debe volver a la mesa y cerrar un acuerdo. Ni siquiera están intentando traer a nuestros rehenes a casa”, acusó.El contraste entre la dureza de Netanyahu y la apertura de Hamas al “acuerdo integral” revela la creciente presión internacional. Aunque Israel insiste en la rendición total del grupo armado, la supuesta intervención decidida de Trump introduce un factor que podría alterar los cálculos de Tel Aviv.Señales cruzadasBahbah subraya que, por primera vez desde octubre, hay “más señales positivas que nunca” respecto de un entendimiento, destaca The Time of Israel. La clave estaría en conjugar la exigencia israelí de seguridad con la disposición de Hamas a entregar a los rehenes a cambio de garantías políticas y humanitarias.Sin embargo, la realidad en el terreno muestra lo contrario: escalada constante de la violencia, avances militares en la ciudad de Gaza y un saldo de víctimas creciente. Así las cosas, la brecha entre diplomacia y guerra sigue siendo profunda.  La Voz