Caruso Lombardi, sin filtros: el Instituto-Argentinos, Fassi-Talleres y su pasado en Belgrano
Ricardo Caruso Lombardi, el entrenador conocido por sus declaraciones sin filtro, quien actualmente no dirige ningún equipo, volvió a sacudir el ambiente futbolístico argentino en una entrevista con el programa La Voz en Vivo.
Desde Buenos Aires, arremetió contra el arbitraje, la influencia de la AFA en los resultados y calificó de “vergonzoso” el pedido de perdón de Andrés Fassi, presidente de Talleres, a Claudio “Chiqui” Tapia.
Además, rememoró su salida del fútbol tras su última experiencia en Belgrano. También analizó el polémico arbitraje en el Instituto-Argentinos.
Predicciones y fallos arbitrales: “Sé lo que va a pasar”
Caruso Lombardi comenzó su intervención asegurando que puede predecir los resultados de los partidos basándose en los árbitros designados y la situación de los equipos en la tabla. “No es que yo sea mago ni que sea un superdotado, simplemente veo quién va a dirigir y en qué posiciones están y sé lo que va a pasar”, afirmó.
El ex-DT puso como ejemplo el reciente partido entre Instituto y Argentinos Juniors, un encuentro que, según él, ya sabía que “Argentinos iba al piso” con la designación de Arasa y Espinosa, este último un árbitro que “cada tres partidos a Instituto lo dirige” y que incluso arbitró el partido de ascenso del club cordobés.
Según Caruso, Argentinos —que ahora quedó igual que Barracas Central en la lucha por la Copa Libertadores— ya había sido perjudicado antes con Lobo Medina, quien “le echó tres jugadores” en el partido contra Huracán. En el encuentro con Instituto, volvió a ser afectado con la expulsión de un jugador y “dos penales insólitos” en su contra.
Las acusaciones no terminaron ahí. Lombardi enumeró una serie de predicciones acertadas sobre otros encuentros, como Almagro, a quien “no le dieron un penal que fue aberrante”, Ferro, Quilmes y otros equipos que, según él, no ganarían por intereses relacionados con la AFA. Mencionó que Arsenal y Güemes, ligados al “número uno” y “número dos” de la AFA, eran equipos protegidos.
También sostuvo que Talleres “no iba a ser perjudicado”, aunque tampoco “le dieron nada”, en un partido con Colón.
El “vergonzoso” pedido de disculpas de Fassi a Tapia
Uno de los puntos más álgidos de la entrevista fue la crítica de Caruso Lombardi al pedido de disculpas de Andrés Fassi, presidente de Talleres, a Claudio “Chiqui” Tapia. “La verdad que a mí me dio vergüenza”, sentenció, agregando que él “muere de pie” y no pediría disculpas por decir algo que sabía.
Caruso cuestionó el motivo detrás de la disculpa: “¿Por qué le pide disculpas Fassi al comandante, como lo llama el otro del tuitero? ¿Por qué?”. Aunque reconoció que la lectura futbolística podría ser que Talleres “está muy complicado con el descenso” y necesita “que al menos no lo perjudiquen más”, insistió en que no había una razón clara para tal acto.
El exentrenador reveló una supuesta trama detrás del incidente, indicando que Fassi se habría reunido en el predio que inauguró Instituto, donde estaban presentes Cavagliatto y Artime. Como no obtuvo el “apunte” que buscaba, “empezó a pedir disculpas”.
Según Lombardi, Fassi habría llamado previamente a Merlos para que ambos bajasen una denuncia, pero Merlos consultó a los “popes” —el “uno y el dos” (Tapia y Pablo Toviggino)— quienes se negaron rotundamente.
Tras este rechazo, Fassi “fue a pedirle escupidera al presidente”. Caruso Lombardi afirmó que Tapia le dijo a Fassi que “salga a pedir disculpas por todos los medios”, lo que “lo hizo quedar como un tontito” y reafirmó la imagen de que los que manejan el fútbol argentino son Tapia y Toviggino.
Belgrano, su último club y la “proscripción” del fútbol
Caruso Lombardi, que se siente “proscripto” y excluido de dirigir en el fútbol argentino bajo la actual conducción de la AFA, no tuvo reparos en señalar que no dirige porque “no me dejan” y que fue “bajado de doce equipos”. Atribuye esta situación a su negativa a ser “secuaz de nadie” y a su costumbre de hablar con la verdad, que le ha ganado enemigos en el poder.
Recordó que Belgrano de Córdoba fue su último club dirigido, una etapa que culminó con un “desastre” arbitral en un partido contra Barracas Central.
Narró que en ese encuentro, el árbitro Nelson Sosa lo dejó con nueve jugadores, adicionó “como ocho minutos de más” hasta que Barracas hizo el gol, y luego “me cargaba” diciendo que era “daltónico”. Además, denunció que fue expulsado bajo falsas acusaciones y que el equipo de Belgrano sufrió agresiones: “Nos cortaron la luz, nos cortaron el agua, nos encerraron los candados, le pegaron a todos los jugadores de Belgrano”.
Cuando intentaron hacer un juicio, la fiscal alegó que “ninguna de las sesenta y dos cámaras andaban en la cancha de Barracas”. Este cúmulo de irregularidades, sumado a un informe falso para suspenderlo, lo llevó a tomar la decisión de no dirigir más, aunque advirtió: “Van a tener un enemigo hermoso conmigo”.
Caruso Lombardi concluyó su entrevista con un tono sombrío sobre el presente del fútbol argentino, lamentando que el problema de la dirigencia no es que él mienta, sino “quién me cuenta todas las cosas que son verídicas”.
Advirtió que la situación es “muy grave” y que muchos no le dan importancia porque “todos viven a costilla del fútbol”.
Ricardo Caruso Lombardi, el entrenador conocido por sus declaraciones sin filtro, quien actualmente no dirige ningún equipo, volvió a sacudir el ambiente futbolístico argentino en una entrevista con el programa La Voz en Vivo. Desde Buenos Aires, arremetió contra el arbitraje, la influencia de la AFA en los resultados y calificó de “vergonzoso” el pedido de perdón de Andrés Fassi, presidente de Talleres, a Claudio “Chiqui” Tapia. Además, rememoró su salida del fútbol tras su última experiencia en Belgrano. También analizó el polémico arbitraje en el Instituto-Argentinos. Predicciones y fallos arbitrales: “Sé lo que va a pasar”Caruso Lombardi comenzó su intervención asegurando que puede predecir los resultados de los partidos basándose en los árbitros designados y la situación de los equipos en la tabla. “No es que yo sea mago ni que sea un superdotado, simplemente veo quién va a dirigir y en qué posiciones están y sé lo que va a pasar”, afirmó.El ex-DT puso como ejemplo el reciente partido entre Instituto y Argentinos Juniors, un encuentro que, según él, ya sabía que “Argentinos iba al piso” con la designación de Arasa y Espinosa, este último un árbitro que “cada tres partidos a Instituto lo dirige” y que incluso arbitró el partido de ascenso del club cordobés. Según Caruso, Argentinos —que ahora quedó igual que Barracas Central en la lucha por la Copa Libertadores— ya había sido perjudicado antes con Lobo Medina, quien “le echó tres jugadores” en el partido contra Huracán. En el encuentro con Instituto, volvió a ser afectado con la expulsión de un jugador y “dos penales insólitos” en su contra.Las acusaciones no terminaron ahí. Lombardi enumeró una serie de predicciones acertadas sobre otros encuentros, como Almagro, a quien “no le dieron un penal que fue aberrante”, Ferro, Quilmes y otros equipos que, según él, no ganarían por intereses relacionados con la AFA. Mencionó que Arsenal y Güemes, ligados al “número uno” y “número dos” de la AFA, eran equipos protegidos. También sostuvo que Talleres “no iba a ser perjudicado”, aunque tampoco “le dieron nada”, en un partido con Colón.El “vergonzoso” pedido de disculpas de Fassi a TapiaUno de los puntos más álgidos de la entrevista fue la crítica de Caruso Lombardi al pedido de disculpas de Andrés Fassi, presidente de Talleres, a Claudio “Chiqui” Tapia. “La verdad que a mí me dio vergüenza”, sentenció, agregando que él “muere de pie” y no pediría disculpas por decir algo que sabía.Caruso cuestionó el motivo detrás de la disculpa: “¿Por qué le pide disculpas Fassi al comandante, como lo llama el otro del tuitero? ¿Por qué?”. Aunque reconoció que la lectura futbolística podría ser que Talleres “está muy complicado con el descenso” y necesita “que al menos no lo perjudiquen más”, insistió en que no había una razón clara para tal acto.El exentrenador reveló una supuesta trama detrás del incidente, indicando que Fassi se habría reunido en el predio que inauguró Instituto, donde estaban presentes Cavagliatto y Artime. Como no obtuvo el “apunte” que buscaba, “empezó a pedir disculpas”. Según Lombardi, Fassi habría llamado previamente a Merlos para que ambos bajasen una denuncia, pero Merlos consultó a los “popes” —el “uno y el dos” (Tapia y Pablo Toviggino)— quienes se negaron rotundamente. Tras este rechazo, Fassi “fue a pedirle escupidera al presidente”. Caruso Lombardi afirmó que Tapia le dijo a Fassi que “salga a pedir disculpas por todos los medios”, lo que “lo hizo quedar como un tontito” y reafirmó la imagen de que los que manejan el fútbol argentino son Tapia y Toviggino.Belgrano, su último club y la “proscripción” del fútbolCaruso Lombardi, que se siente “proscripto” y excluido de dirigir en el fútbol argentino bajo la actual conducción de la AFA, no tuvo reparos en señalar que no dirige porque “no me dejan” y que fue “bajado de doce equipos”. Atribuye esta situación a su negativa a ser “secuaz de nadie” y a su costumbre de hablar con la verdad, que le ha ganado enemigos en el poder.Recordó que Belgrano de Córdoba fue su último club dirigido, una etapa que culminó con un “desastre” arbitral en un partido contra Barracas Central. Narró que en ese encuentro, el árbitro Nelson Sosa lo dejó con nueve jugadores, adicionó “como ocho minutos de más” hasta que Barracas hizo el gol, y luego “me cargaba” diciendo que era “daltónico”. Además, denunció que fue expulsado bajo falsas acusaciones y que el equipo de Belgrano sufrió agresiones: “Nos cortaron la luz, nos cortaron el agua, nos encerraron los candados, le pegaron a todos los jugadores de Belgrano”. Cuando intentaron hacer un juicio, la fiscal alegó que “ninguna de las sesenta y dos cámaras andaban en la cancha de Barracas”. Este cúmulo de irregularidades, sumado a un informe falso para suspenderlo, lo llevó a tomar la decisión de no dirigir más, aunque advirtió: “Van a tener un enemigo hermoso conmigo”.Caruso Lombardi concluyó su entrevista con un tono sombrío sobre el presente del fútbol argentino, lamentando que el problema de la dirigencia no es que él mienta, sino “quién me cuenta todas las cosas que son verídicas”. Advirtió que la situación es “muy grave” y que muchos no le dan importancia porque “todos viven a costilla del fútbol”. La Voz

 
			 
							 
							