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Roscoe, el bulldog que cambió la vida de Lewis Hamilton: de mascota fiel a estrella de la F1 y embajador del veganismo

Desde su llegada a la escudería Mercedes-AMG Petronas en 2013, Lewis Hamilton nunca volvió a viajar solo. A su lado, siempre estuvo Roscoe, su fiel bulldog inglés, que se transformó en una de las figuras más queridas del paddock. Durante más de una década, el tierno can fue testigo de los triunfos, derrotas y celebraciones del campeón británico, apareciendo en las grillas de salida, los boxes y hasta en conferencias de prensa. Su presencia era tan habitual que se convirtió en una especie de “mascota oficial” de la Fórmula 1.

Roscoe, el bulldog que cambió la vida de Lewis Hamilton: de mascota fiel a estrella de la Fórmula 1 y embajador del veganismo

A pesar de los problemas respiratorios típicos de su raza, Roscoe vivió 11 años, superando la esperanza de vida promedio de los bulldogs ingleses. Su carisma natural lo convirtió en protagonista de momentos icónicos, como cuando “asumió” el rol de ingeniero de Mercedes. En un divertido clip viral, se lo veía con auriculares comunicándose con su dueño, mientras Charles Leclerc y otros pilotos no podían evitar reír.

Roscoe, el bulldog que cambió la vida de Lewis Hamilton: de mascota fiel a estrella de la Fórmula 1 y embajador del veganismo

Pero Roscoe fue mucho más que una mascota de paddock. En las redes, su cuenta de Instagram —con más de 800 mil seguidores— lo consagró como una auténtica celebridad. Cuando Hamilton fichó por Ferrari, una imagen de Roscoe junto a Leo, el perro de Leclerc, simbolizó el encuentro entre dos íconos del mundo motor… aunque de cuatro patas.

Roscoe, el bulldog que cambió la vida de Lewis Hamilton: de mascota fiel a estrella de la Fórmula 1 y embajador del veganismo

De la pasarela al activismo: Roscoe, el bulldog que cambió la vida de Lewis Hamilton

El fenómeno Roscoe también se trasladó al mundo de la publicidad. El bulldog llegó a trabajar como modelo canino profesional, protagonizando campañas que promovían el cuidado responsable y la sostenibilidad animal.De hecho, podía ganar hasta 700 dólares por día de rodaje, y compartió pantalla con Hamilton en anuncios de Bramble Pets, promoviendo alimentos veganos para perros.

Esa conexión con el veganismo no era solo marketing. En 2017, Hamilton adoptó una dieta vegana y, cinco años más tarde, decidió que su perro también lo haría. El cambio transformó por completo la salud del bulldog, que sufría de artritis y dificultades respiratorias.Según el piloto, la nueva alimentación —a base de quinua, lentejas y verduras— “le devolvió la energía y la juventud”, convirtiéndose en un ejemplo de bienestar animal para millones de seguidores.

El vínculo entre ambos se rompió físicamente, pero no emocionalmente. En 2025, Roscoe falleció tras sufrir una neumonía severa y un paro cardíaco. Hamilton permaneció junto a él durante los cuatro días que el animal pasó en cuidados intensivos, cancelando su participación en las pruebas de Pirelli en Mugello.

Con el corazón destrozado, el piloto compartió un mensaje que conmovió al mundo: “Después de cuatro días luchando con cada pizca de fuerza que tenía, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida: decir adiós a Roscoe”.

Roscoe, el bulldog que cambió la vida de Lewis Hamilton: de mascota fiel a estrella de la Fórmula 1 y embajador del veganismo

Roscoe se fue, pero su legado permanece. No solo fue el mejor amigo de un campeón, sino también una figura que redefinió el concepto de mascota de celebridad en el deporte mundial, inspirando a miles de fanáticos a ver en los animales no solo compañía, sino también amor incondicional y lecciones de vida.

​Desde su llegada a la escudería Mercedes-AMG Petronas en 2013, Lewis Hamilton nunca volvió a viajar solo. A su lado, siempre estuvo Roscoe, su fiel bulldog inglés, que se transformó en una de las figuras más queridas del paddock. Durante más de una década, el tierno can fue testigo de los triunfos, derrotas y celebraciones del campeón británico, apareciendo en las grillas de salida, los boxes y hasta en conferencias de prensa. Su presencia era tan habitual que se convirtió en una especie de “mascota oficial” de la Fórmula 1.A pesar de los problemas respiratorios típicos de su raza, Roscoe vivió 11 años, superando la esperanza de vida promedio de los bulldogs ingleses. Su carisma natural lo convirtió en protagonista de momentos icónicos, como cuando “asumió” el rol de ingeniero de Mercedes. En un divertido clip viral, se lo veía con auriculares comunicándose con su dueño, mientras Charles Leclerc y otros pilotos no podían evitar reír.Pero Roscoe fue mucho más que una mascota de paddock. En las redes, su cuenta de Instagram —con más de 800 mil seguidores— lo consagró como una auténtica celebridad. Cuando Hamilton fichó por Ferrari, una imagen de Roscoe junto a Leo, el perro de Leclerc, simbolizó el encuentro entre dos íconos del mundo motor… aunque de cuatro patas.De la pasarela al activismo: Roscoe, el bulldog que cambió la vida de Lewis HamiltonEl fenómeno Roscoe también se trasladó al mundo de la publicidad. El bulldog llegó a trabajar como modelo canino profesional, protagonizando campañas que promovían el cuidado responsable y la sostenibilidad animal.De hecho, podía ganar hasta 700 dólares por día de rodaje, y compartió pantalla con Hamilton en anuncios de Bramble Pets, promoviendo alimentos veganos para perros.Esa conexión con el veganismo no era solo marketing. En 2017, Hamilton adoptó una dieta vegana y, cinco años más tarde, decidió que su perro también lo haría. El cambio transformó por completo la salud del bulldog, que sufría de artritis y dificultades respiratorias.Según el piloto, la nueva alimentación —a base de quinua, lentejas y verduras— “le devolvió la energía y la juventud”, convirtiéndose en un ejemplo de bienestar animal para millones de seguidores.El vínculo entre ambos se rompió físicamente, pero no emocionalmente. En 2025, Roscoe falleció tras sufrir una neumonía severa y un paro cardíaco. Hamilton permaneció junto a él durante los cuatro días que el animal pasó en cuidados intensivos, cancelando su participación en las pruebas de Pirelli en Mugello.Con el corazón destrozado, el piloto compartió un mensaje que conmovió al mundo: “Después de cuatro días luchando con cada pizca de fuerza que tenía, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida: decir adiós a Roscoe”.Roscoe se fue, pero su legado permanece. No solo fue el mejor amigo de un campeón, sino también una figura que redefinió el concepto de mascota de celebridad en el deporte mundial, inspirando a miles de fanáticos a ver en los animales no solo compañía, sino también amor incondicional y lecciones de vida.  La Voz