INTERNACIONALES

Ataques esporádicos en Gaza y tensión por entrega de rehenes

El Ejército israelí mantiene ataques esporádicos en Gaza a pesar del alto el fuego vigente, informó Al Jazeera con base en testimonios de su equipo en el terreno.

El Ministerio de Salud del enclave palestino (controlado por Hamas) informó sobre nuevas víctimas mortales ayer, lo que agrava una situación humanitaria ya devastada tras dos años de ofensiva israelí.

Según los datos más recientes de las autoridades sanitarias gazatíes, desde el inicio de la confrontación, en octubre de 2023, al menos 67.938 palestinos murieron y más de 170 mil resultaron heridos.

En Israel, las víctimas de los ataques del 7 de octubre de 2023 ascienden a 1.139 personas, mientras unas 200 fueron tomadas cautivas.

En el marco de la tregua, Hamas entregó ayer los cuerpos de cuatro israelíes fallecidos, lo que eleva a ocho el número total de rehenes muertos devueltos a través del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Tres fueron identificados por sus familias, pero el Ejército israelí reconoció que uno de los cuerpos no coincide con ningún cautivo registrado, hecho que incrementó las tensiones sobre la frágil pausa en los combates.

Israel, por su parte, entregó a Gaza 45 cuerpos de palestinos, lo que eleva a 90 los cadáveres repatriados, según el Ministerio de Salud del enclave. Aún se desconoce si las víctimas fallecieron bajo custodia israelí o durante incursiones militares en busca de rehenes.

Ayuda restringida

Mientras tanto, las autoridades israelíes restringieron el ingreso de ayuda humanitaria, permitiendo sólo la mitad de los camiones acordados y retrasando la reapertura del cruce de Rafah.

Israel justificó la medida alegando la “lenta liberación” de los secuestrados fallecidos. La Autoridad Palestina anunció estar preparada para operar ese paso fronterizo entre Gaza y Egipto, aunque las restricciones israelíes continúan bloqueando la entrada de suministros esenciales.

El impacto del conflicto es devastador: nueve de cada diez hogares en Gaza han sido dañados o destruidos, según datos de Unicef.

En paralelo, la violencia de colonos y soldados israelíes se mantiene en Cisjordania, con nuevos ataques en Tammun –al sur de Tubas– y agresiones contra palestinos que recolectaban aceitunas cerca de Tulkarem.

En otro capítulo del acuerdo de alto el fuego, Israel liberó esta semana a decenas de trabajadores de la salud palestinos que habían sido detenidos en redadas a hospitales durante los bombardeos.

Sin embargo, más de un centenar continúan encarcelados, entre ellos el doctor Hossam Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan, símbolo de la resistencia médica bajo asedio.

Abu Safiya lleva casi 10 meses detenido sin cargos, pese a los reiterados pedidos de su liberación por parte de organizaciones internacionales.

Según el grupo Health Workers Watch, al menos 55 trabajadores de la salud, incluidos 31 médicos y enfermeras, figuraban entre los liberados el lunes, aunque aún no confirmó si todos recuperaron efectivamente la libertad. El mismo organismo denunció la muerte de cuatro trabajadores de la sanidad en cárceles israelíes.

Proceso de recuperación

En el otro extremo del intercambio, los 20 rehenes vivos liberados por Hamas comienzan un proceso de recuperación física y psicológica que, según la periodista Melanie Lidman, de Associated Press, será “largo y complejo”.

Todos los liberados se encuentran en condición estable y ninguno requirió cuidados intensivos inmediatos, informaron las autoridades de salud israelíes.

No obstante, los efectos del cautiverio son profundos. Los rehenes fueron hallados con síntomas de desnutrición severa, con falta de exposición solar y con daños físicos por el uso prolongado de cadenas en las piernas.

También sufren “dolor inexplicable y emociones no resueltas”, explicó el doctor Hagai Levine, jefe del equipo médico del Foro de Familias de Rehenes.

Cada sobreviviente está acompañado por equipos de médicos, de enfermeras, de especialistas en trauma y de trabajadores sociales, quienes los asistirán en su reinserción cotidiana, desde decisiones simples –como cuándo comer o usar el baño– hasta la reconstrucción de un sentido de control sobre sus vidas.

A medida que se implementa el acuerdo, unos 20 cuerpos de cautivos israelíes permanecen en Gaza, y las autoridades siguen negociando su repatriación.

Sin embargo, la continuidad de los ataques y las trabas a la ayuda humanitaria ponen en duda la solidez de la tregua alcanzada, en un territorio que enfrenta una de las peores crisis humanitarias de su historia reciente.

​El Ejército israelí mantiene ataques esporádicos en Gaza a pesar del alto el fuego vigente, informó Al Jazeera con base en testimonios de su equipo en el terreno. El Ministerio de Salud del enclave palestino (controlado por Hamas) informó sobre nuevas víctimas mortales ayer, lo que agrava una situación humanitaria ya devastada tras dos años de ofensiva israelí.Según los datos más recientes de las autoridades sanitarias gazatíes, desde el inicio de la confrontación, en octubre de 2023, al menos 67.938 palestinos murieron y más de 170 mil resultaron heridos. En Israel, las víctimas de los ataques del 7 de octubre de 2023 ascienden a 1.139 personas, mientras unas 200 fueron tomadas cautivas.En el marco de la tregua, Hamas entregó ayer los cuerpos de cuatro israelíes fallecidos, lo que eleva a ocho el número total de rehenes muertos devueltos a través del Comité Internacional de la Cruz Roja. Tres fueron identificados por sus familias, pero el Ejército israelí reconoció que uno de los cuerpos no coincide con ningún cautivo registrado, hecho que incrementó las tensiones sobre la frágil pausa en los combates.Israel, por su parte, entregó a Gaza 45 cuerpos de palestinos, lo que eleva a 90 los cadáveres repatriados, según el Ministerio de Salud del enclave. Aún se desconoce si las víctimas fallecieron bajo custodia israelí o durante incursiones militares en busca de rehenes.Ayuda restringidaMientras tanto, las autoridades israelíes restringieron el ingreso de ayuda humanitaria, permitiendo sólo la mitad de los camiones acordados y retrasando la reapertura del cruce de Rafah. Israel justificó la medida alegando la “lenta liberación” de los secuestrados fallecidos. La Autoridad Palestina anunció estar preparada para operar ese paso fronterizo entre Gaza y Egipto, aunque las restricciones israelíes continúan bloqueando la entrada de suministros esenciales.El impacto del conflicto es devastador: nueve de cada diez hogares en Gaza han sido dañados o destruidos, según datos de Unicef. En paralelo, la violencia de colonos y soldados israelíes se mantiene en Cisjordania, con nuevos ataques en Tammun –al sur de Tubas– y agresiones contra palestinos que recolectaban aceitunas cerca de Tulkarem.En otro capítulo del acuerdo de alto el fuego, Israel liberó esta semana a decenas de trabajadores de la salud palestinos que habían sido detenidos en redadas a hospitales durante los bombardeos. Sin embargo, más de un centenar continúan encarcelados, entre ellos el doctor Hossam Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan, símbolo de la resistencia médica bajo asedio.Abu Safiya lleva casi 10 meses detenido sin cargos, pese a los reiterados pedidos de su liberación por parte de organizaciones internacionales. Según el grupo Health Workers Watch, al menos 55 trabajadores de la salud, incluidos 31 médicos y enfermeras, figuraban entre los liberados el lunes, aunque aún no confirmó si todos recuperaron efectivamente la libertad. El mismo organismo denunció la muerte de cuatro trabajadores de la sanidad en cárceles israelíes.Proceso de recuperaciónEn el otro extremo del intercambio, los 20 rehenes vivos liberados por Hamas comienzan un proceso de recuperación física y psicológica que, según la periodista Melanie Lidman, de Associated Press, será “largo y complejo”. Todos los liberados se encuentran en condición estable y ninguno requirió cuidados intensivos inmediatos, informaron las autoridades de salud israelíes.No obstante, los efectos del cautiverio son profundos. Los rehenes fueron hallados con síntomas de desnutrición severa, con falta de exposición solar y con daños físicos por el uso prolongado de cadenas en las piernas. También sufren “dolor inexplicable y emociones no resueltas”, explicó el doctor Hagai Levine, jefe del equipo médico del Foro de Familias de Rehenes.Cada sobreviviente está acompañado por equipos de médicos, de enfermeras, de especialistas en trauma y de trabajadores sociales, quienes los asistirán en su reinserción cotidiana, desde decisiones simples –como cuándo comer o usar el baño– hasta la reconstrucción de un sentido de control sobre sus vidas.A medida que se implementa el acuerdo, unos 20 cuerpos de cautivos israelíes permanecen en Gaza, y las autoridades siguen negociando su repatriación. Sin embargo, la continuidad de los ataques y las trabas a la ayuda humanitaria ponen en duda la solidez de la tregua alcanzada, en un territorio que enfrenta una de las peores crisis humanitarias de su historia reciente.  La Voz