San Lorenzo respira: pagó parte de los sueldos atrasados e impidió que Romaña quedara libre
En una semana marcada por los sobresaltos, San Lorenzo logró oxígeno financiero. Con su presidente, Marcelo Moretti, investigado por la Justicia por “administración infiel” tras la difusión de una cámara oculta, el club consiguió evitar que Jhohan Romaña quedara en libertad de acción.
El zaguero colombiano había intimado al club por una deuda de tres meses. De no haberse saldado antes del viernes a las 20, hubiera quedado libre.
La empresa de indumentaria Atomik, principal sponsor del club, adelantó unos 250 millones de pesos para cubrir los salarios atrasados. No es la primera vez que la marca sale al rescate: ya lo había hecho el semestre pasado, cuando la dirigencia debió cubrir otros baches financieros.
Con el dinero recibido, 35 jugadores cobraron el sueldo de agosto, uno de ellos septiembre y otros siete completaron julio. El cuerpo técnico, liderado por Damián Ayude, también percibió su salario de agosto. El plantel había aclarado que los pagos variaban según la categoría: los más jóvenes tenían menos atraso que los profesionales de mayor jerarquía.
Qué dijo Moretti
El presidente del club confirmó los pagos en un grupo de WhatsApp y adelantó que ahora enfrentará la otra gran amenaza: el pedido de quiebra del fondo suizo AIS Investment Fund, al que San Lorenzo debe 7.500 millones de pesos. La institución tiene plazo hasta el 22 de octubre para cancelar la deuda o acordar un nuevo plan de cuotas.
“Ya pagamos agosto completo a todos los jugadores y cuerpo técnico. También pagamos la intimación de Romaña”, escribió Moretti, quien acompañó al plantel en el último partido ante Racing.
El lunes, Moretti debió abandonar la sede del club en patrullero tras un escrache de hinchas que exigían su renuncia. El jueves se presentó ante el Comité Ejecutivo de la AFA, donde le pidieron normalizar la vida institucional y convocar a una reunión de Comisión Directiva.
San Lorenzo logró un respiro, pero la calma es provisoria. Entre causas judiciales, deudas millonarias y presión política interna, el club afronta uno de los momentos más críticos de su historia reciente.
En una semana marcada por los sobresaltos, San Lorenzo logró oxígeno financiero. Con su presidente, Marcelo Moretti, investigado por la Justicia por “administración infiel” tras la difusión de una cámara oculta, el club consiguió evitar que Jhohan Romaña quedara en libertad de acción.El zaguero colombiano había intimado al club por una deuda de tres meses. De no haberse saldado antes del viernes a las 20, hubiera quedado libre.La empresa de indumentaria Atomik, principal sponsor del club, adelantó unos 250 millones de pesos para cubrir los salarios atrasados. No es la primera vez que la marca sale al rescate: ya lo había hecho el semestre pasado, cuando la dirigencia debió cubrir otros baches financieros.Con el dinero recibido, 35 jugadores cobraron el sueldo de agosto, uno de ellos septiembre y otros siete completaron julio. El cuerpo técnico, liderado por Damián Ayude, también percibió su salario de agosto. El plantel había aclarado que los pagos variaban según la categoría: los más jóvenes tenían menos atraso que los profesionales de mayor jerarquía.Qué dijo MorettiEl presidente del club confirmó los pagos en un grupo de WhatsApp y adelantó que ahora enfrentará la otra gran amenaza: el pedido de quiebra del fondo suizo AIS Investment Fund, al que San Lorenzo debe 7.500 millones de pesos. La institución tiene plazo hasta el 22 de octubre para cancelar la deuda o acordar un nuevo plan de cuotas.“Ya pagamos agosto completo a todos los jugadores y cuerpo técnico. También pagamos la intimación de Romaña”, escribió Moretti, quien acompañó al plantel en el último partido ante Racing.El lunes, Moretti debió abandonar la sede del club en patrullero tras un escrache de hinchas que exigían su renuncia. El jueves se presentó ante el Comité Ejecutivo de la AFA, donde le pidieron normalizar la vida institucional y convocar a una reunión de Comisión Directiva.San Lorenzo logró un respiro, pero la calma es provisoria. Entre causas judiciales, deudas millonarias y presión política interna, el club afronta uno de los momentos más críticos de su historia reciente. La Voz