Rampla descendió con Buffarini en cancha y apuntan a Foster Gillett por el desastre institucional
Rampla Juniors, uno de los clubes históricos del fútbol uruguayo, vivió el golpe más duro desde su fundación en 1914.
Tras perder 1-0 como visitante frente a Atenas, el equipo que cuenta con el cordobés Julio Buffarini, ex Talleres y Boca Juniors, consumó su primer descenso a la Primera C, categoría no profesional, en 111 años de historia.
En lo deportivo, la temporada fue crítica: 7 victorias, 7 empates y 17 derrotas, último en el primer torneo del año y décimo en el segundo.
Todo comenzó con Leandro Somoza como entrenador, quien debutó con un durísimo 8-0 en contra ante Colón, y terminó bajo el mando de Mario Saralegui, sin poder evitar el desenlace.
Promesas incumplidas, deudas y una SAD en caída libre
Este fue el primer año de Rampla como Sociedad Anónima Deportiva (SAD), tras la llegada del inversor estadounidense Foster Gillett en enero. Sin embargo, la inversión prometida nunca se concretó.
En agosto, Gillett tuvo que pagar 90.000 dólares para evitar el descenso administrativo, pero luego volvió a alejarse del club. Así, sin recursos ni respaldo económico, Rampla no podrá competir como institución profesional en 2026.
“Nos destrozaron”: el ex presidente explotó contra el grupo inversor
En su cuenta de X (ex Twitter), el expresidente Ignacio Durán fue contundente contra Gillett:
“Nos destrozaron. Se cagaron en todo. No escucharon a nadie. Soberbios, inescrupulosos, mentirosos. Por suerte no voté esta vergüenza de SAD.”
Y añadió:
“Acabo de cortar con mi viejo y está literalmente destrozado. Pero hay que resurgir. Rampla es inmortal.”
Presencia argentina destacada
Además de Buffarini, otros argentinos formaron parte del plantel:
- Álvaro Dionisio
- Lucas Arzamendia
- Yamil García
- Lautaro Rinaldi
También estuvo el uruguayo Christian Tabó, con pasado en Cruz Azul, Pumas UNAM y Liverpool (URU).
Un final histórico y doloroso, pero con esperanza
El descenso a la Primera C marca un antes y un después para Rampla Juniors. Entre promesas incumplidas, desorden institucional y malos resultados, el club cayó a una categoría amateur por primera vez. Sin embargo, en el entorno ramplense prevalece una convicción: volver, como tantas veces, desde abajo.
Rampla Juniors, uno de los clubes históricos del fútbol uruguayo, vivió el golpe más duro desde su fundación en 1914. Tras perder 1-0 como visitante frente a Atenas, el equipo que cuenta con el cordobés Julio Buffarini, ex Talleres y Boca Juniors, consumó su primer descenso a la Primera C, categoría no profesional, en 111 años de historia.En lo deportivo, la temporada fue crítica: 7 victorias, 7 empates y 17 derrotas, último en el primer torneo del año y décimo en el segundo. Todo comenzó con Leandro Somoza como entrenador, quien debutó con un durísimo 8-0 en contra ante Colón, y terminó bajo el mando de Mario Saralegui, sin poder evitar el desenlace.Promesas incumplidas, deudas y una SAD en caída libreEste fue el primer año de Rampla como Sociedad Anónima Deportiva (SAD), tras la llegada del inversor estadounidense Foster Gillett en enero. Sin embargo, la inversión prometida nunca se concretó.En agosto, Gillett tuvo que pagar 90.000 dólares para evitar el descenso administrativo, pero luego volvió a alejarse del club. Así, sin recursos ni respaldo económico, Rampla no podrá competir como institución profesional en 2026.“Nos destrozaron”: el ex presidente explotó contra el grupo inversorEn su cuenta de X (ex Twitter), el expresidente Ignacio Durán fue contundente contra Gillett:“Nos destrozaron. Se cagaron en todo. No escucharon a nadie. Soberbios, inescrupulosos, mentirosos. Por suerte no voté esta vergüenza de SAD.”Y añadió:“Acabo de cortar con mi viejo y está literalmente destrozado. Pero hay que resurgir. Rampla es inmortal.”Presencia argentina destacadaAdemás de Buffarini, otros argentinos formaron parte del plantel:Álvaro DionisioLucas ArzamendiaYamil GarcíaLautaro RinaldiTambién estuvo el uruguayo Christian Tabó, con pasado en Cruz Azul, Pumas UNAM y Liverpool (URU).Un final histórico y doloroso, pero con esperanzaEl descenso a la Primera C marca un antes y un después para Rampla Juniors. Entre promesas incumplidas, desorden institucional y malos resultados, el club cayó a una categoría amateur por primera vez. Sin embargo, en el entorno ramplense prevalece una convicción: volver, como tantas veces, desde abajo. La Voz