Miradas opuestas a Masterchef Celebrity: ¿programa de humor o búsqueda de la excelencia?
A favor: una temporada que cocina a fuego alto
Giuliana Luchetti
Hay realities que se repiten y otros que renacen. MasterChef Celebrity pertenece, claramente, al segundo grupo. La nueva temporada del programa de Telefe logró algo que parecía imposible: reinventarse. Y lo hizo con un casting perfecto, un jurado encendido y una Wanda Nara que brilla más que nunca.
El elenco es una joya. Hay de todo: figuras históricas de la televisión y la música, nuevas caras de las redes sociales y un clima de competencia que no pierde el humor. Los jurados, más relajados pero igual de exigentes, están desopilantes: se ríen, critican, se sorprenden, y eso contagia.
En el centro de todo, Wanda. Se la ve suelta, segura y divertida, lanzando frases filosas sin perder la elegancia. Si antes todavía se la notaba contenida, hoy se planta como una verdadera conductora. Y, claro, la presencia de Maxi López elevó la apuesta: la química entre ambos es, sin lugar a dudas, magnética. Las chicanas, las referencias indirectas a Mauro Icardi o a la China Suárez, todo es oro televisivo y comidilla para los programas y portales de espectáculos.
Y si hay alguien que se roba el show, ese es Andy Chango. Su humor corrosivo, su mirada sarcástica y sus comentarios políticamente incorrectos son un deleite. Quizás sin querer, Andy entiende el timing televisivo como pocos: improvisa, ironiza, y descoloca a jurados y a compañeros con una naturalidad que lo vuelve irresistible. Es la perlita del concurso, ese participante que no siempre gana los desafíos, pero si el corazón (y las risas) del público.
Otro punto a favor es que, aunque muchos lamentaron la salida de Pablito Lescano, la llegada de Walas de Massacre fue un hallazgo. Su energía, sumada al desparpajo de Andy Chango, hacen que cada emisión sea un festín de humor, talento y caos hermoso.
En contra: Joaquín Levinton rompió todo
Nicolás Lencinas
MasterChef siempre fue un atractivo reality culinario en el que los concursantes llegaban casi sin experiencia para mejorar sus habilidades en la cocina.
El proceso de aprendizaje los mostraba entusiastas y creativos, en una competencia que los hacía crecer día a día. ¿Quién no recuerda a Elba Rodríguez o a Rodolfo Vera Calderón?
Pero hubo una edición que rompió con todo: la temporada en la que participó Joaquín Levinton.
El cantante de Turf irrumpió con su personalidad en la pantalla del prime time de Telefe y, con su desfachatez, transformó el programa de cocina en un auténtico show de humor.
Respuestas fuera de contexto, chistes sobre los platos y devoluciones desopilantes hicieron de su paso por el certamen algo inolvidable.
Las consecuencias de eso fueron que, en las últimas temporadas, el casting se inclinara por personalidades graciosas o llamativas. La búsqueda del humor constante deja a la cocina en un segundo plano.
Como podemos ver ahora, Wanda Nara interviene sagazmente con su exesposo Maxi López para hacer chistes sobre su relación y sobre Mauro Icardi.
Por otro lado, Andy Chango, de manera relajada, remata sus comentarios también con humor e ironía. Sofía Gonet, alias “La Reini”, busca complicidad desde el humor con los jurados. El mismo Damián Betular hace su clásica mirada tipo The Office cuando alguien lanza un comentario fuera de lugar o cuando ve un plato que no le gusta.
El graciosísimo Alex “Pelao” (convocado para hacer reír) no da pie con bola. La Joaqui lleva adelante la misma estrategia que Luck Ra en La Voz Argentina de llenar las redes con memes cuando termina un programa… y así sucesivamente.
A los que van con el chip de cocinar y mejorar (Eugenia Tobal, Julia Calvo, Chino Leunis), las ediciones los muestran poco o directamente les va mal, como fue el caso de Esteban Mirol.
En su búsqueda por hacer reír, MasterChef está siendo muy aburrido.
A favor: una temporada que cocina a fuego altoGiuliana LuchettiHay realities que se repiten y otros que renacen. MasterChef Celebrity pertenece, claramente, al segundo grupo. La nueva temporada del programa de Telefe logró algo que parecía imposible: reinventarse. Y lo hizo con un casting perfecto, un jurado encendido y una Wanda Nara que brilla más que nunca.El elenco es una joya. Hay de todo: figuras históricas de la televisión y la música, nuevas caras de las redes sociales y un clima de competencia que no pierde el humor. Los jurados, más relajados pero igual de exigentes, están desopilantes: se ríen, critican, se sorprenden, y eso contagia.En el centro de todo, Wanda. Se la ve suelta, segura y divertida, lanzando frases filosas sin perder la elegancia. Si antes todavía se la notaba contenida, hoy se planta como una verdadera conductora. Y, claro, la presencia de Maxi López elevó la apuesta: la química entre ambos es, sin lugar a dudas, magnética. Las chicanas, las referencias indirectas a Mauro Icardi o a la China Suárez, todo es oro televisivo y comidilla para los programas y portales de espectáculos.Y si hay alguien que se roba el show, ese es Andy Chango. Su humor corrosivo, su mirada sarcástica y sus comentarios políticamente incorrectos son un deleite. Quizás sin querer, Andy entiende el timing televisivo como pocos: improvisa, ironiza, y descoloca a jurados y a compañeros con una naturalidad que lo vuelve irresistible. Es la perlita del concurso, ese participante que no siempre gana los desafíos, pero si el corazón (y las risas) del público.Otro punto a favor es que, aunque muchos lamentaron la salida de Pablito Lescano, la llegada de Walas de Massacre fue un hallazgo. Su energía, sumada al desparpajo de Andy Chango, hacen que cada emisión sea un festín de humor, talento y caos hermoso. View this post on Instagram A post shared by HBO Max Argentina (@hbomaxar)En contra: Joaquín Levinton rompió todoNicolás LencinasMasterChef siempre fue un atractivo reality culinario en el que los concursantes llegaban casi sin experiencia para mejorar sus habilidades en la cocina.El proceso de aprendizaje los mostraba entusiastas y creativos, en una competencia que los hacía crecer día a día. ¿Quién no recuerda a Elba Rodríguez o a Rodolfo Vera Calderón? Pero hubo una edición que rompió con todo: la temporada en la que participó Joaquín Levinton.El cantante de Turf irrumpió con su personalidad en la pantalla del prime time de Telefe y, con su desfachatez, transformó el programa de cocina en un auténtico show de humor.Respuestas fuera de contexto, chistes sobre los platos y devoluciones desopilantes hicieron de su paso por el certamen algo inolvidable.Las consecuencias de eso fueron que, en las últimas temporadas, el casting se inclinara por personalidades graciosas o llamativas. La búsqueda del humor constante deja a la cocina en un segundo plano.Como podemos ver ahora, Wanda Nara interviene sagazmente con su exesposo Maxi López para hacer chistes sobre su relación y sobre Mauro Icardi.Por otro lado, Andy Chango, de manera relajada, remata sus comentarios también con humor e ironía. Sofía Gonet, alias “La Reini”, busca complicidad desde el humor con los jurados. El mismo Damián Betular hace su clásica mirada tipo The Office cuando alguien lanza un comentario fuera de lugar o cuando ve un plato que no le gusta.El graciosísimo Alex “Pelao” (convocado para hacer reír) no da pie con bola. La Joaqui lleva adelante la misma estrategia que Luck Ra en La Voz Argentina de llenar las redes con memes cuando termina un programa… y así sucesivamente.A los que van con el chip de cocinar y mejorar (Eugenia Tobal, Julia Calvo, Chino Leunis), las ediciones los muestran poco o directamente les va mal, como fue el caso de Esteban Mirol.En su búsqueda por hacer reír, MasterChef está siendo muy aburrido. La Voz
