“Una casa con dólares y brillo”: pidieron juzgar a Morena Rial por robos en San Isidro y Castelar
Morena Rial, hija del periodista y conductor de TV Jorge Rial, está cerca de enfrentar un juicio oral y público por haber participado de robos en casas de Villa Adelina, en y en Castelar, en los partidos bonaerenses de San Isidro y Morón, respectivamente.
De ser encontrada culpable en un juicio oral y público, Rial, de 26 años, podría recibir una pena de entre tres y diez años de prisión, informaron fuentes judiciales.
La influencer, como está definida en el expediente judicial, está detenida con prisión preventiva en la Unidad 51 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en Magdalena. Está imputada por el delito de robo doblemente agravado por haber sido cometido mediante escalamiento y efracción. Son tres casos que le adjudican a la joven y al resto de la banda, integrada también Lautaro Ledesma y Alan Fernández. Una cuarta sospechosa, Luna González, está prófuga.
“La evidencia colectada permite sospechar con el grado de provisoriedad que requiere la instancia que los imputados y detenidos han participado activamente en los hechos que se investigan”, sostuvo el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, en el requerimiento de elevación a juicio presentado en las últimas horas ante la jueza de Garantías Andrea Rodríguez Mentasty.
Rial fue detenida por un robo ocurrido el 18 de enero pasado cerca de las 22 en una casa situada en José María Moreno al 2700, en Villa Adelina. El inmueble estaba vacío. Los propietarios estaban de vacaciones en Pinamar.
División de roles
“El día 18 de enero pasado, cerca de las 22, Rial -vistiendo un vestido corto rojo y zapatos blancos-, Luna González, Alan Martín Fernández, Lautaro Tomás Ledesma y un quinto delincuente cuya identidad a la fecha se ignora, mediante un plan previamente acordado con clara división de roles se constituyeron con fines de robo y a bordo del rodado marca Peugeot 207 blanco, conducido por Rial, en la vivienda de la calle José María Moreno 2775, en Villa Adelina, en San Isidro. Ello, aprovechándose de la ausencia de sus moradores con el fin de apoderarse ilegítimamente de bienes muebles y efectos de valor que pudieran hallarse en la propiedad”, según se desprende del dictamen donde el fiscal Ferrari solicitó la detención de Rial y al que tuvo acceso LA NACION.
Los delincuentes que irrumpieron en la casa robada fueron Ledesma y el sospechoso que, por el momento, no fue identificado. Rial, González y Fernández se quedaron en el automóvil.
“Ledesma y su cómplice, ya en la puerta de la propiedad, tras haber interrumpido el suministro de energía de la casa, bajando manualmente para ello la llave térmica empotrada en una pared lateral, desde la vía pública sortearon el perímetro de reja de dos metros de altura, accediendo de ese modo al patio delantero interno de la finca que los condujo al frente de la propiedad. Allí, utilizando las herramientas que llevaban en sus mochilas, forzaron los barrotes de las rejas de una de las ventanas, levantaron la persiana de madera, accediendo de este modo al interior de la vivienda. Una vez allí, revolvieron los diferentes ambientes en búsqueda de pertenencias, apoderándose ilegítimamente al menos de una notebook”, afirmó el fiscal Ferrari en el citado dictamen.
Tras el robo, el auto conducido por Rial fue filmado en una estación de servicio situada en la avenida Fondo de la Legua y El Indio, en Villa Adelina. En los baños, la joven se cruzó con una mujer policía que cumple servicios en el Comando de Patrullas de San Isidro. La uniformada la reconoció y le dijo: “Vos sos More”. La muchacha respondió: “Ah, sí amor”. Cuando volvió al móvil, la testigo le dijo a su compañero que había visto una famosa.
Pocos minutos después, la uniformada y su compañero fueron desplazados a una casa situada en José María Moreno al 2700, en Villa Adelina, porque se había activado una alarma. Era la casa que, según la Justicia, fue robada por la banda que integra Morena Rial.
Después, la joven también fue imputada de un robo ocurrido en Castelar, en Morón, también en enero pasado, donde la banda se hizo de un botín de 32.000 dólares, 50 cargadores de iPhone, 25 auriculares marca Apple y diez perfumes de origen árabe, entre objetos de valor.
En una ampliación de su declaración indagatoria, Rial negó su participación en el robo ocurrido en Castelar, pero sí contó lo sucedido en Villa Adelina, pero sostuvo que los jóvenes que habían irrumpido en la propiedad le aseguraron que no habían “encontrado nada”.
También contó que al día siguiente, uno de los integrantes de la banda le dijo que necesitaba alguien que maneje porque tenían una casa marcada para robar por Martínez, San Isidro.
“Me dijo textual: ‘tengo una casa con dólares y brillo’, pero me negué a acompañarlos”, sostuvo Rial en su indagatoria.
Para el fiscal Ferrari, “las evidencias reunidas en orden a los encartados poseen entidad convictiva suficiente a criterio de este Ministerio Público Fiscal para tener por probado, con el grado de provisoriedad que requiere esta instancia procesal, sus responsabilidades criminales en los hechos que conforman la plataforma fáctica. En suma, la evidencia demuestra la responsabilidad de los encartados en los hechos y todos los elementos de juicio antes señalados permiten concluir fundadamente que los imputados tuvieron pleno dominio sobre los hechos materia de la imputación”.
La solicitud fue presentada por el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari LA NACION
