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Donald Trump, más radicalizado que nunca

Donald Trump, quien logró el regreso político más importante de la historia reciente de los Estados Unidos, ha delineado su agenda para un segundo mandato, un plan que mezcla políticas conservadoras tradicionales con un enfoque más populista en varios temas clave, especialmente en materia de política exterior, donde el aislacionismo será significativo.

En lo que respecta a la inmigración, una de las principales promesas de Trump es la creación del “programa de deportación más grande de la historia”.

Su propuesta incluye el uso de la Guardia Nacional y fuerzas policiales locales para ejecutar masivas deportaciones. Trump también ha planteado ideas como la eliminación de la ciudadanía por nacimiento (lo que requeriría una enmienda constitucional) y la reactivación de la política “Permanecer en México”, que obliga a los migrantes a esperar en territorio mejicano mientras se resuelven sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.

Además, su enfoque no sólo se centra en la inmigración ilegal, sino que también busca reducir la inmigración legal en general.

Derechos individuales

Aunque no ha puesto el aborto como prioridad para su segundo mandato, Trump se atribuye el mérito por la decisión de la Corte Suprema de Justicia que eliminó el derecho federal al aborto y dejó la regulación en manos de los estados.

A pesar de su postura en contra de la interrupción del embarazo, señaló que vetaría una ley federal que prohíba el aborto a nivel nacional, aunque aún no está claro cómo su administración abordaría los desafíos legales que buscan limitar el acceso a medicamentos abortivos como la mifepristona.

También se ha comprometido a eliminar los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en las instituciones gubernamentales, utilizando los fondos federales como una herramienta de presión.

En cuanto a los derechos de las personas transgénero, promete revertir políticas de inclusión de niños transgénero en deportes femeninos y aboga para que sólo se reconozcan dos géneros desde el nacimiento.

Impuestos, burocracia, empleos

Trump planea continuar con su reforma fiscal de 2017, en la búsqueda de reducir el impuesto corporativo al 15% y revertir los aumentos tributarios implementados por la administración de Joe Biden para los estadounidenses más ricos.

Además, propone eliminar los impuestos sobre las propinas, salarios de la seguridad social y horas extras para trabajadores de la clase media, en procura de aliviar la carga fiscal sobre este grupo. Una de las propuestas más audaces de Trump es reducir de manera significativa la burocracia federal y las regulaciones en varios sectores.

Promete bajar las facturas de servicios públicos mediante la eliminación de obstáculos a la producción de combustibles fósiles y facilitar la construcción de viviendas al eliminar las regulaciones federales.

Además, impulsa medidas para permitir el despido más fácil de empleados federales y reducir el poder de las agencias gubernamentales.

En materia comercial, el presidente electo mantiene una postura crítica hacia los acuerdos comerciales internacionales y propone imponer aranceles de hasta un 20% sobre productos extranjeros. También expresó su intención de reactivar la producción de medicamentos esenciales dentro de Estados Unidos y planteó la idea de prohibir que empresas chinas compraran infraestructura clave en territorio estadounidense.

Trump rechaza la teoría del cambio climático como una amenaza global, con el argumento de que las políticas de Biden sobre energías limpias son ineficaces.

Su propuesta energética está centrada en los combustibles fósiles y busca eliminar los incentivos federales para los vehículos eléctricos y revertir las normas de eficiencia energética de la administración anterior.

Guerras y relaciones

Trump se inclina por una postura más aislacionista en cuanto a la política exterior, y promete una menor intervención militar en conflictos internacionales.

Sin embargo, también dijo que expandiría el Ejército y desarrollaría un nuevo sistema de defensa de misiles. En cuanto a la guerra en Ucrania y al conflicto Israel-Hamas, Trump asegura que podría poner fin a ambos, aunque no explicó cómo lo lograría.

Además, fue y sigue siendo un crítico constante de la Otan y de los altos mandos militares estadounidenses, al tiempo que ha elogiado a líderes autoritarios como Viktor Orban, de Hungría, y Vladimir Putin, de Rusia.

Todo indica que el segundo mandato de Trump será un período de políticas más conservadoras y populistas, con un fuerte enfoque en la reducción de la inmigración, en la eliminación de regulaciones federales, en el fortalecimiento de los poderes presidenciales y en la promoción de la energía basada en combustibles fósiles.

Sin embargo, también plantea controversias en torno de sus posturas sobre el aborto, la educación y los derechos civiles. Con el control del Senado en manos republicanas y un Congreso dividido, la implementación de sus propuestas podría depender de su capacidad para avanzar con su agenda legislativa en los próximos años.

* Doctor en Relaciones Internacionales

​La Voz

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