UN LLAMADO AL MUNDO ENTERO
Un grito ahogado se escucha en la calle. La “policía de la moral” de Irán ha disparado contra un auto.
Dentro, se encuentra Arezou Badri, joven de 31 años y madre de dos hijos. Su “crimen”: conducir sin usar el velo. Arezou sobrevivió, pero quedó paralizada de por vida.
En Irán, las fuerzas de seguridad están desplegando una violenta ola represiva para hacer cumplir las leyes abusivas de uso obligatorio del velo, incluyendo el uso de la pena de muerte contra activistas.
Recientemente, el gobierno ha ordenado castigar con «tratamientos psicológicos» a aquellas mujeres que no lleven el hiyab (velo), tratándolas de “enfermas mentales”. La misma semana, condenó a muerte a Varishe Moradi, activista reconocida por su trabajo comunitario y defensora de los derechos de las mujeres.
A principios de mes fue arrestada y torturada una estudiante universitaria que se quedó en ropa interior como acto de protesta. Denuncian violencia sexual en su contra, un crimen horroroso que Amnistía Internacional documenta y denuncia sistemáticamente.
Lamentablemente, cada semana nos llegan nuevos testimonios sobre la brutal violencia a que están siendo sometidas. «Nuestros recursos para responder a este contexto crítico son limitados.»; nos dice personal de Amnistía Internacional en su texto
En la prisión de Evin, donde está encerrada Varishe Moradi, también se encuentra Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz, condenada a casi 13 años de cárcel y recibir 154 latigazos por defender las libertades de las mujeres. Ella también es un rostro del coraje y el valor de actuar, aún cuando el costo de alzar la voz se vuelve tan insoportable.
No podemos dejarlas solas ahora. Tomando acción ahora, hacés posible que puedan recibir ayuda legal, apoyo médico y psicológico y protección, y permitís que podamos seguir acompañando a todas las víctimas de la opresión y la violencia. ¿Querés sumarte para ayudarlas?
ACTUAR AHORA
