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Cristina Kirchner cruzó a Javier Milei, Mauricio Macri y Horacio Rosatti con un duro “mensaje navideño”

En la víspera de Navidad, la exvicepresidenta Cristina Kirchner despachó este martes por la tarde críticas hacia el presidente Javier Milei, el exmandatario y líder del Pro, Mauricio Macri, y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti. En un breve posteo en redes sociales, la titular del PJ opinó sobre el ultimátum de Milei a Macri ante una posible alianza entre LLA y Pro de cara para las legislativas de 2025, la postura de Macri y una advertencia que deslizó Rosatti en el programa Odisea Argentina (LN+) respecto de las designaciones de Lijo y García-Mansilla. “Mafia y delirio, peligroso binomio para los destinos de la Patria en estas vísperas de Navidad”, opinó Cristina en X.

“Aunque parezca una joda…”, es la frase que encabeza la publicación de la dos veces mandataria. “Macri le exigió ayer [por el lunes] a Milei ‘ser transparente’ y ‘cuidar la República’. Milei sigue repitiendo que su gobierno es el mejor de la historia y Rosatti (presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación designado por Macri), amenazó anoche desde La Nación+, el canal de los Saguier, que ‘todo termina en la Corte’. O sea… no importa lo que votás porque quien finalmente decide no fue votado por nadie y además es vitalicio. Mafia y delirio, peligroso binomio para los destinos de la Patria en estas vísperas de Navidad”, analizó la exmandataria.

Y cerró con un pedido a la ciudadanía: “Esta noche cuando compartamos la llegada de Jesús con nuestros seres queridos ratifiquemos nuestros valores de solidaridad y amor al prójimo. Pidamos templanza e inteligencia y reafirmemos el valor de la unidad en comunidad en momentos de tanto desamor y de ‘sálvese quien pueda’ “.

Del ultimátum de Milei a Macri, a la advertencia de Rosatti

En una entrevista para la revista Forbes, que se publicó el lunes, el presidente Javier Milei repasó el aniversario de su gestión y anticipó cuáles son sus objetivos para 2025. Una de las grandes intrigas del año electoral, en el que la gente irá a las urnas para optar por cargos legislativos, es si La Libertad Avanza (LLA) irá en una alianza con Propuesta Republicana (Pro), de Mauricio Macri, o si absorberá parte de su armado, prescindiendo del expresidente y líder del espacio político.

Sobre la posibilidad de un acuerdo, en medio de una tensa discusión en la ciudad de Buenos Aires -donde LLA amenaza con competir en el bastión de los Macri-, el Presidente dijo: “Con el Pro vamos juntos en todos lados o si no iremos separados, no vamos a engañar al electorado”, afirmó. En otras palabras, o hay acuerdo en todos los distritos o nada. Es la apuesta que parece sugerir Milei con la frase que, seguramente, generará más ruido a la relación que el jefe de Estado mantiene en los últimos tiempos con Macri.

Horas más tarde, Macri recogió el guante y escribió en X: “En función a lo dicho por el presidente Milei ‘O vamos juntos en todos lados o vamos separados; trampas al electorado, no’, acuerdo, porque esa fue siempre mi posición”. En esa línea, le pidió al mandatario que cumpla con su palabra: “Poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, ser absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República”.

Las palabras del expresidente fueron en línea con lo expresado durante en el cierre del Consejo Nacional del Pro, que se celebró el pasado 12 de diciembre: “Que alguien me diga si en la historia argentina ha habido un partido de la oposición que haya hecho tanto por el oficialismo como hizo Pro este año”. Si bien no hizo una mención directa hacia Milei, el líder de Propuesta Republicana aseguró que parte de los resultados económicos obtenidos por el Gobierno fueron producto del apoyo que le dieron a La Libertad Avanza: “Si no hubiésemos acompañado, hoy el riesgo país estaría por encima de los 2000 puntos”.

Para coronar la jornada, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, fue entrevistado por Carlos Pagni y reflexionó sobre el diálogo de la Justicia y la política en la actualidad. “La Corte tiene que funcionar, con tres, con cuatro o con cinco integrantes”, dijo tras la acordada que publicaron días atrás. Además, consultado sobre la designación de Ariel Lijo para integrar el máximo tribunal, que podría darse por decreto, el magistrado consideró que “ lo tiene que resolver la Corte en última instancia si hay cuestionamientos“, aunque evitó manifestar su opinión: “La experiencia me ha enseñado que uno nunca tiene que responder frente a una hipótesis de un hecho que no ha acontecido”.

El juez y abogado de 67 años habló en principio sobre el vínculo entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. “Siempre hay una zona de recíproca incomprensión, porque la política quiere hacer cambios, está en su ADN, y muchas veces se queja de que la justicia frena o demora los cambios, pero la justicia suele cuestionar a la política por lo bajo, porque no se pueden hacer cambios de cualquier manera, sino siguiendo un determinado procedimiento sin afectar determinados derechos”, dijo.

En ese sentido, consideró que la presión que recae sobre los ministros de la Corte desde la vereda de la política la vive “con naturalidad” y asegura que es “casi normal que haya una zona de recíproca incomprensión”. “Siempre ha habido una línea divisoria que ha estado más o menos clara, y ahora hay zonas grises”, identificó Rosatti. Y describió: “El político es una persona que mira la realidad con grandes trazos, y el conflicto, para el político, es algo normal; el juez no. Tiene una mirada distinta donde uno tiene razón y el otro no: hay una norma, un hecho y una conclusión. Cabezas con formato diferente. Ese es el valor de la división de poderes y el control recíproco que existe”.

¿Hay Presiones Políticas Sobre Los Integrantes De La Corte ; Horacio Rosatti Con Carlos Pagni

Para el juez, existe una dicotomía errónea en la forma en la que se ejecutan las resoluciones de la Corte, en relación con casos sin precedente. “Hay temas que antes no eran fundamentales para la ciudadanía, que hoy lo son, como el medio ambiente. Nosotros no actuamos porque queremos, sino porque nos llega un caso”, dijo.

Uno tiene que actuar con las herramientas que tiene. A veces lo que pasa en la Argentina es que los que tienen que definir algunas cuestiones no las definen y terminan definiéndolas otros. Por ejemplo, el tema del divorcio: primero estuvo el fallo y luego la ley, cuando debería ser al revés. En la interrupción voluntaria del embarazo, lo mismo. Lo recomendable es que primero esté la ley, que es lo que nos permite decir que hubo un debate público, pero los casos se plantean por esa falta de definición y van a tribunales. Y el juez tiene que decidir, y se le dice que se mete en un terreno que no es el propio”, explicó.

Para cerrar, ejemplificó con dos casos que debieron resolver este año: “Uno de fertilización asistida post mortem y otro de gestación por subrogación de vientre. No está regulado. Y quizás en algún momento tenemos que tratar un tema de eutanasia, y nada de eso está regulado por la política”.

LA NACION

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