Bolivia elige presidente con el oficialismo dividido y la oposición dispersa
El próximo domingo, el pueblo boliviano tiene una cita con las urnas para elegir de manera democrática al presidente y vicepresidente del Estado Plurinacional, además de renovar las 130 bancas de la Cámara de Diputados y las 36 de la Cámara de Senadores. De ser necesaria una segunda vuelta, esta se desarrollará el 19 de octubre, mientras que la toma de posesión de las autoridades que resulten elegidas está fijada para el 8 de noviembre.
Más de 7,9 millones de personas están habilitadas para votar en estas presidenciales.
Con una población de 11,3 millones de habitantes, el país andino llega a esta instancia crucial en un escenario político atravesado por disputas internas en el oficialismo, por tensiones con la oposición y por un dilatado calendario electoral marcado desde un primer momento por decisiones judiciales y resoluciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) controvertidas.
El Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS–IPSP), que gobierna el país desde 2020 bajo la presidencia de Luis Arce, enfrenta divisiones internas significativas. El movimiento, que previamente estuvo bajo el liderazgo de Evo Morales durante casi 14 años, llega a esta contienda con dos corrientes enfrentadas: la respaldada por Arce y la que responde a Morales.
La inhabilitación del expresidente por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que resolvió que la reelección indefinida no constituye un derecho humano, dejó al fundador del MAS fuera de la carrera presidencial. El exmandatario criticó la decisión y acusó a sectores del oficialismo y a la influencia externa de intentar “descabezar al movimiento indígena”.
Posteriormente, Morales perdió el liderazgo formal del movimiento socialista y anunció la creación de una nueva organización política, denominada “EVO Pueblo”, en alianza con otros espacios políticos. Este paso profundizó la fragmentación del partido gobernante, que ahora enfrenta las elecciones partido en dos.
Disparos cruzados
El clima político previo a los comicios estuvo marcado también por acusaciones cruzadas. Morales advirtió sobre la presencia de militares en el control de combustibles, lo que calificó como un “inicio de la militarización” del país. Arce, por su parte, acusó a la oposición, a los sectores afines a Morales y a la Embajada de Estados Unidos de generar “especulación” e impulsar intereses políticos que afectan la economía nacional.
A estas tensiones se sumaron la decisión del Tribunal Supremo Electoral de cancelar las elecciones primarias, así como la crisis en el Poder Judicial, con la prórroga indefinida del mandato de los tribunales de Justicia, avalada por el TCP. Estos elementos incidieron en el marco institucional en el que se desarrollará la jornada el próximo domingo.
Aspirantes a la presidencia
Ocho aspirantes a ocupar el despacho principal de la Casa Grande del Pueblo, sede del Ejecutivo del país andino, disputarán el voto popular el domingo venidero.
Por el frente Alianza Popular, se presenta Andrónico Rodríguez, actual presidente del Senado y una de las figuras emergentes de la política nacional. En representación de Alianza Fuerza del Pueblo, el candidato es Max Johnny Fernández, empresario con trayectoria en la gestión municipal de Santa Cruz.
Manfred Reyes Villa, exalcalde de Cochabamba, compite bajo la sigla Autonomía para Bolivia Súmate, mientras que el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga busca regresar al poder con la Alianza Libertad y Democracia.
Además, la actual alcaldesa de El Alto, Mónica Eva Copa, encabeza el Movimiento Renovación Nacional, y el senador tarijeño Rodrigo Paz Pereira representa al Partido Demócrata Cristiano.
Desde el oficialismo, Carlos Eduardo del Castillo, el ministro de Gobierno, es el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS). Finalmente, el empresario Samuel Doria Medina compite con la Alianza Unidad.
Participación
El padrón electoral boliviano habilita a 7.937.138 personas a participar en estos comicios. El Tribunal Supremo Electoral desplegará un operativo nacional e internacional para garantizar el proceso, incluyendo la habilitación de recintos de votación en el exterior, destinados a los ciudadanos bolivianos residentes fuera del país.
Las elecciones generales representan un momento clave para la definición del rumbo político del Estado Plurinacional de Bolivia durante el período 2025-2030.
La instancia electoral del domingo contempla la elección de representantes legislativos, con impacto directo en la conformación del próximo Congreso Nacional, que tendrá la tarea de acompañar o contrapesar al Ejecutivo en los próximos cinco años.
El próximo domingo, el pueblo boliviano tiene una cita con las urnas para elegir de manera democrática al presidente y vicepresidente del Estado Plurinacional, además de renovar las 130 bancas de la Cámara de Diputados y las 36 de la Cámara de Senadores. De ser necesaria una segunda vuelta, esta se desarrollará el 19 de octubre, mientras que la toma de posesión de las autoridades que resulten elegidas está fijada para el 8 de noviembre.Más de 7,9 millones de personas están habilitadas para votar en estas presidenciales.Con una población de 11,3 millones de habitantes, el país andino llega a esta instancia crucial en un escenario político atravesado por disputas internas en el oficialismo, por tensiones con la oposición y por un dilatado calendario electoral marcado desde un primer momento por decisiones judiciales y resoluciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) controvertidas.El Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS–IPSP), que gobierna el país desde 2020 bajo la presidencia de Luis Arce, enfrenta divisiones internas significativas. El movimiento, que previamente estuvo bajo el liderazgo de Evo Morales durante casi 14 años, llega a esta contienda con dos corrientes enfrentadas: la respaldada por Arce y la que responde a Morales.La inhabilitación del expresidente por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que resolvió que la reelección indefinida no constituye un derecho humano, dejó al fundador del MAS fuera de la carrera presidencial. El exmandatario criticó la decisión y acusó a sectores del oficialismo y a la influencia externa de intentar “descabezar al movimiento indígena”.Posteriormente, Morales perdió el liderazgo formal del movimiento socialista y anunció la creación de una nueva organización política, denominada “EVO Pueblo”, en alianza con otros espacios políticos. Este paso profundizó la fragmentación del partido gobernante, que ahora enfrenta las elecciones partido en dos.Disparos cruzadosEl clima político previo a los comicios estuvo marcado también por acusaciones cruzadas. Morales advirtió sobre la presencia de militares en el control de combustibles, lo que calificó como un “inicio de la militarización” del país. Arce, por su parte, acusó a la oposición, a los sectores afines a Morales y a la Embajada de Estados Unidos de generar “especulación” e impulsar intereses políticos que afectan la economía nacional.A estas tensiones se sumaron la decisión del Tribunal Supremo Electoral de cancelar las elecciones primarias, así como la crisis en el Poder Judicial, con la prórroga indefinida del mandato de los tribunales de Justicia, avalada por el TCP. Estos elementos incidieron en el marco institucional en el que se desarrollará la jornada el próximo domingo.Aspirantes a la presidenciaOcho aspirantes a ocupar el despacho principal de la Casa Grande del Pueblo, sede del Ejecutivo del país andino, disputarán el voto popular el domingo venidero. Por el frente Alianza Popular, se presenta Andrónico Rodríguez, actual presidente del Senado y una de las figuras emergentes de la política nacional. En representación de Alianza Fuerza del Pueblo, el candidato es Max Johnny Fernández, empresario con trayectoria en la gestión municipal de Santa Cruz.Manfred Reyes Villa, exalcalde de Cochabamba, compite bajo la sigla Autonomía para Bolivia Súmate, mientras que el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga busca regresar al poder con la Alianza Libertad y Democracia.Además, la actual alcaldesa de El Alto, Mónica Eva Copa, encabeza el Movimiento Renovación Nacional, y el senador tarijeño Rodrigo Paz Pereira representa al Partido Demócrata Cristiano.Desde el oficialismo, Carlos Eduardo del Castillo, el ministro de Gobierno, es el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS). Finalmente, el empresario Samuel Doria Medina compite con la Alianza Unidad.ParticipaciónEl padrón electoral boliviano habilita a 7.937.138 personas a participar en estos comicios. El Tribunal Supremo Electoral desplegará un operativo nacional e internacional para garantizar el proceso, incluyendo la habilitación de recintos de votación en el exterior, destinados a los ciudadanos bolivianos residentes fuera del país.Las elecciones generales representan un momento clave para la definición del rumbo político del Estado Plurinacional de Bolivia durante el período 2025-2030. La instancia electoral del domingo contempla la elección de representantes legislativos, con impacto directo en la conformación del próximo Congreso Nacional, que tendrá la tarea de acompañar o contrapesar al Ejecutivo en los próximos cinco años. La Voz