INTERNACIONALES

Drama animal en EE.UU.: cientos de mascotas abandonadas por las deportaciones

La ola de deportaciones de migrantes en Estados Unidos está provocando una crisis sin precedentes en los refugios de animales de Florida y otras regiones, que reportan estar saturados y al límite de su capacidad. Miles de mascotas son abandonadas cuando sus dueños son expulsados de forma repentina por las autoridades migratorias, dejando a los albergues con una necesidad urgente de apoyo y recursos.

ARCHIVO – Un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos escucha durante una sesión informativa, el 27 de enero de 2025 en Silver Spring, Maryland. (AP Foto/Alex Brandon, Archivo)

La situación se volvió insostenible para organizaciones como Adopt and Save a Life Rescue Mission, un refugio animal en el oeste de Miami. Daymi Blain, directora de la organización, relata a EFE que en los últimos meses recibieron al menos 19 perros y gatos, además de gallos y otras aves, de dueños deportados. “Ya teníamos muchos problemas con personas que abandonaban sus mascotas, así sea por evicciones (desalojos), mudanzas, y entonces desde hace más o menos seis meses para acá hemos recibido muchísimas más llamadas, completamente diferentes, ya (hablan) de que ‘mis padres se fueron, los deportaron, están detenidos’”, explicó Blain.

Saturación y escasez de recursos

Actualmente, Adopt and Save a Life Rescue Mission alberga a más de 50 perros y más de 30 gatos, con decenas más en camino, lo que llevó a reacondicionar un establo y tres casas rodantes para poder recibirlos, con un gasto mensual de electricidad de 1.200 dólares. La directora lamenta recibir “miles de llamadas” y tener que dejar de contestarlas porque ya no pueden recibir más animales. “Ya ni las contesto porque no los puedo recibir, no los puedo ayudar, entonces lo que hago es los posteo en ‘social media’ para ver si otros rescates nos pueden ayudar”, afirmó.

Esta problemática se replica en otras zonas de Florida, como los condados de Broward y Tampa, y se extiende a estados como Texas, Nueva York, Nueva Jersey, Tennessee y California. La preocupación crece, dado que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reportó que la Administración de Donald Trump arrestó a más de 352.000 inmigrantes indocumentados en sus primeros 200 días y deportó a 324.000, un promedio de 1.620 al día.

Casos que rompen el corazón

La urgencia de la situación se evidencia en casos como el de Benjamín Marcelo Guerrero Cruz, un joven chileno de 18 años, detenido por agentes migratorios mientras paseaba a su perro en Reseda, California, dejando al animal abandonado. Otros refugios, como Saving Hope Rescue en Dallas, han compartido historias desgarradoras, como la de “un hombre que afronta una deportación [y] debe dejar su hogar mañana, y su mayor preocupación es qué pasará con sus amados perros”. Incluso, algunos dueños están tomando la difícil decisión de anticiparse a las deportaciones y buscar un hogar para sus mascotas.

Ante esta realidad, organizaciones como C.A.R.E.4Paws en California, uno de los estados más afectados junto con Texas y Florida, buscan fondos para lanzar en otoño un refugio que recibirá a mascotas de migrantes que enfrenten una posible deportación, además de situaciones de violencia u otras crisis. Isabel Gullö, cofundadora de C.A.R.E.4Paws, enfatizó: “Cuando las personas atraviesan estos increíblemente difíciles momentos, la última cosa de lo que deberían preocuparse es qué pasará con sus amadas mascotas”.

ARCHIVO - Varios migrantes hacen fila para abordar un bus después de ser deportados de Estados Unidos, de regreso a Matamoros, México, el 11 de mayo de 2023. (AP Foto/Fernando Llano, Archivo)

Un llamado urgente a la solidaridad

Ante la saturación y la falta de espacio, Daymi Blain, de Adopt and Save a Life Rescue Mission, hace un urgente llamado a la comunidad para que brinde apoyo. “Necesitamos mucha ayuda de voluntarios, de personas que ayuden a cuidar los perros en sus casas porque no tenemos el espacio, necesitamos ventiladores, necesitamos techos para los animales porque no tenemos, los tenemos en jaulas con un ventilador”, lamentó Blain. Se solicita a quienes no puedan adoptar una mascota que consideren donar fondos, comida o arena. La capacidad de recepción de animales se ha visto superada, haciendo indispensable la ayuda externa.

​La ola de deportaciones de migrantes en Estados Unidos está provocando una crisis sin precedentes en los refugios de animales de Florida y otras regiones, que reportan estar saturados y al límite de su capacidad. Miles de mascotas son abandonadas cuando sus dueños son expulsados de forma repentina por las autoridades migratorias, dejando a los albergues con una necesidad urgente de apoyo y recursos.La situación se volvió insostenible para organizaciones como Adopt and Save a Life Rescue Mission, un refugio animal en el oeste de Miami. Daymi Blain, directora de la organización, relata a EFE que en los últimos meses recibieron al menos 19 perros y gatos, además de gallos y otras aves, de dueños deportados. “Ya teníamos muchos problemas con personas que abandonaban sus mascotas, así sea por evicciones (desalojos), mudanzas, y entonces desde hace más o menos seis meses para acá hemos recibido muchísimas más llamadas, completamente diferentes, ya (hablan) de que ‘mis padres se fueron, los deportaron, están detenidos’”, explicó Blain.Saturación y escasez de recursosActualmente, Adopt and Save a Life Rescue Mission alberga a más de 50 perros y más de 30 gatos, con decenas más en camino, lo que llevó a reacondicionar un establo y tres casas rodantes para poder recibirlos, con un gasto mensual de electricidad de 1.200 dólares. La directora lamenta recibir “miles de llamadas” y tener que dejar de contestarlas porque ya no pueden recibir más animales. “Ya ni las contesto porque no los puedo recibir, no los puedo ayudar, entonces lo que hago es los posteo en ‘social media’ para ver si otros rescates nos pueden ayudar”, afirmó.Esta problemática se replica en otras zonas de Florida, como los condados de Broward y Tampa, y se extiende a estados como Texas, Nueva York, Nueva Jersey, Tennessee y California. La preocupación crece, dado que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reportó que la Administración de Donald Trump arrestó a más de 352.000 inmigrantes indocumentados en sus primeros 200 días y deportó a 324.000, un promedio de 1.620 al día.Casos que rompen el corazónLa urgencia de la situación se evidencia en casos como el de Benjamín Marcelo Guerrero Cruz, un joven chileno de 18 años, detenido por agentes migratorios mientras paseaba a su perro en Reseda, California, dejando al animal abandonado. Otros refugios, como Saving Hope Rescue en Dallas, han compartido historias desgarradoras, como la de “un hombre que afronta una deportación [y] debe dejar su hogar mañana, y su mayor preocupación es qué pasará con sus amados perros”. Incluso, algunos dueños están tomando la difícil decisión de anticiparse a las deportaciones y buscar un hogar para sus mascotas.Ante esta realidad, organizaciones como C.A.R.E.4Paws en California, uno de los estados más afectados junto con Texas y Florida, buscan fondos para lanzar en otoño un refugio que recibirá a mascotas de migrantes que enfrenten una posible deportación, además de situaciones de violencia u otras crisis. Isabel Gullö, cofundadora de C.A.R.E.4Paws, enfatizó: “Cuando las personas atraviesan estos increíblemente difíciles momentos, la última cosa de lo que deberían preocuparse es qué pasará con sus amadas mascotas”.Un llamado urgente a la solidaridadAnte la saturación y la falta de espacio, Daymi Blain, de Adopt and Save a Life Rescue Mission, hace un urgente llamado a la comunidad para que brinde apoyo. “Necesitamos mucha ayuda de voluntarios, de personas que ayuden a cuidar los perros en sus casas porque no tenemos el espacio, necesitamos ventiladores, necesitamos techos para los animales porque no tenemos, los tenemos en jaulas con un ventilador”, lamentó Blain. Se solicita a quienes no puedan adoptar una mascota que consideren donar fondos, comida o arena. La capacidad de recepción de animales se ha visto superada, haciendo indispensable la ayuda externa.  La Voz