Evitar esta práctica al cargar el celular podría prolongar la vida útil de la batería
Cada vez más usuarios recurren a cargar su celular mediante el puerto USB de una computadora o dispositivo electrónico cuando no tienen un enchufe disponible.
Aunque es una solución rápida, técnicos y especialistas señalan que esta práctica, realizada de forma frecuente, puede desgastar la batería sin que el usuario lo note.
Por qué no es la mejor opción
Según el sitio especializado Adsl Zone, los puertos USB tradicionales no están diseñados para suministrar la potencia adecuada que requieren los teléfonos móviles. Mientras un cargador de pared puede ofrecer entre 15 y 30 vatios, un puerto USB-A común solo entrega entre 4,5 y 7,5 vatios.
Esa baja potencia provoca ciclos de carga más largos y genera mayor calentamiento interno del dispositivo, un factor que contribuye al desgaste prematuro de la batería.
Riesgos técnicos y de seguridad
Además de la menor eficiencia, algunos puertos USB presentan fluctuaciones en el voltaje, algo que puede afectar la estabilidad del proceso de carga.
“Los teléfonos cuentan con sistemas internos que regulan la energía, pero no siempre pueden garantizar una carga óptima si la fuente no es estable”, explican desde Adsl Zone.
También se advierte sobre posibles vulnerabilidades de seguridad al conectar el celular a equipos desconocidos, como computadoras públicas o estaciones de carga en espacios abiertos.
Diferencias entre USB-A y USB-C
Los expertos distinguen entre los puertos USB-A tradicionales y los más modernos USB-C con tecnología Power Delivery (PD).
- USB-A: entre 4,5 y 7,5 W de potencia.
- USB-C con PD: entre 20 y 65 W, con entrega inteligente de energía según el dispositivo.
En computadoras portátiles actuales con USB-C PD, la carga puede ser más estable y rápida, comparable a la de un cargador de pared.
Impacto a largo plazo en la batería
Aunque cargar el celular por USB no provoca un daño inmediato, hacerlo de forma habitual genera más ciclos de carga, temperaturas elevadas y, en consecuencia, menor vida útil de la batería.
El uso de cables de baja calidad o desgastados agrava el problema, ya que reduce aún más la eficiencia y prolonga el tiempo de carga.
Cada vez más usuarios recurren a cargar su celular mediante el puerto USB de una computadora o dispositivo electrónico cuando no tienen un enchufe disponible. Aunque es una solución rápida, técnicos y especialistas señalan que esta práctica, realizada de forma frecuente, puede desgastar la batería sin que el usuario lo note.Por qué no es la mejor opciónSegún el sitio especializado Adsl Zone, los puertos USB tradicionales no están diseñados para suministrar la potencia adecuada que requieren los teléfonos móviles. Mientras un cargador de pared puede ofrecer entre 15 y 30 vatios, un puerto USB-A común solo entrega entre 4,5 y 7,5 vatios.Esa baja potencia provoca ciclos de carga más largos y genera mayor calentamiento interno del dispositivo, un factor que contribuye al desgaste prematuro de la batería.Riesgos técnicos y de seguridadAdemás de la menor eficiencia, algunos puertos USB presentan fluctuaciones en el voltaje, algo que puede afectar la estabilidad del proceso de carga.“Los teléfonos cuentan con sistemas internos que regulan la energía, pero no siempre pueden garantizar una carga óptima si la fuente no es estable”, explican desde Adsl Zone.También se advierte sobre posibles vulnerabilidades de seguridad al conectar el celular a equipos desconocidos, como computadoras públicas o estaciones de carga en espacios abiertos.Diferencias entre USB-A y USB-CLos expertos distinguen entre los puertos USB-A tradicionales y los más modernos USB-C con tecnología Power Delivery (PD).USB-A: entre 4,5 y 7,5 W de potencia.USB-C con PD: entre 20 y 65 W, con entrega inteligente de energía según el dispositivo.En computadoras portátiles actuales con USB-C PD, la carga puede ser más estable y rápida, comparable a la de un cargador de pared.Impacto a largo plazo en la bateríaAunque cargar el celular por USB no provoca un daño inmediato, hacerlo de forma habitual genera más ciclos de carga, temperaturas elevadas y, en consecuencia, menor vida útil de la batería.El uso de cables de baja calidad o desgastados agrava el problema, ya que reduce aún más la eficiencia y prolonga el tiempo de carga. La Voz