El robo millonario en el Louvre expuso falencias de seguridad y golpeó al gobierno de Macron
Tres días después del asalto en el museo más visitado del mundo, la presidenta del Louvre, Laurence des Cars, compareció ante una comisión del Senado francés para explicar cómo fue posible el robo de ocho joyas en apenas siete minutos.
Des Cars, quien en 2021 se convirtió en la primera mujer en dirigir la pinacoteca, reconoció un “terrible fracaso en el Louvre” y asumió su parte de responsabilidad. Aunque aseguró que las alarmas del museo sí funcionaron durante el incidente, admitió que el sistema de videovigilancia exterior es “muy insuficiente” y está “obsoleto”.
“El parque es muy insuficiente, no cubre claramente todas las fachadas del Louvre”, declaró la funcionaria. Detalló que en el lado de la galería de Apolo, la zona afectada por el hurto de las ocho piezas de las Joyas de la Corona de Francia, la única cámara instalada estaba orientada hacia el oeste y, por lo tanto, no cubría el balcón por donde ingresaron los ladrones.
El asalto del domingo, que algunos compararon con el incendio de la Catedral de Notre-Dame en 2019, provocó un nuevo escrutinio sobre el asediado presidente Emmanuel Macron y la ministra de Cultura Rachida Dati. Des Cars calificó el robo como “una inmensa herida que nos han infligido” y reconoció haber presentado su dimisión al gobierno, la cual fue rechazada.
Valor histórico y logística del robo
La fiscal de París, Laure Beccuau, informó que el servicio de conservación del Louvre estimó los daños en 88 millones de euros, equivalentes a 102 millones de dólares, una suma “extremadamente espectacular”. Sin embargo, la fiscal lamentó que este valor “no es en absoluto paralela ni comparable a los daños históricos”, advirtiendo que los ladrones “no ganarán” dicho monto si tienen “la pésima idea de fundir esas joyas”.
Los detalles de la operación indican que los delincuentes obtuvieron el vehículo montacargas utilizado mediante un “seudoalquiler para una supuesta mudanza”. Por su parte, el ministro del Interior, Laurent Nuñez, aseguró que la investigación “avanza” y que “más de un centenar de investigadores” están movilizados.
Falta de personal y medidas de refuerzo
El hecho tocó una fibra sensible en Francia: el contraste entre las multitudes crecientes y el personal sobrecargado. Este robo ocurre meses después de que los empleados se declararan en huelga, advirtiendo sobre la falta crónica de personal y recursos para la protección. En junio, una huelga retrasó la apertura debido al exceso de visitantes. Los sindicatos sostienen que el turismo masivo deja “muy pocos ojos para vigilar demasiadas salas”.
El presidente Macron ordenó “acelerar” el refuerzo de la seguridad en el establecimiento. Des Cars también solicitó medidas, como la instalación de una “comisaría de policía” dentro del museo y medidas “a corto plazo” como asegurar las inmediaciones y la vereda, sugiriendo la instalación de barreras para evitar que vehículos se estacionen junto a los edificios.
Pese a que la protección de obras icónicas como la Mona Lisa (detrás de un vidrio a prueba de balas) es hermética, el allanamiento expuso fisuras en otras partes del laberinto de 33.000 objetos.
Aunque atracciones como la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia reabrieron al público, las vitrinas acordonadas y vacías en la Sala Apolo contaban “la historia de una brecha medida no sólo en minutos y euros, sino en la fragilidad del patrimonio de una nación”. El Louvre reabrió tras el robo, aunque persisten dudas sobre la seguridad y el personal.
Tres días después del asalto en el museo más visitado del mundo, la presidenta del Louvre, Laurence des Cars, compareció ante una comisión del Senado francés para explicar cómo fue posible el robo de ocho joyas en apenas siete minutos.Des Cars, quien en 2021 se convirtió en la primera mujer en dirigir la pinacoteca, reconoció un “terrible fracaso en el Louvre” y asumió su parte de responsabilidad. Aunque aseguró que las alarmas del museo sí funcionaron durante el incidente, admitió que el sistema de videovigilancia exterior es “muy insuficiente” y está “obsoleto”.“El parque es muy insuficiente, no cubre claramente todas las fachadas del Louvre”, declaró la funcionaria. Detalló que en el lado de la galería de Apolo, la zona afectada por el hurto de las ocho piezas de las Joyas de la Corona de Francia, la única cámara instalada estaba orientada hacia el oeste y, por lo tanto, no cubría el balcón por donde ingresaron los ladrones.El asalto del domingo, que algunos compararon con el incendio de la Catedral de Notre-Dame en 2019, provocó un nuevo escrutinio sobre el asediado presidente Emmanuel Macron y la ministra de Cultura Rachida Dati. Des Cars calificó el robo como “una inmensa herida que nos han infligido” y reconoció haber presentado su dimisión al gobierno, la cual fue rechazada.Valor histórico y logística del roboLa fiscal de París, Laure Beccuau, informó que el servicio de conservación del Louvre estimó los daños en 88 millones de euros, equivalentes a 102 millones de dólares, una suma “extremadamente espectacular”. Sin embargo, la fiscal lamentó que este valor “no es en absoluto paralela ni comparable a los daños históricos”, advirtiendo que los ladrones “no ganarán” dicho monto si tienen “la pésima idea de fundir esas joyas”.Los detalles de la operación indican que los delincuentes obtuvieron el vehículo montacargas utilizado mediante un “seudoalquiler para una supuesta mudanza”. Por su parte, el ministro del Interior, Laurent Nuñez, aseguró que la investigación “avanza” y que “más de un centenar de investigadores” están movilizados.Falta de personal y medidas de refuerzoEl hecho tocó una fibra sensible en Francia: el contraste entre las multitudes crecientes y el personal sobrecargado. Este robo ocurre meses después de que los empleados se declararan en huelga, advirtiendo sobre la falta crónica de personal y recursos para la protección. En junio, una huelga retrasó la apertura debido al exceso de visitantes. Los sindicatos sostienen que el turismo masivo deja “muy pocos ojos para vigilar demasiadas salas”.El presidente Macron ordenó “acelerar” el refuerzo de la seguridad en el establecimiento. Des Cars también solicitó medidas, como la instalación de una “comisaría de policía” dentro del museo y medidas “a corto plazo” como asegurar las inmediaciones y la vereda, sugiriendo la instalación de barreras para evitar que vehículos se estacionen junto a los edificios.Pese a que la protección de obras icónicas como la Mona Lisa (detrás de un vidrio a prueba de balas) es hermética, el allanamiento expuso fisuras en otras partes del laberinto de 33.000 objetos. Aunque atracciones como la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia reabrieron al público, las vitrinas acordonadas y vacías en la Sala Apolo contaban “la historia de una brecha medida no sólo en minutos y euros, sino en la fragilidad del patrimonio de una nación”. El Louvre reabrió tras el robo, aunque persisten dudas sobre la seguridad y el personal. La Voz