Estados Unidos y China lograron un acuerdo que podría significar una pausa en la guerra comercial
Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo marco que podría poner en pausa la guerra comercial entre ambas potencias y evitar nuevos aranceles a partir del 1° de noviembre.
El entendimiento fue delineado este domingo durante la Cumbre de la Asean en Kuala Lumpur, según confirmó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
Bessent indicó que las conversaciones eliminaron la amenaza de un arancel del 100% a las importaciones chinas.

Las dos potencias pactaron suspender por un año las limitaciones a exportaciones de minerales y reactivar importaciones de soja.
Este acuerdo abre la puerta a una revisión del régimen de licencias que Pekín aplica a los minerales de tierras raras, clave para la industria tecnológica y militar global.
Un encuentro clave antes del cara a cara
El marco acordado será elevado a los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, quienes podrían firmarlo el jueves próximo durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec) en Gyeongju, Corea del Sur.
Aunque la Casa Blanca confirmó oficialmente la reunión, China aún no lo hizo. “Creo que tenemos un marco muy exitoso para que los líderes discutan el jueves”, afirmó Bessent tras la quinta ronda de negociaciones en persona con el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el principal negociador, Li Chenggang.

El funcionario adelantó además que la tregua arancelaria podría extenderse más allá del 10 de noviembre y anticipó que China retomará las compras de soja estadounidense, suspendidas desde septiembre. “Los agricultores de soja se sentirán muy bien con lo que está pasando”, expresó en declaraciones a la cadena ABC.
Exportaciones sensibles y tensiones tecnológicas
El punto más sensible del acuerdo son las tierras raras, un grupo de metales fundamentales para la fabricación de autos eléctricos, semiconductores, drones y equipamiento militar. China produce el 90% de estos materiales y controla casi todo el suministro global de algunos tipos especialmente críticos.
El Ministerio de Comercio chino había emitido el 9 de octubre nuevas regulaciones que restringen la exportación de imanes y equipos de procesamiento, con entrada en vigor prevista para el 8 de noviembre y el 1° de diciembre de 2025.
Estas medidas generaron preocupación en Washington y en sectores industriales de todo el mundo, incluidos fabricantes de tecnología que dependen de insumos chinos para la producción de baterías, paneles solares y componentes electrónicos.
Posible acuerdo entre potencias
Trump, que llegó el domingo a Malasia como parte de una gira asiática de cinco días, se mostró optimista: “Creo que vamos a llegar a un acuerdo con China”.
El avance en las negociaciones genera alivio en los mercados internacionales y en las economías que dependen del comercio con ambas potencias, incluida la Argentina. Una estabilización de las cadenas de suministro y del precio de las materias primas -especialmente la soja- podría tener efectos positivos para exportadores del país y de Córdoba, una de las principales provincias productoras.
Si se confirma el acuerdo durante la cumbre de la Apec, se abriría una nueva etapa de distensión en la relación comercial más importante del planeta. El desafío será sostener el diálogo y traducir el marco acordado en medidas concretas que eviten nuevos conflictos.
Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo marco que podría poner en pausa la guerra comercial entre ambas potencias y evitar nuevos aranceles a partir del 1° de noviembre. El entendimiento fue delineado este domingo durante la Cumbre de la Asean en Kuala Lumpur, según confirmó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.Bessent indicó que las conversaciones eliminaron la amenaza de un arancel del 100% a las importaciones chinas. Las dos potencias pactaron suspender por un año las limitaciones a exportaciones de minerales y reactivar importaciones de soja.Este acuerdo abre la puerta a una revisión del régimen de licencias que Pekín aplica a los minerales de tierras raras, clave para la industria tecnológica y militar global.Un encuentro clave antes del cara a caraEl marco acordado será elevado a los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, quienes podrían firmarlo el jueves próximo durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec) en Gyeongju, Corea del Sur.Aunque la Casa Blanca confirmó oficialmente la reunión, China aún no lo hizo. “Creo que tenemos un marco muy exitoso para que los líderes discutan el jueves”, afirmó Bessent tras la quinta ronda de negociaciones en persona con el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el principal negociador, Li Chenggang.El funcionario adelantó además que la tregua arancelaria podría extenderse más allá del 10 de noviembre y anticipó que China retomará las compras de soja estadounidense, suspendidas desde septiembre. “Los agricultores de soja se sentirán muy bien con lo que está pasando”, expresó en declaraciones a la cadena ABC.Exportaciones sensibles y tensiones tecnológicasEl punto más sensible del acuerdo son las tierras raras, un grupo de metales fundamentales para la fabricación de autos eléctricos, semiconductores, drones y equipamiento militar. China produce el 90% de estos materiales y controla casi todo el suministro global de algunos tipos especialmente críticos.El Ministerio de Comercio chino había emitido el 9 de octubre nuevas regulaciones que restringen la exportación de imanes y equipos de procesamiento, con entrada en vigor prevista para el 8 de noviembre y el 1° de diciembre de 2025.Estas medidas generaron preocupación en Washington y en sectores industriales de todo el mundo, incluidos fabricantes de tecnología que dependen de insumos chinos para la producción de baterías, paneles solares y componentes electrónicos.Posible acuerdo entre potenciasTrump, que llegó el domingo a Malasia como parte de una gira asiática de cinco días, se mostró optimista: “Creo que vamos a llegar a un acuerdo con China”.El avance en las negociaciones genera alivio en los mercados internacionales y en las economías que dependen del comercio con ambas potencias, incluida la Argentina. Una estabilización de las cadenas de suministro y del precio de las materias primas -especialmente la soja- podría tener efectos positivos para exportadores del país y de Córdoba, una de las principales provincias productoras.Si se confirma el acuerdo durante la cumbre de la Apec, se abriría una nueva etapa de distensión en la relación comercial más importante del planeta. El desafío será sostener el diálogo y traducir el marco acordado en medidas concretas que eviten nuevos conflictos. La Voz
