“Démosle pelota al autismo”: distintas celebridades se unen para crear aulas más inclusivas
En el marco del deporte de alto rendimiento, sugirió una iniciativa solidaria que busca transformar la realidad educativa de muchos niños.
Bajo el lema “Démosle pelota al autismo”, se lanzó una campaña para recolectar pelotas de tenis en desuso con el fin de mitigar los ruidos de arrastre de muebles escolares, los cuales resultan altamente disruptivos para las personas dentro del espectro autista.
De la cancha a las aulas
El lanzamiento oficial de esta acción tuvo lugar durante el torneo Road to Australia, celebrado en Buenos Aires entre el 16 y el 20 de diciembre. La dinámica de recolección comenzó en los mismos partidos: las pelotas que los jugadores descartaban eran recuperadas por los alcanzapelotas y depositadas en canastos especiales ubicados junto a la cancha.
El certamen contó con la participación de figuras destacadas como Cameron Norrie, Sebastián Báez y Francisco Cerúndolo, quienes, junto al público, formaron parte de este proceso de reciclaje con impacto social. El destino final de estas pelotas será las patas de mesas y sillas en escuelas públicas, funcionando como amortiguadores acústicos para mejorar la experiencia educativa de niños con autismo y otras condiciones del neurodesarrollo.
Un compromiso que trasciende el torneo
La iniciativa, impulsada por la Fundación Ineco y Mercado McCann, no sólo contó con el apoyo de deportistas, sino también con la voz de reconocidas personalidades. Figuras como Ricardo Darín, Andy Kusnetzoff, Morena Beltrán, Federico Coria y Germán Beder participaron en piezas audiovisuales invitando a la comunidad a sumarse a la causa.
El proyecto no termina con el Road to Australia. Los organizadores planean dar continuidad a esta acción durante el año 2026 a través de diversas iniciativas vinculadas al tenis y otros sectores. Aquellos interesados en colaborar pueden consultar los puntos de recolección que se irán sumando a lo largo del año en el sitio web oficial de la Fundación Inceco (www.fundacionineco.org).
Metáfora para comprender el impacto: Para un niño con sensibilidad auditiva, el sonido de una silla arrastrándose puede ser tan ensordecedor como el estruendo de una turbina de avión en una habitación cerrada. Colocar una pelota de tenis en la pata de ese mueble es como ponerle “silenciadores” al entorno, permitiendo que el aula deje de ser un lugar hostil y se convierta en un espacio de calma y aprendizaje.
En el marco del deporte de alto rendimiento, sugirió una iniciativa solidaria que busca transformar la realidad educativa de muchos niños. Bajo el lema “Démosle pelota al autismo”, se lanzó una campaña para recolectar pelotas de tenis en desuso con el fin de mitigar los ruidos de arrastre de muebles escolares, los cuales resultan altamente disruptivos para las personas dentro del espectro autista.De la cancha a las aulasEl lanzamiento oficial de esta acción tuvo lugar durante el torneo Road to Australia, celebrado en Buenos Aires entre el 16 y el 20 de diciembre. La dinámica de recolección comenzó en los mismos partidos: las pelotas que los jugadores descartaban eran recuperadas por los alcanzapelotas y depositadas en canastos especiales ubicados junto a la cancha.El certamen contó con la participación de figuras destacadas como Cameron Norrie, Sebastián Báez y Francisco Cerúndolo, quienes, junto al público, formaron parte de este proceso de reciclaje con impacto social. El destino final de estas pelotas será las patas de mesas y sillas en escuelas públicas, funcionando como amortiguadores acústicos para mejorar la experiencia educativa de niños con autismo y otras condiciones del neurodesarrollo.Un compromiso que trasciende el torneoLa iniciativa, impulsada por la Fundación Ineco y Mercado McCann, no sólo contó con el apoyo de deportistas, sino también con la voz de reconocidas personalidades. Figuras como Ricardo Darín, Andy Kusnetzoff, Morena Beltrán, Federico Coria y Germán Beder participaron en piezas audiovisuales invitando a la comunidad a sumarse a la causa.El proyecto no termina con el Road to Australia. Los organizadores planean dar continuidad a esta acción durante el año 2026 a través de diversas iniciativas vinculadas al tenis y otros sectores. Aquellos interesados en colaborar pueden consultar los puntos de recolección que se irán sumando a lo largo del año en el sitio web oficial de la Fundación Inceco (www.fundacionineco.org).Metáfora para comprender el impacto: Para un niño con sensibilidad auditiva, el sonido de una silla arrastrándose puede ser tan ensordecedor como el estruendo de una turbina de avión en una habitación cerrada. Colocar una pelota de tenis en la pata de ese mueble es como ponerle “silenciadores” al entorno, permitiendo que el aula deje de ser un lugar hostil y se convierta en un espacio de calma y aprendizaje. La Voz
